𝟰𝟬. ━ 𝐷𝑂𝑆 𝑉𝐼𝐷𝐴𝑆, 𝑈𝑁 𝐴𝑀𝑂𝑅

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Es una ironía, nacer como Dios y aun así tener que morir.

Recuerdo muy poco de mi primera vida, solamente pequeños detalles sobre mi madre y hermana. Mis días se basaban en guerras, destrucción y muerte. Sentía que así podía llenar un vacío dentro de mí.

La sangre manchaba mi nombre pero realmente nunca me importó, sembrar el miedo y pelear por gusto. Era conocido como el dios de la guerra, algo bueno tenia que salir de ahí.

A diferencia de mi hermana, que prefería las guerras limpias y con justicia, más amada que mi persona. Pero a pesar de nuestras diferencias, éramos familia. Y mi madre, quién me seguía amando a pesar de todo lo que manchaba mi nombre, aquella mujer de mirada fría y cabellos tan oscuros como la noche, porque eso era.. La noche.

Mi vida era monótona, un balance entre las guerras y ver como solo un empujón llegaba a la muerte, nunca me importaba lo que los dioses principales decían de mí, solo cumplía lo que ellos necesitaban de mí.

Hasta que la conocí a ella.... cuando menos lo pensé, estaba dentro de un colapso de mi vida donde no sabía mi propósito inicial, pero al encontrarme con esos ojos verdes y facciones angelicales. Pensé que había muerto, pero ella me demostró lo contrario.

Su toque fue tan suave y delicado como una nube, la sonrisa no desapareció de su rostro y ni se diga como se movían sus cabellos dorados ante cada paso de ella hacia mí. Su olor a rosas naturales llegaron a mí, hipnotizándome y haciéndome caer en sus encantos. Pero tenía que alejarme de ella.

Un ángel como ella no podía caer en el mismo abismo que yo, pero la forma en que ella pronunciaba mi nombre, no mi sobrenombre. Ares, cada que ella me hablaba era imposible ignorarla, los dioses en un inicio aceptaron esto, aceptaron nuestro amor.

Los días y noches a lado de mi ángel fue lo mejor de mi primera vida, la forma en que ella era adorada por los del bajo mundo, llenandolos de abundancia y alegría. Mi amada Afrodita, mi amada diosa del amor.

Lamento mucho haber llegado tarde mi ángel, si tan solo hubiera sabido sobre esto, no te hubieran apartado de mi lado. Los días se volvieron agrios y las noches solitarias, nada ni nadie pudo llenar tu lugar, extrañando sus sonrisas y tu voz angelical.

Dejándome cegar por la ira y venganza, pero sin poder recuperarme, buscando alguna manera de volverte a tener en mis brazos aunque sean algunos segundos.

Finalmente, acepté la propuesta de mi madre, aquella propuesta que no sabia si seria la mejor pero siendo la única manera de volverte a tener. Nos encontraremos pronto angel.

































De mi segunda vida recuerdo muchas cosas, no sabia donde estaba pero a la vez si. Despertando en una habitación muy diferente a las que solía tener en mi templo.

𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒 𝐒𝐔𝐍𝐒𝐇𝐈𝐍𝐄  | 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐇𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora