¿Qué pasaría si...?

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Antes de continuar, este capítulo lo hago en honor al capítulo de mi amigo Pedro mares, ya pensaré en una historia alternativa que empiece a partir de aqui pero por ahora, este será una especie de prólogo.

Sin más por agregar, empecemos.

Ruby y Emma se encuentran en el océano, confundidos por la misteriosa persona que tan pronto cómo apareció, esta se desvaneció sin dejar rastro, cuya única pista es una nota.

“¿Quien habrá sido esa persona?” pregunta Ruby confundida, “No lo sé...pero parece...que es alguien...le debo una” responde Emma cada vez más débil debido a la terrible hemorragia que está sufriendo.

Empieza a caer pero Ruby se aproxima para sujetarlo, “¡Emma!” grita ella y lo sostiene en brazos, Emma la mira con una sonrisa “R...Ru.... Ruby.... si.... si no...sobre...vivo... quiero...que sepas...que te amo”

Dicho esto Emma se desmaya, “¡Emma!” grita Ruby y lo mueve con tal de reanimarlo sin éxito,“¡Gran mamá, por favor ayúdalo!” grita Ruby, Gran mamá se acerca “Hija míralo...no creo que pase de esta noche” “Por favor....te lo suplico” ruega Ruby con voz quebrada “Lo...lo amo” termina de decir ella dejando que se le escapen lágrimas de los ojos.

Las palabras de Ruby sorprenden a Gran mamá, Agatha se acerca “¿Él significa tanto para ti?” pregunta ella, Ruby asiente con la cabeza.

Gran mamá mira a su nieta, quien le devuelve la mirada con ojos suplicantes, “Haremos lo podamos” le promete.

Más tarde en el reino de los Krakens

Todos se encuentran en un enorme salón donde tienen a Emma inconsciente en una cama para pacientes, un montón de Krakens le revisan las extremidades, las cuales están hechas pedazos.

Uno de ellos nada hacia Gran mamá “Tiene los huesos de las extremidades rotos majestad, pero creo que podemos curarlas” informa él “El problema es que ha perdido mucha sangre”

Ruby se pone muy nerviosa, Agatha toma su mano tratando de calmarla.

Entre todos los médicos le reacomodan las extremidades, otros usan lo que parece un ungüento en las heridas, y unos más empujan su columna con el fin de reacomodarla.

Luego de varios minutos, otro kraken se acerca con lo que parece un estetoscopio y lo pone en el pecho de Emma.

Ruby se acerca temblando por los nervios, acompañada de Agatha y Gran mamá, el médico se voltea para hablar con ellas, “Se va a poner bien” dice este.

Al oír eso, Ruby empieza a llorar de felicidad, “Gracias doctor, gracias, muchas gracias” dice ella, Agatha y Gran mamá también sonríen ante la noticia.

A la mañana siguiente

Ruby se había quedado a dormir en el reino de los Krakens, despierta y ve que un guardia la espera “Alteza, el dragón marino ha despertado, la está esperando en el salón principal” “¡¿Ya despertó?!” “Así es alteza, venga conmigo”

Algunos minutos después

Ruby iba acompañada por aquel guardia hacia el salón principal del reino.

Ahí está Emma, quien ya está curado y como nuevo, al verlo Ruby empieza a soltar lágrimas de alegría “¡Emma!” exclama Ruby contenta y rápidamente nada hacia él, “Ruby” dice Emma y también nada hacia ella.

Los dos se abrazan, “Gracias a Dios estás bien” dice Ruby sin poder dejar de llorar “Lamento que te preocuparas por mi, pero ya estoy bien” responde Emma mientras acaricia el cabello de Ruby.

Tras esto, los dos se sonríen mutuamente, mirándose a los ojos y se dan un beso.

Los Krakens presentes aplauden conmovidos ante la escena, Agatha incluso llora al verlos, “Se ha convertido en toda una adulta” comenta Gran mamá también conmovida y disimula tratando de que no vean una lágrima que le sale del ojo izquierdo.

Tras ese dulce beso, Ruby y Emma se abrazan y ven que Agatha se acerca a ellos, “Emma, te presento a mi mamá” dice Ruby haciendo un gesto de presentación.

Emma hace una reverencia ante Agatha quien le responde el gesto de igual forma.

“Es un honor conocerla, majestad” “El honor es todo mío” y Gran mamá también se acerca “¿Ves? Te dije que morir no era tu destino” le dice ella “Se lo agradezco mucho”

Varias horas después

Ruby y Emma están de regreso en Oceanside, sentados en una banca, Ruby apoya su cabeza en el hombro de Emma, y el le devuelve el gesto.

Tras unos minutos, Emma mira hacia adelante un poco confundido “¿Te pasa algo Emma?” pregunta Ruby “Acabo de recordar a esa persona que impidió mi muerte, parece que estoy en deuda con él” responde Emma.

Esto fue sólo una especie de what if, gracias a la participación de un amigo mío, Pedro mares, gracias por darme una idea.

Ruby Gillman y su fiel guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora