—¿Quién podrá ser? —se preguntó Bin, con una pizca de nerviosismo en su voz, mientras observaba la puerta al fondo del oscuro pasillo.
El pasillo parecía ser el sendero hacia una inminente catástrofe, al menos así lo veía Eunwoo, quien se había refugiado en el pecho de Bin, buscando alguna forma de sentirse seguro.
Otro golpe resonó en la puerta, esta vez con más fuerza. Bin intentó tranquilizar a Eunwoo, asegurándole que todo estaba bien, antes de separarse de él y encaminarse hacia la entrada de la casa. Observó por la mirilla, pero no vio a nadie afuera. Intrigado, giró el picaporte y abrió la puerta.
Jinwoo estaba de pie, sonriéndole con la cabeza de lado mientras se sostenía de su bastón a la izquierda.
—¡Hola, viejo amigo! ¿Cómo has estado? —saludó sonriente, acercándosele y extendiéndole la mano.
La presencia inesperada de Jinwoo dejó a Bin en shock por un momento. ¿Qué hacía ese tipo allí, de pie frente a su casa? ¿Por qué no se había ido con el circo? ¿Y cómo sabía dónde encontrarlo? Tragó saliva con dificultad y cerró la puerta con rapidez, sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda.
—¿Quién era? —preguntó Myungjun, visiblemente desconcertado por la reacción de Bin.
—Jinwoo —respondió Bin, con la voz temblorosa.
—¿J-Jinwoo? —Eunwoo comenzó a temblar—. ¿Por qué sigue aquí? El circo se fue, él nunca abandona el circo.
Bin asintió con gravedad, poniendo una mano en el hombro de Eunwoo.
—Tienes que esconderte, ¿sí? Ve a la habitación y no salgas hasta que vaya por ti. ¡Rápido!
Eunwoo hizo caso de inmediato a sus palabras, encerrándose en su habitación y colocando seguro para que no pudiera entrar nadie. Myungjun se había quedado en la sala, expectante de lo que sucedería a continuación e incluso podría decirse que estaba dispuesto a ayudarlos. ¿Qué tan aterrorizado debe de estar Eunwoo para que reaccionara de esa forma?
—¿Ahora sí me vas a saludar? —preguntó Jinwoo, quien se encontraba exactamente en la misma pose con la mano extendida.
—Hola, Jinwoo. ¿Qué haces por aquí? —respondió Bin, tratando de mantener la calma mientras su corazón latía desbocado en su pecho. No podía evitar sentir un escalofrío recorrer su espalda ante la presencia del hombre frente a él. Jinwoo, al ver que su saludo no era correspondido, retiró la mano y enderezó su postura.
—Yo... solo estaba paseando y me pareció bien visitar a un amigo mío. ¿me permites pasar? ¡Hace mucho frio estos días! Se traje se puede arruinar. —la sonrisa que le daba no le inspiraba confianza en lo absoluto.
Bin vaciló por un momento, tratando de decidir qué hacer. Sabía que dejar entrar a Jinwoo podría ser peligroso, pero tampoco quería provocar una confrontación directa. ¿Qué debería hacer en estos casos?
—Y-Yo...
—¡Qué hermosa entrada la tuya! —exclamó una voz detrás de Bin, quien se sorprendió al darse cuenta de que alguien había entrado en su casa sin que él lo notara. Se giró para encontrarse con la figura de un hombre que parecía haberse materializado de la nada—. Tu hogar tiene un encanto rústico y ordenado. Transmite una sensación de confianza y seguridad. Los Moon deben considerarlo una verdadera reliquia familiar.
Bin cerró la puerta tras de sí, sintiendo cómo la seguridad que antes emanaba su hogar se desvanecía ante la presencia de aquel extraño que inspeccionaba cada rincón como si le perteneciera.
—Oh, veo que tienes visita. —comentó, dirigiendo su atención hacia Myungjun, quien estaba sentado en el sofá esperando su llegada—. ¡MJ! Qué sorpresa tan agradable verte de nuevo. Mis saludos más cordiales. —hizo una reverencia y extendió su mano para que Myungjun la tomara, besando luego sus nudillos—. ¿Qué hace una persona tan distinguida como tú aquí?

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Circus || Binwoo
Fanfiction"¡El circo ha llegado, pasen todos y disfruten de nuestras maravillas!". Cuando Moonbin decidió ir a aquél circo, nunca se llegó a imaginar lo que encontraría dentro. Acróbatas, payasos, leones, osos, y sobre todo... fenómenos. Gente única en su tip...