8.5

388 58 6
                                    

En el lago la pasada noche

El lago cristalino era relajante. El agua tibia servia para curar nuestros músculos cansados de tanta caminata.

Luego de un largo silencio... Mizu respondió.


-Si, debemos aclarar ciertas cosas... -por fin pronuncio palabra.

-Dime que cosas... estoy dispuesta a escucharte toda la noche Mizu -dije sincera.

Suspiró fuerte. Estaba relajada por el agua y parecía querer hablar con honestidad.

-Tengo 29 años. Soy una bastarda y es como una maldición para mi. Estoy en busca de esos hombres para matarlos. Necesito vengar a mi madre y mi vida entera. Siempre fui tratada como un monstruo. Siempre fui rechazada y golpeada. Hasta que un día, un ángel apareció. El padre espada, así le llamamos. El fue quien me acogió y me enseñó muchas cosas y sobre todo, a fundir espadas... -decía mirando al agua -En los tiempos libres entrenaba para volverme ágil con la espada y lo conseguí. Derrote a todos los aprendices de un Dojo, incluidos un samurai de alto rango... Taigen -me miro, había un vacío en sus ojos -Tuvimos una travesía espantosa, yo buscando a Fowler y el a su prometida. También, estuve casada, tal vez esa parte no te guste mucho, pero no puedo saltarla. Estuve casada con un hombre por meses; al inicio fue incomodo, pero logramos entablar una relación, aunque no sirvió de nada ni tampoco duro mucho porque esa persona decidió traicionarme, me entrego para ser asesinada...

-Entonces... fue tu esposo quien te entrego -se me partía el corazón.

-Si... pero logre superar esa experiencia muy rápido -dijo firme -Estaba mas dispuesta a seguir mi objetivo que a decaerme por algo así. Todas esas experiencias son las que han ayudado a ser la persona que soy ahora. Estoy completamente capacitada para luchar cuerpo a cuerpo con un ejercito si es posible...

-Por qué de tu apariencia masculina? -pregunté curiosa.

-En Japón la mujer es un símbolo de sexualidad y debilidad. Somos una carga, una mercancía, somos tontas. Y para alguien como yo, era complicado ser bastarda y ser mujer... asi que, la vida seria un poco menos complicada si caminaba por ella como un hombre.

-Comprendo... Mizu, eres hermosa. Y me alegro demasiado de que me cuentes tu vida, de lo que te ha pasado y lo que has sufrido. Pero me gusta esta Mizu, me gusta lo que veo a diario. Me guata incluso tu amargura...

Ella solo me miraba sorprendida. Preguntándose tal vez, como era posible que no estuviese espantada.

-Lim, estuve casada. Estuve con un hombre... no te da asco? -pronunció rápidamente.

-Estas dispuesta a estar conmigo? Aun siendo yo una mujer? No te da asco? -pregunté expectante.

-Lim... esto es nuevo para mi -tocó su ceño -Esto que hacemos, bueno, lo que hicimos aquella noche solo he visto que se hace en un lugar y es el burdel de Madam Kaji, donde solo iba la gente con gustos exóticos...

-Te parece que lo que siento por ti es exótico? -volví a preguntar curiosa, quería cuestionarla hasta donde fuera posible.

-No me refiero a eso, me refiero a que... es algo tan... nuevo. Lim... -su voz se hizo un hilo -Nunca alguien me había provocado un dolor en el pecho, tener las manos sudorosas o un corazón latiéndome al mil. Al inicio estaba confundida, pero para ti, era mas fácil interactuar de ese modo -su semblante ahora mostraba angustia -Lo medite tanto preguntándome ¿Que es esto? ¿Porqué mi corazón se quiere salir del pecho? ¿Que sucede con ella? Esto es tan nuevo para mi que...

-Qué... dime Mizu -me empezaba a angustiar.

-Me gustaría que... -hizo una pausa -Me enseñarás a amar Lim... -dijo por fin mirándome con una sonrisa que jamás habia visto sobre su rostro. Vaya, que preciosa.

La miraba aliviada, sonrojada por supuesto y con mi corazón queriendo explotar. Quería esto, deseaba esto y ahora tenia la oportunidad.

-Mizu... -me había quedado sin palabras.

Ella bajo su rostro en vergüenza. Parece ser que jamas había pasado por algo así.

-Jamás le has dicho algo así a alguien, verdad? -pregunte genuinamente, yendo hacia donde ella estaba y tomando ese rostro que tanto me gustaba.

-Jamas -afirmo -Y tu, tu siempre eres tan tierna conmigo, siempre tomas la iniciativa, eres dulce y me tratas como a una niña. Cuando pude haber sido yo quien te tratara asi... -sonaba a culpa.

-Oye!! Eso no es cierto, no lo hiciste porque tal vez no sabias como, y lo comprendo totalmente. Y yo lo hice porque me nació ser así. Yo estoy bien con todo eso y ahora estoy muy feliz de que... me correspondas Mizu -tome su rostro y busque sus labios para juntarlos con los míos. Un beso que sabia a gloria.

-Dame tiempo para ser esa persona que quieres que sea -continuó -Tratare de no responder tan cortante o fruncir tanto el ceño...

-Son cosas que son de tu persona... no tienes que cambiarlas...

-Quiero hacerlo por ti...

Porque estaba tan conmovida. Esto me tomaba totalmente por sorpresa. Mizu hablando de sentimientos era algo fuera de este mundo y yo lo estaba viviendo ahora mismo. Mi pulso se aceleraba, mi respiración se hacia mas notoria y ella lo estaba presenciando. Estaba presenciando que yo estaba enamorada completamente de ella. Así que esta vez, fue ella quien tomo mis labios como suyos. Esta vez, tomo la iniciativa tal y como ella quería. De la forma en que ella sentía que era necesario. Tomaba mi cabello y lo ponía atrás de mis orejas. Acariciaba mis mejillas, besaba mi rostro, mi cuello, mi hombro. Todo con delicadeza y amor. Ella estaba siendo una mujer y no una asesina por primera vez. Estaba siendo una mujer que amaba a otra mujer, que había olvidado un poco el odio para amar a alguien. A mi, y yo estaba feliz. Tan feliz que había podido morir en ese momento y todo estaría bien.

ENSÉÑAME A AMAR |FEMREADER X MIZU |SAMURAI DE OJOS AZULESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora