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—¿Qué? —incredulidad inundó los ojos de Eunwoo al escuchar las palabras del extraño.

—Sí. Voy a sacarte de aquí.

—¿Por qué? ¿Qué es lo que quieres? —preguntó Eunwoo, desconcertado. No era común que alguien a quien ni siquiera conocía intentara salvarlo.

—Porque si no lo hago yo, ¿quién lo hará?

Las palabras del extraño dejaron a Eunwoo sin habla. Recordó cómo en el pasado había intentado escapar o pedir ayuda a sus compañeros, solo para ser ignorado. Mientras los demás disfrutaban de anécdotas y risas junto al fuego, compartiendo la comida proporcionada por Jinwoo, él se mantenía apartado.

Desde el primer momento en que vio a Jinwoo, supo que algo no estaba bien. Jinwoo le hizo jurar que, a cambio de su supervivencia, debía seguirlo, prometiendo descubrir juntos un mundo lleno de maravillas. Sus palabras lo engañaron, pero ¿qué otra opción tenía? Estaba al borde de la muerte, hambriento y malherido.

Odiaba su existencia, una que ni siquiera entendía cómo había comenzado. Sin recuerdos de su infancia ni de sus padres, solo recordaba el bosque: hambriento, moviéndose entre los árboles para sobrevivir. Cazaba animales y se refugiaba en cuevas durante las fuertes lluvias.

A veces veía a personas caminando y se acercaba curioso entre la maleza, observándolos mientras acampaban y conversaban. Una vez, vio a un niño que parecía de su edad. Se acercó cuando el niño estaba solo, y rápidamente congeniaron.

Los días pasaron y siguieron viéndose, pero el padre del niño descubrió la existencia de Eunwoo. Horrorizado, alejó a su hijo y alertó a las autoridades sobre un "monstruo" en el bosque. Comenzó así una cacería contra él.

Eunwoo corrió como si su vida dependiera de ello, pues así era. Varios hombres armados lo perseguían y disparaban, hiriéndolo en el hombro y haciéndolo caer por una colina. Aún herido, se levantó y continuó corriendo.

Así pasaron varios días, huyendo y escondiéndose, escuchando cómo la gente lo llamaba monstruo o criatura del infierno, hasta que comenzó a creerlo él mismo.

Entre la basura, herido y buscando comida, Jinwoo lo encontró y le ofreció refugio y cuidado. Asustado, Eunwoo terminó siendo llevado por él.

Al principio, todo parecía ir bien. Había otras personas como él, consideradas extrañas ante el mundo. Se sintió en casa por primera vez.

Luego les informaron sobre el circo, y todos estuvieron de acuerdo. Presentarse ante el mundo como fenómenos no parecía una mala idea, quizás así el mundo podría aceptarlos tal como eran.

El primer espectáculo llegó, y mucha gente asistió. Los payasos y acróbatas hicieron sus presentaciones a la perfección, mientras Eunwoo observaba asombrado desde detrás del escenario. Sonreía ampliamente y sus ojos brillaban al ver a la gente en el cielo. Los elogios resonaban y la gente los recibía con alegría.

Cuando llegó el turno de Eunwoo, los aplausos y los gritos de emoción lo emocionaron. Sus nervios latían rápido, pero dio un paso al centro del escenario.

Sin embargo, nadie imaginó que se transformaría en una criatura. Eunwoo estaba emocionado, mostrando sus habilidades y moviéndose de un lado a otro, creyendo que todos estaban asombrados. Pero los abucheos comenzaron.

A pesar de que el mundo ya conocía a los fenómenos, seguían considerando a Eunwoo como un monstruo.

Con el corazón destrozado, Eunwoo terminó su actuación y lloró en secreto. Los sentimientos de autodesprecio que había ocultado durante tanto tiempo resurgieron con fuerza, sintiéndose como una basura y, sobre todo, como una criatura que no debería existir. Los siguientes espectáculos continuaron según lo planeado, y todos lo veían de la misma manera: con miedo y disgusto.

Circus || BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora