13

213 38 4
                                    





Mizu


Tocaban a la puerta. Debía ser Ringo con comida y medicinas. Pero no, eran hombres de Skeffinton. Mi corazón latía al mil, casi que queriéndose salir, cuando me han tomado desarmada dejándome inmóvil y viendo como tomaban a Lim para llevársela con ellos.

ELLA NO TIENE QUE VER EN ESTO!!!! Déjenla, por favor!!! Grité casi hasta quedarme sin voz, pero ellos hacían caso omiso. Lim siquiera podia gritar, y la incertidumbre me consumió de inmediato, me comenzaba a sentí asustada y angustiada. La ansiedad comenzaba a escabullirse por mi cuerpo como una enfermedad. Estaba, en resumidas palabras, muriendome.

-Tomaremos esto -dijo un hombre de la manera mas desagradable dirigiéndose hacia mi -Y si no te gusta, encuéntranos si puedes -río degeneradamente.

-Los encontrare y los voy a matar lentamente hasta que imploren por sus vidas -mi ceño se arrugo hasta doler.

-Samurai... para cuando nos encuentres tu amiguita estará muerta... no te das cuenta? -su comentario logro derrumbarme, agache la cabeza para contenerme. ARHHHGG!!! Esboce de la ira pero sobre todo de la impotencia que estaba sintiendo al estar amarrada. Los hombres que me habían acorralado no habían perdido el tiempo solo sujetándome. Por suerte mi espada estaba a un costado de la cama y podría librarme rápidamente de las ataduras. Mi respiración se agitaba cada segundo que pasaba, y tan pronto esos asquerosos hombres se marcharon, libré el llanto. Lloraba de dolor, de impotencia, de ira y de frustración. Todo junto en un llanto que podria escucharse hasta la ciudad. Lim era tan importante como esta venganza habría sido tan importante toda mi vida. Ahora ella era parte de mi y me lo estaban arrebatando, ese pedacito de felicidad, me lo estaban quitando tan fácilmente y de nuevo no había hecho nada para evitarlo.

Me estaba odiando hasta mas no poder. Me estaba detestando. De verdad yo era un monstruo. La peor de todos. Respiraba rápido para calmarme. Golpeaba el suelo para castigarme hasta que mis dedos empezaron a sangrar.

De verdad yo no merecía ser feliz?

De verdad el amor no era para mi?

De verdad sobreviviría si lo que encontraba era el cuerpo sin vida de Lim? No quería ni planteármelo. Porque juro me torturaria para siempre.

No continue martirizándome aunque hubiera querido, y simplemente me levante, tome la espada por mi espalda hasta acercarla a mis manos atadas, me moví de arriba abajo por la parte del filo y las ataduras cayeron en cuestión de segundos. Tome mi espada, dos pistolas de Lim que había robado, y la mochila de Ringo donde había suficiente munición. Salí rápido por la puerta y emprendí mi búsqueda sin pensármelo mucho.






-





Lim


Una punzada en la cabeza hizo que poco a poco abriera mis ojos. Todo me daba vueltas y las nauseas eran incontrolables. Todo el cuerpo me dolía también, tenia mas heridas que antes y mis articulaciones estaban moradas e hinchadas.

ARGGGG!!!!

Ahora que había recuperado la conciencia todo dolía el triple. No soportaba el dolor, así que mis lagrimas comenzaron a salir sin parar.

-Llora hasta que no sientas nada pequeña -dijo una voz. No la reconoci para nada. Pero no parecia querer reconfortarme. Permanecí en silencio ahogándome del dolor. -Y dime, como es que conoces al samurai? Tienen las mismas habilidades?... me temo que no -juzgó acomodando sus manos en el mentón, pensativo -No, tu te vez débil... además, eres una excelente rehen, lo sabias? -caminaba de un lado a otro y a mi alrededor. El lugar era oscuro a pesar de que sabia que era de día. El vago alumbrado interior no me permitían verle con claridad. -Tal vez el samurai ya este en camino a por ti y pondremos fin a esta piedra en el zapato! Lo mas probable es que muera entrando a esta morada llena de asesinos -dijo muy orgulloso. Yo en seguida lo miraba.

-El... samurai... no sabe como... morir -balbuce.

El rio. Rio fuerte, a carcajadas.

-Niña! No ha muerto porque yo no se lo he permitido -comentó seguro de si mismo. Parecía ser muy prepotente -O dime si el samurai vendría a por ti sabiendo que eres nada mas y nada menos que la sobrina de Heiji Shindo... -mis ojos se abrieron enormes y le mire enseguida -Qué eres Lim? Una espía? Te aliaste al samurai? O quieres matar al samurai? -lentamente apunto con su arma en dirección mia. -Aunque, no valdría la pena sabiendo que todos ellos ya están muertos, verdad? De que serviría Lim Shindo?

Entonces por aquella razón, el nombre de Fowler se me había echo tan familiar. Mi tia solía nombrarlo cuando yo estaba mas pequeña. El estaba involucrado con estos tipos. El era culpable en parte del sufrimiento de Mizu, y yo, yo era su sobrina.

-Ahora solo quedo yo... y hare lo posible por que el samurai muera de una vez por todas, maldición!!! -disparó a mi pierna.

ARGHHH!!! Dolía, todo dolía. El llanto no cesaba y menos el dolor.

-Ohhh no!! Ya me acorde, tu eras la pequeña a quien quería refugiar en Londres. Claro!! Pero como pasa el tiempo!! Y mira que vueltas da la vida, ahora yo te estoy disparando cuando prácticamente llevo casi 20 años protegiéndote -se tumbo a carcajadas -Pero que ironía!!!

-Protegiéndome? -pregunte a duras penas.

-Claro!! O que pensabas? Que una vida de lujos te la daría Heiji? O tu madre? -tomo mi cabello con brusquedad hasta hacerme gritar. -Pero ahora que Heiji no esta y sabiendo que eres la debilidad del samurai, te juro que deseo con todas mis fuerzas matarte!!! -el desprecio era evidente en cada palabra que pronunciaba. Ahora, estaba atemorizada, no quería morir, no quería morir lejos de Mizu, quería verla y disculparme por haberle ocultado esto, que, aunque no estuviese enterada del todo, yo era familia de alguien que fue complice de su sufrimiento. Tal vez, si merecía morir, pero moriría feliz si por lo menos la vida la traia de inmediato a este instante.

-Ella vendrá por ti y te matara... -dije, tan fluido que parecía que el dolor se había ido por completo.

-Ella? El samurai es una mujer? -estaba consternado. Casi que aturdido. -Me estas diciendo que la persona que acabo con casi 500 de mis hombres es una mujer?

-Si, y podrá con 500 mas si así lo deseas -me sorprendía como mis palabras fluían, tal vez, ya iba a morir?

De repente unos pasos muy pesados resonaban afuera de la habitación.

-Si, soy mujer, tienes algún problema con ello?

Mizu.

Su cara cubierta de ira era la protagonista ahora. Su cuerpo cubierto totalmente de sangre era la prueba viviente de que había derribado a otro 500 hombres y sus ojos azules, alumbraban de la furia que estaba sintiendo. Ella había venido. Ella había atravesado ese arsenal para llegar acá. Y yo, yo no merecía ya nada de esto.

Pero mi Mizu estaba allí, y tal vez ya podría morir feliz de verla, aquí en este lugar donde mas desee haberla visto unos minutos antes.



~~~~~~

Perdón la demora, he tenido demasiado trabajo y estos días demoraré en actualizar, los quiero y gracias por leer ❤️🥹💕😍

ENSÉÑAME A AMAR |FEMREADER X MIZU |SAMURAI DE OJOS AZULESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora