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Me gire justo para buscar a Mizu en la cama, pero su espacio estaba vacío. Toqué su espacio como si de repente fuese a aparecer, sonreía, palpaba su almohada y su lugar. Su aroma había quedado impregnado en su sitio y en mi cuerpo. Mi cuerpo estaba cubierto por las sábanas blancas, cubriendo el desnudo que continuaba de la noche anterior. Suspiraba y pensaba en que esperaba que todas las noches fuesen como aquella.

Miraba mi mano izquierda donde estaba mi anillo. Que accesorio tan hermoso. Definitivamente Mizu había hecho un excelente trabajo. Lo detallaba y no encontraba ninguna imperfección a pesar de lo delicado que era. Ahora yo era una mujer comprometida, seria dentro de poco la esposa de alguien. La esposa de una mujer maravillosa.

-Buenos días mi amor -entraba la ojiazul contenta por la puerta de la habitación, sosteniendo una bandeja con lo que parecía ser el desayuno -Ringo lo ha hecho para nosotras, espero te guste.

-Todo lo que hace Ringo es exquisito -respondí luego de llevarme una cucharada de comida a mi boca -Hoy te levantaste muy temprano.

Ella sonrió apenada.

-Dime, a donde fuiste Mizu -pregunte suave mientras seguía comiendo.

-Solo fui a entrenar al bosque un momento...

Porque parecía ser una excusa. Definitivamente Mizu no sabia mentir. La deje ser y continuamos devorándonos el desayuno en silencio, pero Mizu parecía un poco inquieta.



-


Mizu



Sabía que Lim no había creído una palabra, pero extrañamente no preguntó nada mas y desayunamos en silencio.

Me encontraba nerviosa y con esta seria la excusa número tres en inventarle para ocultar lo que he estado haciendo junto a Ringo. Ringo ha estado atento a todos los preparativos. Aquella noche luego de confesarme, pase un hermoso tiempo con Lim, sin embargo, luego de que se quedase dormida decidí pasar por la cocina y buscar algo que tranquilizara mis nervios.

-Maestro... es mas de media noche, te hacia durmiendo -Ringo se encontraba como si nada en la cocina.

-Tu deberías estar durmiendo también Ringo...

-Te apetece un te? -pregunto gentil.

-Si... algo para estos nervios, por favor -sonrió genuinamente y comenzó a preparar el te.

Mire sobre el lugar que había estado sentado. Lápiz y papel, mucho papel.

-Puedo preguntar que estas haciendo?

De repente se emocionó. Parecía haberle hecho la pregunta que había estado esperando.

-Maestro... de verdad estoy muy feliz por ustedes dos y... -pareció un poco avergonzado pero no duro tanto la vergüenza -He estado planeando un par de cosas, mira -varios papeles ahora eran puestos casi que en mis narices -Platillos de bodas, un pastel tal vez y mira... flores, sabes que flores son sus favoritas? Bueno, tampoco podríamos ponernos exigentes porque estamos en un pueblo... mejor no le preguntes. Que tal este traje? He estado hablando con el sastre de la calle 4 y dice que estaría feliz de hacerles unos trajes de bodas. No te parece extraño que no digan gran cosa por ser mujeres? Maestro y que tal si...

-Ringo, detente!!! -olvidaba lo parlanchín que podría llegar a ser -Solo... quiero que todo salga bien.

-Déjalo en mis manos, solamente me emocione -sus expresiones eran similar a las de un niño pequeño emocionado por algún juguete -Todo saldrá bien... y, aquí esta tu té.

ENSÉÑAME A AMAR |FEMREADER X MIZU |SAMURAI DE OJOS AZULESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora