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El bar del pueblo estaba lleno. Me había escabullido un rato de Mizu para poder tomar algo que me hiciera entrar en razón.

¿Qué diablos había echo la noche anterior, y porqué estaba tan avergonzada?

Qué vergüenza!!

Mizu debe estar odiándome, tal vez. Luego de ello, la noche anterior, bese su frente, le di las buenas noches y me fui a mi cama. La trate como a una niña pequeña sin darme cuenta. Debe estar incomoda, me temo.

Pido un trago fuerte para calmar mi nervios y me siento en la barra. Todo lleno de hombres y prostitutas.

-Que hace alguien como tu, tan diferente y bonita en una pocilga llena de putas -dijo el tabernero.

Pero no respondí, solo sonreí y volví mi mirada a otro sitio.

-Oye! -continuo -Hablo en serio. Pueden matarte si te ven -siguió limpiando la barra -¿Oriente? Han matado a muchos por estos lados, el único que han dejado vivir es al cocinero del restaurante del señor Williams, porque cocina delicioso.

Volví a ver al tabernero.

-Dime, quien ha dado esa orden? O es por puro libertinaje y diversión.

-¿Diversión? Acá nada se hace por diversión niña -volvió a su postura, se sonó la garganta y continuo con su labor.

-Responde...

Permaneció en silencio, sin embargo un murmullo salió después: Debe ser obra de Skeffington o del maldito Routley...

-Quienes?!! -insistí.

-Nadie, no he dicho nada!! -sonó algo violento.

-Entonces debes conocer a Fowler...

-CÁLLATE MOCOSA!

Silencio total en el bar y todas las sombrías miradas apuntaban hacia a mi. Podría jurar que fue el silencio mas infernal y eterno en el que me he sometido. De nuevo yo tan inoportuna.

-Es mejor que cierres la boca, salgas del bar en silencio y no vuelvas -murmuró el tabernero solo para mi.

-No, no señor, esta mocosa de aquí no se va -dijo un rubio alto y fuerte, conduciendo rápidamente una pistola hacia mi cabeza -Esta niña me dirá lo que sabe o de lo contrario no saldrá viva de este lugar -amenazo juntando mas su arma en mi frente.

Mi cuerpo estaba temblando del pánico. Como era posible que había venido aquí para relajarme y resulta que ahora estaban a punto de dispararme.

-HABLA!!! -Continuó el rubio alto.

-Suelta esa pistola ahora mismo o no querrás perder el brazo -esa voz, esa gruesa voz era de alguien que había venido a salvarme, tal vez.

-Y tu quien mierda eres -ahora apuntaba su arma a Mizu.

-No te metas con ella!! -dije atrevidamente, como si tuviera como defenderme.

-Cállate Lim -mencionó Mizu -Quita esa sucia arma de mi cabeza o te quedaras sin brazo.

-Ella? Eres mujer! Vaya, no lo pareces.

Ahora era yo la expectante de un posible escándalo.

Todos abucheaban a ambos; uno por problemático y a otra por defenderme.

-Tu amiguita o lo que sea acaba de pronunciar un nombre muy peculiar -el rubio acercaba mas la pistola a la cien de Mizu -...Fowler ¿Cómo es que lo conocen? -continuo. Mizu volvió su mirada hacia mi con angustia. "Lo he arruinado todo" era lo que rondaba por mi mente. El rostro de ella me decía que estábamos ahora en peligro.

-¿Fowler? Que extraño nombre -mintió la ojiazul.

-Crees que soy imbecil. Eres una mestiza japonesa, mira ese azul en tu mirada y mira esos ojos tan rasgados. Todo en ti es horrible. Una mala mezcla diría yo -me hervía la sangre de tan solo escuchar a ese idiota. Mala mezcla? Como se atrevía a llamarla de ese modo -Y mírala a ella, una japonesa autentica, sin embargo no dejan de ser una raza repugnante -imbecil.

La ira en Mizu era notoria. Quería matarlo, pero se contenía, se contenía mas de lo que yo podría contenerme.

-Si no bajas esa maldita arma te juro que te matare -Mizu hablaba muy en serio.

-Matarme? Tu a mi? Vendría media mafia inglesa a por ti y no creo que puedas con tanto... -el rubio le susurro muy cerca al oído. Y ella tragó saliva. Sabia que era imposible derrotar a fuerzas de ese tipo. Ellos tenian armas y ella solo una espada, junto a una compañera que usaba un arma aun mas arcaica. Un arco.

-Puedo derrotar cientos de ustedes con esta misma espada.

-Claro, un ejercito con armas de fuego. No seas tonta mujer -trataba de intimidarla pero ella seguía firme -Y si ves a Fowler... bueno, si estas a punto de matarlo, porque se nota a leguas que eso quieres, dile que Skeffington tiene... o tenia algo mucho peor preparado para el y que tuvo suerte de que una buena para nada, lo matara -dio es el blanco por el semblante que inmediatamente se creo en el rostro de Mizu.

Quedando perpleja y casi sin habla.

-Skeffington? Donde puedo encontrar a ese sujeto -su rostro de desespero la dejaba al descubierto. El rubio sabia que eso era lo que quería.

Yo negaba con la cabeza, tratando de decir que parara, que guardara silencio. Le estaba dando todo lo que el quería.

-Mizu, debemos irnos!!! -alce mi voz para que supiera que era en serio.

-Ah no no no señoritas. Esta plática está interesante -el hombre me aparto bruscamente de ella, para seguir emboscandola. La tension del bar se hacia mas hostigante, la gente se miraba unas con otras. Las prostitutas estaban atemorizadas y algunas salían del lugar. Poco a poco, la gente salía del bar para evitar inconvenientes.

- Y con quien tengo el gusto -la ojiazul le reto.

-Con uno de los sujetos que seguramente también quieres matar, samurai de ojos azules -sonrío el hombre satisfecho -Pensabas que no sabia de ti mestiza.

La confusión y la angustia ahora se notaba en nuestros rostros. Mizu había quedado sin palabras y yo, estaba frustrada de no poder hacer nada por defenderla. Porque de por si, no tenia ni pisca de idea de que estaba sucediendo en este lugar.

-Me presento, soy Routley. Y créeme, sera difícil volverme a encontrar. Sera muy divertido verte morir... -culmino su discurso, guardo su arma y salió como un fantasma por la puerta del bar.

ENSÉÑAME A AMAR |FEMREADER X MIZU |SAMURAI DE OJOS AZULESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora