Luz Oscura: Cap 15/ El principio del fin

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En el camino de regreso, tanto Alan como Keir notaron lo alarmantemente callada que estaba Lemi.

Los cinco días de regreso fueron una tortura para todos.
Por mucho que Alan le pidiera que Lemi que le contara si algo malo había ocurrido, esta siempre le decía que estaba bien, solo estaba cansada, pero aún así, no dormia en ningún momento.

Cuando llegaron a Hourede, era de madrugada, casi comenzaba a salir el sol, y por primera vez en cinco días, Lemi cayó en un profundo sueño.

—Alan, vamos al tejado, quiero ver cuando empieze a amanecer.

Alan sabía que no quería ver el amanecer, lo odiaba, solo era una excusa para hablar lejos de Lemi.

Ya en el tejado, se quedaron callado unos cuantos minutos, hasta que finalmente Keir hablo.

—Los dos sabemos que Ely le hizo algo a tu amorcito.

—...Si.

—Tú y yo sabemos que esa niña está lejos de ser un angél.

—También.

—Y sabemos que la unica que nos puede ayudar ahora es Zeitaika.

—Pero no nos va a decir nada, porque lo tiene prohibido. —completo Alan, acostandose—...¿Quieres intentar convencerla?

—...Si. Creo que podría tener algo que ver con el libro y la cueva.

—¿Por qué lo crees?

—Ainsley tiene algo, no sé lo que sea, pero tiene algo oculto en uno de sus bolsillos. No ha quitado las manos de sus bolsillos desde que regreso a tieera firme.

—También lo note, pero no creo que sea porque oculte algo.

—Te confias demaciado.

Alan rio levantandose, viendo como el sol comenzaba a aparecer, alejando a las estrellas y la luna poco a poco.

—Lo sé, y me gusta.

—Pero sufres.

—Sufrir es humano.—se encongio de hombros.

—Pero no eres humano, somos representaciones.

—Lo sé, y lo odio.

—Vamos, ya deja de quejarte. Vamos a vivir por toda la eternidad, no sentimos dolor físico ni sentimental, ¿por qué te quejas?

—Porque quiero un día morir, quiero sentir todo tipo de dolor, quiero crecer, quiero todo eso que los humanos hacen y sienten.

—Pero no podemos.

Alan suspiro.—Lo sé, y ya aprendí a vivir sabiendo eso.

—Alan...

—Ya que, supongo que no podemos tener todo lo que queremos.

—Alan no quiero que...—fue interrumpido.

—¿Preocupado por mi? Eso es nuevo, aunque siempre supe que ma amabas, mi hermanito tan lindo, tierno y...

—No cambies de tema, estoy hablando encerio Alan. No quiero que tengas ese tipo de pensamientos, lo unico que haces es lastimarte más, aún cuando no lo demuestres.

—...Estoy bien, te lo puedo prometer. Como lo dije, ya aprendí a vivir con ello.—le dio un pequeña sonrisa, esa misma que Keir tanto odiaba, porque sabía que no eran sinceras, no eran alegres, eran triste y desoladas.

Keir lo vio levantase e irse a la torre.

Si alguien lo viera, primero pensaría que era indiferente a lo que sea que hubiera hablado y escuchado, pero mientras más lo mirara, podría ver en sus ojos la angustia por su hermano.

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