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Juanjo

La suave piel cremosa de su espalda se erizaba bajo mis caricias. Su cuerpo se estremecía con cada toque de mis dedos. Era adicto recorrer cada parte de su anatomía. Era su droga.

El agua caía tibia para recorrer nuestra piel. Las gotas hacían carreras resbalando por nuestros cuerpos. Este momento era mi favorito de los días de la academia. Tenía todo lo que quería entre mis brazos.

Escondí mi cara en el huevo de su cuello. Era tan sensible que hasta los besos dejaban marcas rojas. Gracias que no se apreciaban a simple vista.

Se giró para mirarme. Pude ver sus maravillosos ojos que cada día me deslumbraban.

—Te quiero Juanjo —un escalofrío recorrió mi columna.

—Te quiero —susurré muy despacio. —Martin.

𐐪✥𐑂

Me levanté sudando e hiperventilando. Otra vez había soñado con lo mismo. Supongo que este es el castigo que me merezco.

Me levanto para darme una ducha y relajar mi cuerpo. Una buena ducha fría siempre era la solución para estos momentos. Sobre todo últimamente, estaban siendo muy frecuentes. No había dejado de pensar en ningún momento desde la última vez que lo vi. Y eso que fue hace muchísimo tiempo.

Todavía recordaba como sentí aquel vacío en mi pecho cuando no lo vi salir de aquel tren. Sin batería para llamar y sin manera de contactar con Martin. Simplemente, un corazón al que le había quitado el brillo una bonita tarde de marzo.

Despejé mi cabeza de esos pensamientos negativos y me puse a hacer mi rutina matutina. Carrera mañanera, ducha (otra vez), desayuno y camino al estudio.

Mi día a día no era demasiado ajetreado. Pero eso iba a cambiar. Mi representante quería empezar una gira por toda España que, efectivamente empezaba en Madrid. Duraría un año, un año largo e intenso.

Nunca me había ni siquiera planteado hacer algo así. Pero, según mi representante, ya iba siendo hora. Los fans estaban a la que cae.

Cuando salieron las entradas volaron como la espuma. No eran demasiado caras, pero sí que no esperaba que durasen tan poco a la venta. Ta solo quedaban unas pocas en Bilbao, Santiago de Compostela y Murcia. Sobre todo en Tarragona y en Barcelona se acabaron en un pestañeo. no podría describir como me sentí en ese momento, fue algo... Impensable.

Álvaro me había dicho que quería ir cuando fuésemos por Málaga. Le ofrecí venir como invitado, pero me dijo que no quería exponerse frente a tanta gente. Aún no estaba preparado. Lo entendí, es un proceso lento y pesado el acostumbrarse a estar frente a tantas personas juntas. Aun así me alegré de poder verle.

Sabía que tenía bailarines perfectamente capacitados para montar el espectáculo que yo quería. Pero me faltaba mi estrella. Mi bailaron por excelencia. Mi favorito. Mi Martin.

No quería molestarle, pero lo necesitaba en mi equipo.

—Oye Javi —mi representante apartó la vista de los papeles que miraba para fijarse en mí. —Necesito un favor.

Javi suspiró. Se hacía una idea de lo que podía querer.

—Me lo estoy imaginando —sonreí.

—Busca a Martin. Le quiero entre mis bailarines. Quiero que sea mi estrella. Quiero lucirle frente al público.

Mil imágenes de Martin haciendo un solo para "No te olvides de mí" se crearon en mi mente. Iba a ser el número estrella.

—Juanjo, ¿estás seguro? No has sabido nada de él desde hace años. No sé si es buena idea tener a una persona tan inestable sentimentalmente contigo como la estrella del espectáculo.

Una rabia ferviente me nubló la vista por un momento. Rápido, y como dijo mi psicóloga, me calmé y respiré profundo.

—No hables así de Martin. Y sí, le quiero conmigo.

A Javi se le escapó una sonrisa tonta. Sabía toda mi historia, y era mi mejor amigo en este momento. No había cosa que no supiera de él y tampoco le ocultaba nada él de mí.

—Está bien, pero con una condición.

—No me gusta por donde estás yendo.

—Tienes que hablar con él primero o al menos intentarlo. Si no, no prometo que pueda hacer nada.

Lo miré perplejo.

—Pero si ni siquiera sé donde o como o con quién está.

—Juanjo hermano, ni que no me conocieras ya. Me insultas.

En su ordenador abrió una carpeta donde había un motón de noticias y twits sobre Martin. Parecía que era algo famoso sí.

—Se dedica al teatro. Baila, canta y actúa en Bilbao. En un pequeño pero importante teatro. Conozco a Carolina, su profesora y directora. No será difícil convencerla.

Empezó a darme datos sobre estos últimos años de la vida de Martin. Había descubierto su gran éxito como actor en el teatro y su imaginación para escribir obras. Además, seguía siendo un genio de la música. El Martin de siempre seguía existiendo, pero no sabía si era igual.

Después de decirme todo lo que sabía, se hizo el silencio. Pensaba en como organizar todo.

—Bien —hablé después de unos minutos de procesar todo. —¿Cuándo nos vamos a Bilbao?

Javi me miró y sonrió. Hacía mucho que no está así de ilusionado.

—Mañana por la noche sale un vuelo con destino a Bilbao de Barajas. Tienes ya unos billetes reservados. Iremos solos tú y yo. Seremos más ágiles.

—Perfecto.

El resto del día lo dediqué a la música. Esto se merecía una canción para rememorarlo.

"Martin..."

Su nombre resonaba en cada una de las notas del teclado. Mi música era por y para él y siempre lo ha sido. Siempre. Porque era fruto del amor.

Antes de dormir busqué el nombre del teatro que me había dicho Javi antes. No me costó encontrarlo, y tampoco me costó ver fotos con Martin en ellas. Estaba igual de guapo que siempre.

Iban a representar una obra el sábado, y eso era en dos días, justo para llegar a tiempo. No podía desaprovechar de ver el arte que hacía. Sin dudarlo más de dos segundos, cogí dos entradas.

𐐪✥𐑂

Bueno, no digo nada y lo digo todo. Yo quiero un Javi en mi vida, porque me quitaría muchos problemas de encima de organización sobre todo.

Nuestro Juanji esta nerviosejo. Pero también diré que se viene cuando se topen así de moros y no puedan evitar CIERTAS cosas.

Bueno, no digo nada más, que queda chisme por sacar.

Besis de fresi juantinistas <3

- Menchu :)

God only knows... - Juantin ot2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora