16

219 32 5
                                    




Lim

Mi cuerpo ya no dolía tanto. Ya podia moverme y caminar aunque no con tanta facilidad. Los hombres de Skiffenton habían sido muy crueles, pero por suerte, la atención del doctor había sido impecable. Mizu y Ringo me habían estado cuidando muy bien, y la comida de Ringo cada vez era una maravilla. Había pasado semanas en cama y mi alimentación había sido vaga. Líquidos y mas líquidos. Ya era momento de deleitarme con los grandes tazones de fideos de aquel chico.

-Como te sientes hoy? Pareces de mejor semblante -me sorprendió Mizu entrando de improviso a la habitación.

-Buenos días amor -ella me miró sorprendida. Amor. Era la primera vez que la llamaba de esa forma tan directamente. Se sonrojo. No supo que decir -Ya no duele tanto al caminar, mi cuerpo se esta sanando.

-Me alegro de que estes bien -no dudó en acercarse y besarme. Ya lo hacia mas naturalmente -Espero que para estos días estes aun mejor, nos regresaremos al pueblo, pero antes pasaremos por Clovelly -comento contenta.

-Vaya, será un largo viaje -esbocé.

-Iremos a tu ritmo, no tienes de que preocuparte. Aun hay dinero así que podremos pagar un transporte de vez en cuando -aseguro.

Asentí. Le mire irse de nuevo, parecía estar ayudando a Ringo en los quehaceres. Mire mis vendajes blancos. Que fortuna ya no estaban manchados de rojo como antes. Y de inmediato, sin darle tantas vueltas al asunto me sentí feliz. Mire por la ventada y veía a una Mizu con un semblante precioso, parecía incluso mas joven, y un Ringo contento junto a su maestro. Los veía y veía a personas especiales, personas que eran importantes en mi vida ahora. Veía una familia.






-



Mizu

Pasamos cinco días mas en la casa de Madame. Dejamos el sitio impecable, le agradecimos y partimos camino a Clovely. Tomamos transporte para las afuera por el sur de Londres hasta llegar a la parada junto al bosque. Bajamos y nos adentramos en el. Extrañamente, recordaba estas hazañas con cariño, adentrarme en el bosque y acampar, el estar alerta y siempre precavida. No había pasado tanto tiempo, pero era el tiempo necesario para sentir que soltaba todo ese odio acumulado por años en mi cuerpo, lo estaba soltando y me sentía mas liviana ahora.

Aquella vez luego de haber fundido los anillos, fundí mi espada, raramente no había sido tedioso volver a forjarla. Mientras caminaba comprendía que tal vez, la hoguera purifico su acero e hizo que fuera mas fácil su recreación.

-Estas muy pensativa Mizu ¿Sucede algo? -pregunto Lim tomando mi mano. Aun estaba acostumbrada a caminar con mis manos entre mis bolsillos, así que su tacto calentó enseguida mi piel.

Sonreí. De verdad estaba tomando la mejor decisión. La única buena decisión en mi vida. Ella.

-Pensando en que quiero llegar a casa, que no se donde sea eso, pero quiero recostarme tranquilamente -conteste mirando el camino del frente. Ella sonrió.

-Chicos... tengo una idea -comentó entusiasmada -Cuando nos vayamos de Clovelly, no se que planes tengan pero... -la timidez la invadió un poco -Si no tienen a donde ir, porque no permanecen conmigo en la casa de campo de mi tia. Me ha dejado Mandame Rose una carta comentando que mi tia ha vuelto a Japón, Madame le ha dicho que me encuentro en buen estado y que he conocido excelentes amigos, puesto que mi tia había llegado con ella muy preocupada contándole que me había escapado de casa -rio un poco -Mi tía ha vuelto a Japón y ha dejado la casa de campo desocupada... y ya que esta enterada de que esos hombres ya no están con vida, se ha relajado y ha aprovechado para regresar, sin antes decir que me quería mucho. La casa esta a mi nombre, así que ahora es mía, solo mía y de nosotros si ustedes acceden a vivir en ella -sonrió tierna. Me contagiaba. Como podia estar de tan buen humor si aun tenia malestar en su cuerpo.

-EXCELENTE!!! Me apunto Lim... y tu maestro? -dijo Ringo muy feliz.

Sonreí suave. No quería demostrar que por dentro estaba carcomida de la felicidad.

Y si tal vez ese era el hogar que tanto había soñado para descansar?






-




Clovelly, Lim



Faltaba al rededor de dos horas para llegar a Clovelly, sentía algo intenso en mi corazón. Algo como un, lo logramos.

Entrando al pueblo pude observar como todos nos miraban, y corrían un tanto entusiasmados a no se donde. Nos mirábamos desconcertados pero en cuestiones de minutos veíamos al señor Williams, a Rick el contrabandista y a Jones el tabernero, saliendo de sus localidades para vernos expectantes y darnos la bienvenida.

-Estos imbeciles lo lograron!!! -comento fuerte Rick mientras se acercaba a nosotros.

El señor Williams nos sonrió grande desde la distancia y el señor Jones gritó emocionado alzando un poco de licor. De un momento a otro el pueblo nos aplaudía. Mizu se aferraba fuerte a mi, ha de ser que esto estaba fuera de su normalidad, o de la normalidad de nosotros tres, puesto que no sabíamos cómo reaccionar mas que hacer leves reverencias.

-La noticia llego hasta aquí en cuestiones de horas -dijo Rick -Solo estábamos esperando pacientemente a que llegaran.

Mizu hizo una reverencia con mucho respeto.

-¿Como es que siguen vivos? ¿Como acabaron con todo ese ejercito unos jovencitos? -comento Williams acercándose a nosotros -Aun estoy consternado, debieron pasarla muy mal...

-Si... hubo días en los que pensé que el maestro y Lim moririan, pero mantuve mi fe intacta -contesto Ringo muy orgulloso.

-Veo que tenías razón, no saben como morir -replicó Williams recordando el comentario que Ringo había dicho antes de partir aquella vez.

Nos recibió genuinamente y pidió que por favor descansáramos esa noche en su casa.

-Deben estar cansados, sientanse como en casa -nos mostró la misma habitación en la que habíamos dormido la primera vez allí. Mire a Mizu y ella sonrió. Ya no discutiríamos por quien dormía en el suelo o en la cama.

Ringo adelanto cuaderno con el señor Williams mientras preparaban la cena, Mizu les miraba silenciosa y yo organizaba la mesa para cenar.

-Bueno, los dejo a los tres para que cenen en tranquilidad -el señor Williams abandono la cocina rápidamente como un fantasma.

La cena olía exquisita, todo se veía tan apetecible ademas de que era totalmente merecida esta comida. Ringo sirvió a cada quien, agradecimos y comenzamos a cenar.

-Hmmmh, esto esta delicioso Ringo -comente emocionada. Apesar de que en todo el viaje habíamos comido bastante bien, teníamos rato de no probar una comida casera.

-A propósito... maestro ya le has dicho a Lim lo que tienes en mente?... -una tos de Mizu lo interrumpió, parece haberse atragantado con la comida.

-Decirme que?

-RINGO!!! -cortó la ojiazul rápidamente fulminandolo con la mirada.

-Lo lamento... no, no es nada Lim, solo...

-RINGO! Solo cállate, quieres? -Mizu parecía fuera de sus cabales. Sea lo que fuera, permanecí en silencio aunque también con la intriga.

Continuamos comiendo en silencio, sin embargo, tenia a una Mizu en frente muy nerviosa, que en menos de nada termino su plato y se levanto sin decir nada de la mesa.

Que habrá pasado? Que era eso que debía decir? Y porqué había pedido a Ringo silencio? Algo andaba mal?

~~~~

Hola, como están? Estamos a nada de culminar la historia 🥹 espero y les haya gustado 😍😍😍

ENSÉÑAME A AMAR |FEMREADER X MIZU |SAMURAI DE OJOS AZULESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora