Capítulo 12: Quebrarse

37 6 2
                                    

Era el día siguiente, al rededor de las 6 de la mañana y la puerta del sótano se estaba abriendo lentamente, dejando ver la silueta del peliverde allí. El chico empezó a bajar los escalones con la misma lámpara en llamas de siempre, habían pasado 14 días desde lo que había hecho allí abajo, en teoría, al día siguiente podría saber lo que la mujer allí pudiera darle...

Al bajar, la luz empezaba a iluminar todo el lugar, dejando ver como aquella chica estaba dormida en el suelo, muy sucia, a fin de cuentas no había tomado un baño en mucho tiempo. "Oye, despierta...", dijo Izuku mientras que dejaba una bandeja con comida, pero la pelirrubia no se despertaba, haciendo que se enoje un poco, pero se controló...no podía perder lo estribos

Usando uno de sus kagunes empezó a moverla un poco, viendo como se estaba despertando lentamente, con esos ojos rojos, quizás por llorar. "¿Ma-Mamá?", preguntó la chica, habiendo tenido un sueño lúcido con su anterior vida...antes de haber escapado de casa, antes de haber apuñalado a su compañero en el cuello, antes de haber ido en busca de su felicidad...

Al parecer...las cosas no podían ser como uno quería...o eras feliz arriesgando todo, o podías vivir triste y en paz para siempre...la verdad, la segunda opción no sonaba tan mal ahora. Al despertarse por completo y ver hacia arriba, sus ojos se encontraron con los del peliverde, haciendo que se asustara, alejándose de él como si fuera un perro lastimado...

"Ma-¡Maldito!", gritó ella ofuscada, queriendo liberarse de las cadenas para poder escapar, pero no podía, estaban atadas al suelo fuertemente. El chico no dijo nada, simplemente dejó la comida en el suelo con la bandeja mientras que tomaba la cubeta/baño de la chica para ir a limpiarla...mientras que se alejaba se quedó quieto y la miró de reojo...

"Yo no escogí ser esta cosa...tú me obligaste a serlo...", dijo con un tono de voz decaído mientras que seguía su camino, haciendo que la chica se confundiera por esas palabras. Ella no tenía idea de a lo que se refería...a fin de cuentas. nunca lo había visto en su vida y ahora la secuestraba y la quería obligar a parir un hijo, como si fuera una especie de animal...no...

- Él era el animal...

- Él era el monstruo...

- Vaya hipocresía...

- Pero no se equivocaba...

La puerta se cerró, dejando a la pelirrubia comiendo allí abajo mientras que el lavaba la cubeta con una mirada decaída, pensando en lo que tenía que hacer ese día. En su mente se repetían las palabras que le había dicho a la asesina...una y otra vez...¿De verdad ella había hecho que cambiara tanto?...todo en general...todas las circunstancias lo trajeron hasta aquí...

"Cá-Cálmate, Izuku...solo haz lo que debas hacer y todo estará bien...ya lo dijimos antes...no podemos ser felices sin mancharnos un poco las manos de sangre...", se dijo el joven mientras que tenía una expresión dolida...claro, no le importaba matar y devorar villanos, pero gente inocente...las personas a las cuales Yamamoto le ordenarían matar...

Apagó el cerebro por un momento, simplemente quería dejar de pensar en eso y empezó a cuestionarse que comería esa tarde...bueno, que parte comería esa tarde. Cuando terminó de lavar la cubeta, la dejó nuevamente en el sótano con papel higiénico y volvería a irse, al salir de su local, se puso su máscara de Ghoul y empezó a correr por los edificios...

- Decidido a hacer lo que hiciera falta...

- Todo por su raza...

20 minutos después:

"Bien...supongo que ya es hora, ¿No?", se dijo Yamamoto mientras que veía por una ventana de aquel lugar...recordando aquel trato que había hecho con Izuku. No podía creer que ahora tenía a un Ghoul bajo sus órdenes...en cierto modo, era increíble tener una máquina de matar bajo sus órdenes, no podía esperar para ponerlo a prueba...

"Izuku Ghoul: La historia de un corrompido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora