JIN
Estaba en mí auto frente a su edificio. No me decidía a entrar. Es la una de la mañana, seguramente ya esta noba dormida. Y más habiendo salido de su turno del hospital hace unas tres horas. Habrá llegado a ducharse, a prepararse la cena y luego a dormir. Mañana tiene dos cirugías y una larga lista de pacientes que atender por lo que volvería a salir tarde. Sí, está durmiendo. No voy a ser tan cruel de despertarla sólo porque quiero escuchar su voz y besarla de nuevo.
-Descansa, mi amor - dije con melancolía arrancando mí auto dispuesto a irme a mí departamento.
Cuando sólo avancé un par de metros, escuché y ví una moto doblar la esquina a toda velocidad. La reconocí de inmediato. Era él pero no estaba solo. Ella lo abrazaba fuerte por la cintura mientras reían a carcajadas. Llevaba puesta su campera de cuero negra favorita llena de tachas con un dragón bordado en la espalda. Apreté el freno y puse el freno de mano. Los vi entrar al estacionamiento y desaparecer de mí vista. Tragué duro conteniendo la respiración. Me mareé un poco y busqué el inhalador de emergencia que siempre llevo en la guantera. Di dos aspiraciones y fui regulando el aire que poco a poco entraba a mis pulmones.
-No puede ser. TN, mí amor, no me hagas esto. Por favor.
Con todo el dolor de mi alma salí del auto dispuesto a entrar al edificio y subir a su departamento pero qué le diría si ella me lo dejó bien claro cuando le declaré mi amor.Flashback
Fui a verla a su consultorio. No soportaba más su silencio. Me estaba matando. Sabía que había atendido a su último paciente del día. Entré sin siquiera llamar. Estaba sentada frente a la computadora. Me miró extrañada ante mí intromisión y aún así se puso de pie e hizo una leve reverencia. En ningún momento me regaló una sonrisa sino que esquivaba mí mirada hiriéndome cada vez más. Fui directo al punto. No podía seguir viviendo sin que ella conociera mis verdaderos sentimientos.
Rodeé el escritorio y tomé sus manos entre las mías llevándolas a mi pecho.
Con esta acción finalmente me miró.
-Déjame demostrarte cuánto me importas. Puedo darte todo lo que me pidas y más. Voy a protegerte con mi vida porque te amo, TN. Me enamoré de ti desde el primer momento en que te vi.
TN no supo qué responder ante tal declaración. Jin era un referente para ella. Decidió seguir la carrera de medicina debido a él. Su compromiso y pasión la inspiraron a viajar desde América Latina hasta Corea. Lo veía como la perfección hecha hombre. Lo admiraba tanto como profesional. Respiró profundo y decidió terminar con este asunto de una buena vez. Ambos lo necesitaban.
-Jin, Dr. Kim -se corrigió de inmediato- por favor no insista con este tema. Lo aprecio demasiado. Usted me ha inspirado a convertirme en una gran doctora. Por favor, entienda, no tengo otras intenciones con usted.
Después de decirme esto se soltó lentamente de mis manos. Me comenzó a matar su lejanía. Era hasta dolorosa. Necesitaba volver a tenerla entre mis brazos apretada contra mí pecho besándonos desesperadamente como esa única vez que sentí sus labios y su lengua y que desde entonces no he podido olvidar.
-¿Y el beso que nos dimos en la fiesta de navidad? -le pregunté buscando su mirada.
-Le pido disculpas por eso. Bebí de más. Nunca debí haberlo besado. Fue una imprudencia de mi parte.
-¡NO DIGAS ESO! - grité furioso y dolido golpeando el escritorio con mis puños.
La asusté. Retrocedió unos pasos alejándose de mi.
-Perdona, no quise reaccionar así. Ven, acércate -le supliqué y le extendí mis manos pero ella no las tomó.
-Lo siento, doctor, pero es imposible que le corresponda. Perdón.
Negó y se dirigió al armario de dónde sacó su abrigo y su bolso conteniendo las lágrimas. Salió del consultorio casi corriendo sin haberse sacado siquiera el guardapolvo blanco y el estetoscopio. Me quedé solo allí pronunciando su nombre con las pocas fuerzas que tenía. Ella no me ama.
-¡¡TN, TE AMO!! DAME UNA OPORTUNIDAD, MI AMOR!!!
Grité y grité con todas mis fuerzas en cuanto mis rodillas tocaron el senuelo. Podía sentir romperse mí corazón en millones de pedazos.
Fin de flashbackDespués de mucho pensar decidí entrar. Pondría cualquier excusa con tal de arruinar su encuentro con él. Cuando llegué a la entrada miré hacia adentro y no vi al guardia de seguridad al que le pagaba para que me mantuviera informado de los movimientos de TN. Y le pagaba una buena suma mensual por ello. Mis planes de subir a interrumpirlos sea lo que sea que estén haciendo se iban al carajo. En medio de mi frustración un taxi se detuvo y bajó una anciana que me pidió permiso para entrar. Yo me hice a un lado y entré detrás suyo. En menos de cinco minutos ya estaba frente a la puerta de TN. Me acerqué a escuchar pero solo oí música. Saqué la llave que hace unos meses me dio el otro guardia de seguridad que también tenía comprado y quien me la vendió por una cantidad obscena de dinero pero valió la pena. Abrí la puerta sin hacer tanto ruido. Mi imprudencia me estaba llevando por el mal camino. Qué tal si me descubrían. Cómo le explicaría a TN que entré a su departamento. Ahí sí la perdería para siempre. Pero no me importó nada. Si eso llegaba a pasar iba a matar a golpes al bastardo y me la llevaría muy lejos donde nadie pudiera encontrarnos. Empezaríamos una nueva vida con otra identidad. Pero juntos.
Avancé dispuesto a lo que fuera. No estaban ni en la sala ni en la cocina. No era la primera vez que estaba en este departamento. Varias veces había entrado del mismo modo furtivamente mientras TN estaba de guardia en el hospital o la vez que se fue con sus amigas de viaje a Busan y estuvo allí cinco días. Hasta llevé una maleta con ropa. Me sentí como si fuera su novio que esperaba su regreso. En esos tiempos teníamos una relación muy fluida y ella me contó que no le iba a pedir a nadie que cuidara su departamento. La seguridad del edificio era muy buena y confiaba plenamente.
De pronto un grito me sacó de mis recuerdos. Venía de la habitación, solo era una, la suya. La puerta estaba entreabierta y se filtraba una luz morada. Llegué temiendo lo peor y la impresión de lo que me encontré casi me hace caer. Estaban juntos en la cama... Teniendo sexo.
-No... No , TN, por favor -me dije a mí mismo y no pude contener las lágrimas.
Sé que si no me hubiese contenido lo habría matado. Nada podía evitar que fuera a la cocina, tomara un cuchillo y degollara al muy maldito que se estaba cogiendo a la mujer que amo. Apreté los puños con fuerza y observé la escena a pesar del dolor. TN desnuda, con su espectacular cuerpo saltaba y gemía sobre el miembro erecto de él que amasaba sus pechos como yo deseaba hacerlo desde hacía tanto. Los dos sudaban y decían sus nombres con lujuria. Había hasta olor a sexo. Saqué mí teléfono y los grabé durante diez minutos mientras cambiaban de posición. Ahora TN estaba en cuatro sobre la cama y él la penetraba con violencia haciéndola gritar y estrujar las sábanas. Sus pechos turgentes se movían al ritmo de las embestidas. El cuerpo trabajado de su amante también gozaba del sexo salvaje que estaban teniendo. Detuve la grabación inmediatamente después de que un devastador orgasmo los dejara tendidos uno junto al otro. Me di cuenta que el maldito no uso condón. Llenó a TN con sus fluidos. Ahora ella estaba llena de su semen.
No voy a negar que cuando volví a mí auto no estaba furioso pero extrañamente me sentía con más deseos de al fin poseerla. Verla hacer el amor con otro me dolió pero también me excitó. Conduje hasta mi casa reproduciendo una y otra vez las escenas que había en mi teléfono. Durante el trayecto llamé a Nayoung para vernos. Era mi prometida desde hace casi un año. No la amaba pero a partir de esta noche sería mi TN en mi intimidad. Llegué a mi casa, me serví un vaso de cognac y de un sorbo lo bebí con otros tres más. Me dí una ducha y esperé a Nayeong en bata sentado en el sofá. Entró con la llave que le di cuando nos comprometimos. No puedo negar que es hermosa pero no se compara a mi latina. Le quité el vestido en segundos y también su ropa interior. La cargué enganchada a mis caderas mientras nos besábamos apasionadamente. Era a TN a quien besaba. A quien le hice el amor como un animal salvaje. La cogí con fiereza mientras repetía en mi mente una y otra vez el nombre de TN. Me obligué a cambiar sus rostros para venirme dos veces dentro suyo.
-Mi amor, nunca te sentí tan ardiente -dijo Nayoung exhausta recostada sobre mi pecho.
No era la voz que quería escuchar, ni el rostro que quería ver sonriendo de satisfacción. No era mi TN.
Me levanté desnudo y frustrado. Me di una ducha y cuando salí Nayeong se había quedado dormida en mi cama, esa que quería que otra calentara no ella. Dormí en otra habitación, tampoco iba a ser tan patán de despertarla para que se fuera. Aunque mañana iba a ser difícil quitármela de encima.
ESTÁS LEYENDO
No sólo te pertenezco a ti (Jungkook+ Tn + Jin+Yoongi)
FanfictionTN huyendo de un pasado doloroso, llegó a Corea para ser una gran cirujana de la mano del mejor, Kim Seokjin, respetado cirujano y el gran amor de su vida. Pero el destino le tiene preparada una sorpresa, otro amor, Jeon Jungkook. Dos hombres con lo...