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Chiara

Desperté con el típico dolor de cabeza propio de la resaca. Mis recuerdos estaban confusos y no sabía muy bien donde estaba, ni tampoco que había pasado la noche anterior. Pronto me di cuenta de que no estaba en mi cama, ni en mi habitación. También me di cuenta de que no estaba sola.

Entonces, recuerdos de la noche anterior acudieron a mi mente desconcertada.

𐐪✥𐑂

—¿Quieres ir a bailar? No me apetece volver ya a casa.

—De acuerdo, pero solo un rato, ¿vale?

𐐪✥𐑂

—Kiki, ¿te he dicho lo guapa que vas?

—Ay qué tonta eres Vio, tú también estás muy bien hoy.

𐐪✥𐑂

—Por mucho que bailes con otras, yo no voy a dejar de mirarte.

Sus ojos... Sus ojos eran hipnóticos.

𐐪✥𐑂

—Es hora de irnos a casa a terminar lo que hemos empezado.

¿Cómo iba a negarme? Esa mirada me estaba matando.

𐐪✥𐑂

Sus labios son adictivos. Dios mío, nunca me prohíbas volver a probarlos.

Nunca dejes de besarme, Chiara.

𐐪✥𐑂

Pero... ¿¡Qué había hecho!? Dios, había estado jugando con Violeta y sus sentimientos. No podía negar que me atraía, y mucho, pero no era lo mismo. No se sentía igual.

No sabía muy bien como debía reaccionar. No quería hacerle más daño. Quería que todo siguiera igual entre nosotras. Me gustaba el tonteo que nos traíamos. Era egoísta de mi parte, pero quería que ese tonteo se quedara ahí.

Por mucho que quisiese, mi corazón no le pertenecía a Violeta.

Sin despertarla, me levanté y fui hacia la cocina, no sin antes coger una camiseta que tenía por ahí tirada. Frecuentaba mucho la casa de Violeta y no me resultó ningún problema encontrar mi destino.

Encendí la cafetera y puse dos panes a tostar. Ya que estaba, le hacía el desayuno. Sabía lo dormilona que era Violeta, y que por eso no desayunaba la mitad de los días.

Mientras caía el café, pensé en mi teléfono. No sabía donde estaba y quería poner un poco de música. Tampoco demasiado alta, que cierta estaba durmiendo.

Después del shock de por la mañana, no me acordaba de los majos. Rezaba porque los dos hayan hecho las paces y puedan retomar su historia. Nunca entendería por qué Juanjo le dio plantón en la estación. Aún recuerdo la voz de absoluto desconsuelo de Martin a través del móvil.

𐐪✥𐑂

Estaba en el estudio cuando un ruido muy fuerte me interrumpió la grabación. Solo podía ser de dos personas esa llamada y una se encontraba conmigo.

—¡Marts! ¡Te voy a matar! Es broma. ¡Hi babe! —dije riéndome.

En ese momento fue cuando oí los sollozos a través del altavoz y me asusté.

—Kiki... —su voz sonaba rota. —Estoy en Atocha, y no sé donde ir.

Mi corazón se rompía al escucharle así de mal. No necesité que me dijera nada más.

—Voy ahora mismo para allá.

Cogí las llaves del coche y el abrigo lo más rápido que pude.

—¿Te vas así? Tenemos que seguir —dijo el productor.

Miré a Ruslana, que me miró y entendió. Sonreí y ella asintió para dejarme irme. Nos entendíamos con solo mirarnos.

Cuando llegué a Atocha aparqué lo más rápido posible. Donde vi un hueco, ahí planté el coche. Un par de horas después me di cuenta de que había ocurrido un milagro para que no me multaran.

—¡Martin Urrutia!

Corrí hacia el banco de la estación donde lo vi sentado con la cara tapada por sus manos. Cuando lo tuve entre mis brazos, apretó mi cuerpo y rompió a llorar desconsoladamente.

—¿He hecho algo malo? ¿Le ha molestado algo? Ni siquiera me coge el teléfono...

—Tú no has hecho nada, my love —acaricié su cabeza y una lágrima cayó por mi mejilla.

Juanjo Bona. Tú y yo íbamos a habar tranquilamente.

𐐪✥𐑂

Pegué un pequeño salto cuando dos manos se posaron en mi cintura. Inmediatamente, me relajé al darme cuenta de que era Violeta.

—Vaya chica más guapa que tengo aquí en mi cocina —me dio un beso en el cuello y no pude evitar sonreír. —¿Me has hecho café?

—Me parece feo hasta que lo dudes.

Violeta cogió dos rebanadas ya tostadas de pan y empiezo a echarles tomate y aceite mientras hablábamos. Por lo menos la cosa no era incómoda como pensaba que sería.

Nos sentamos a desayunar. Para mi gusto, estaba demasiado cerca.

—Hay que repetir lo de anoche —puso una mano en mi pierna y el sonrojo no tardó en llegar a mis mejillas mientras la miraba. —Digo salir de fiesta, a ver que pensabas pequeña Chiara.

Me revolví incómoda, pero disimulé lo máximo que pude. Me gustaba Violeta, siempre lo había hecho, pero... No era la dueña de mis suspiros ni el objeto de mis pensamientos.

Ella no era... Ella...

Ella no era a la que quería ver cada mañana al despertar. Ella no era la que quería ver pasear por los pasillos de mi casa. Ella no era quien quería que se enredase entre las sábanas de mi cama. Ella no era a la que se dedicaba mis canciones.

Ella no era mi Rusli.

𐐪✥𐑂

JAJAJAJJAJAJA a ver a ver que os pensabais que no iba a haber Ruski queridos. A ver, es que tengo cierta debilidad por el Kivi, y de alguna manera lo tenía que introducir. Me ha encantado siempre la pareja que han hecho Kiki y Violeta.

Pero bueno, este cap. ha sido más corto, así que os dejo que me peguéis. Pero también tengo que actualizar el AU jo. YO TAMBIÉN TENGO UNA VIDA QUE MANTENER.

Carmen, no te vayas por las ramas.

Todavía queda mucho drama majo y muchas historias por contar, así que no os preocupéis jsjs. No sé cuanto va a durar porque tenía pensado que durase 12 capítulos, y ya estoy viendo que 12 no va a durar ni de coña JAJAJAJA.

¿Qué os está pareciendo el fic? Os leo :)

Besis de fresi <3

- Menchu :)

God only knows... - Juantin ot2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora