Cueva
¿Qué haces cuando eres la unica persona del mundo con conocimientos en magia? Exacto, lo usas para el mal.
En un tiempo en el que o robabas o te robaban, ¿no usarías esa magia a tu favor?
En ese tiempo, donde el que no era ladrón, era pendejo para dejarse robar, paso unos pocos siglos después de la creación del universo. En esos años existio un joven, normal en todos sus aspectos, no había nada que resaltar en él.
Su rutina diaria se basaba en salir a vender frutas, robarle a la más pobre alma inocente, y no dejarse robar.
Hizo esa rutina hasta sus 20 años, cuando en su camino de regreso a su hogar, comenzó a llover como él nunca había visto.
Le fue imposible seguir su camino, por lo que al encontrar un cueva, no dudo en entrar allí.
La cueva era tranquila, silenciosa, demaciado, tanto que ya nisiquiera podía escuchar las gotas de la lluvia cayendo con fuerza. Al entrerse más en dicha cueva, el joven vio luz, y la siguió.
Camino por un tiempo, quizas segundo, tal vez minutos, o horas...Quien sabe, él perdido la noción total del tiempo, lo unico que sabía, es que en algún momento llego a la fuente de esa luz, siendo esta una vela.
—¿Por qué hay una vela aquí? —, se preguntaba —.¿Alguien está aquí también?
Con sus dudas floreciendo, comenzo a sentir algo de miedo de no estar solo, pero pronto ese miedo se fue, dejando solo a la curiosidad.
No muy lejos de donde estaba, se encontró con unas hojas con algunos escritos. Algunos parecían historias, otros diarios, pero todos tenían algo en común, hablaban de un mago.
Si el hecho de encontrar un vela en medio de una cueva silenciosa, y además encontrarse un montón de hojas tiradas era bastante extraño, lo que más le sorprendió fue una cosa.
—¿Cómo mierda los puedo leer? —se decía a si mismo.
El nunca tuvo una educación, no sabía nada de letras y solo lo básico de números, nada más, pero aún así, podía leer perfectamente dichos escritos.
Con su curiosidad al 100% decidió leerse todas las hojas que encontró, en total unas 700, tal vez incluso más. Pero de todas esas hojas, había uno que le llamo totalmente la atención, "Lugar no indentificado", era probablemente el más largo y difícil de leer por la letra tan pequeña que se uso.
Después de un rato intentando comprender el escrito, lo logró con algunas frases como:
"...no estoy seguro que como estoy aquí
...tengo miedo de salir afura...¿Qué carajos es este lugar?...Hoy salí, y confirmo mi hipótesis, no estoy en casa..."Pero la frase que robo toda su atención fue: "...Si lees estoy, no te asustes. Va a ser difícil salir de la cueva, pero por eso dejo estos escritos, para que puedas salir..."
Hechizos...¿era eso posible acaso?
Él no lo sabía, pero valia la pena intentarlo, ya estaba allí después de todo.Grande fue su sorpresa al darse cuenta de que todo eso era verdad, esos eran hechizos, no solo cuentos, ni historias...
Bien, tenía nuevo entretenimiento.
Lo malo es que en esos escritos no venía la reseta para juventud eterna, y aunque ese joven intento buscarlo por su cuenta, tampoco pudo crear un hechizo así.
¿Tienes curiosidad por saber quien era el joven o por saber quien era la persona de las hojas? Bien, yo soy el joven que entro a esa cueva, solo que ya no tan joven, y sobre la persona de las hojas, a mi también me gustaría saberlo. Supongo que hay secretos que el universo no quiere que sean revelados.
¿Por qué escribo esto? Por nada, solo estoy aburrido. Mientras más crezco, más aburrido me vuelvo.
Mierda, de verdad debí crear un hechizo para la juventud eterna.
Espero que la chica que entrene lo logre, pero si ella no puede, tal vez, si estás leyendo esto, lo logres tú.
Por algo pasan las cosas, supongo.
(...)
Ely leía esa hoja sin ninguna expresión, en su habitación, cuando fue interrumpida por su madre.
—Bebé, ¿todavía no duermes? —preguntó su madre mientras nadaba para acercarse a ella.
—No tengo sueño mami. —hizo un puchero, mientras con suma cautela dejo la hoja debajo de su aleta, y estiraba los brazos para pedir un abrazo de su mamá.
—Mi amor, tiene que dormir, es muy tarde. —Acuazean la abrazo con suavidad.
—Pero no puedo...¿Me cuentas un cuento?
—¿Qué cuento te gustaría?
—¡Uno de magia! —exclamó con esa sonrisa que derretiría de amor a cualquiera.
Acuazean acaricio lentamente su cabello, sonriendo levemente.
—Acuestate bien y arropate, el cuento será mejor.
Ely hizo caso con esa aura alegre.
Cuando su mamá termino de leer, y creyendo que ella estaba profundamente dormida, se fue, dejando a esa niña con cara de ángel que enrealidad era un pequeño deminio por dentro.
—...Necesito ese libro. —pronuncio, cerrando sus ojos, tratando de realmente dormir.
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Último capítulo antes de entrar a clases :'^ Espero les guste ^^
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Luz Oscura
RandomLas cosas, ¿son lo qué parecen? Un pequeño príncipe, tan lindo, inocente y adorable, con un corazón lleno de amor y alegría. Era la alergía de su reino, todos lo amaban, ¿verdad? Todos amaban a sus padres, ¿cierto? Su pueblo estaba feliz, ¿no? Es...