Ruby Gillman y su fiel guardaespaldas

Capítulo 6 "Tenemos un trato"

Ruby y Gran mamá salen de aquel salón y se detienen en el salón del trono.

“Bueno, Gran mamá, disculpa que mi visita sea tan corta y en cima que tengas que contar algo tan triste, pero tengo que advertirle que puede caer en un engaño” se lamenta Ruby “lo entiendo mi niña, recuerda que eres bienvenida siempre que quieras” responde la abuela entendiendo las intenciones de su nieta.

“Espero que volvamos a vernos pronto" dice la reina despidiéndose de Ruby “nos vemos abuela” responde su nieta haciendo un gesto de despedida, al poco tiempo sale del reino de los Krakens, despidiéndose de los Krakens que la saludaban “adios princesa”, dice un pequeño Kraken, “nos vemos Ruby” de despide otra kraken a unos pasos de ahí. Ruby saludaba a todos con la mano y despidiéndose de ellos.

Después de recorrer el camino de regreso Ruby finalmente vuelve a Oceanside, ve que todos están ahí excepto Emma, aún con su cuerpo escurriendo agua, Ruby se acerca a sus amigos “¿Dónde está Emma? Hay algo importante que debo advertirle” Pregunta Ruby “su madre lo llamó, tuvo que irse" responde Connor quién se acerca a ella “¿Todo está bien? Pareces preocupada” le pregunta él poniendo su mano el hombro de Ruby, “Hay algo que tengo que contarles” responde Ruby a sus amigos.

De camino a su casa, Emma ve que su madre lo está esperando en la puerta de entrada, “madre, estoy aquí" dice Emma mientras sigue caminando, “hijo, ven conmigo, hay algo que quiero mostrarte" dice ella y le indica que la siga. “Hay algo que probablemente tu ya sepas” empieza la mujer a contar “nosotros no pertenecemos a la raza humana, somos la raza más bella que habitó el océano, somos dragones marinos" le dice mientras llegan a la orilla del mar. “Ven hijo, es hora que veas nuestra verdadera forma" dice su mamá mientras le tiende la mano.

Confiando en su madre, Emma toma su mano y los dos se paran sobre la orilla. “no te sueltes” dice su madre y empieza a contar. “Uno. Dos. Tres” entonces los dos saltan y caen al agua. Dentro del mar, Emma trata de contener el alimento, pero cuando siente que se está acostumbrando al agua, nota que su cuerpo empieza a brillar, emitiendo una luz amarilla y entonces, un destello cegador se extendió a su al rededor.

Su cuerpo alcanzó un tamaño mucho más grande de lo que era antes, se volvió un poco más ancho y con una longitud mayor a la de una ballena. Tenía los costados y la espalda llena de brillantes escamas amarillas, tan brillantes que parecían de oro, una gran vela dorsal de color azul rey recorría su lomo y acababa en una cola parecida a la de un pez. Y su rostro se volvió delgado y angosto. Ya no tenía cabello, sino que este se convirtió en parte de su vela dorsal. Y como último cambio, seis cuernos largos sobresalen de la parte posterior de la cabeza.

“¿Qué es esto?” se pregunta desconcertado y asombrado a la vez. Entonces nota que sus uñas se volvieron más largas y tomaron forma curva, se habían vuelto garras. “Ahora ves tu auténtico ser” dice su madre que es del mismo tamaño que su hijo, pero ella era diferente. Sus escamas eran blancas y brillaban tanto como un diamante, y su cola era diferente, parecida a la de un cocodrilo. Pero, él nota que en el costado izquierdo de su madre se ven algunas cicatrices. “Madre, ¿Qué son esas marcas que tienes en el costado?" “Sigueme, y lo sabrás” responde la mujer y se aleja nadando, su hijo va tras ella.

Ambos nadaban de una forma muy parecida a la de los cocodrilos o los caimanes, moviendo su cola de lado a lado.

En Oceanside, Ruby termina de contar la historia a sus amigos. “que pena" comenta Connor con expresión de tristeza, “si, ahora su raza está prácticamente extinta, ya sólo quedan él y su madre" responde Ruby con tono triste. “cielos, que deprimente" dice Margot quien tuvo que borrar su sonrisa. “y ahora podría cometer el mismo error que yo" dice Ruby todavía seria. “¿Y de qué error hablas amiga?" Pregunta Margot intrigada, “confiar en ella" responde Ruby.

Margot no entiende de que habla, “¿Confiar en quien?” Ruby suspira, “olvídalo” y se da la vuelta para irse a otro lado, “¿Te pasa..?” “es un mal recuerdo, dejémoslo así” responde Ruby alejándose.

Lejos de ahí, Emma y su madre ven un montón de rocas caídas que parecían bloquear algo, “Madre, ¿Qué es este lugar” pregunta Emma, “esta era la entrada a nuestro hogar, la entrada de la guarida del dragón del mar" responde la mamá del joven dragón, “eramos todo un clan, pero esas.... malditas....esas mujeres pez.... exterminaron a nuestra especie. Ya sólo estamos tu y yo hijo, tu padre trato de detenerla, pero murió en manos de la líder de las sirenas" cuenta la dragona furiosa y triste. “Entiendo" dice Emma, tratando de no sentir tristeza. “¿Podemos irnos a casa? Tengo que ir a resolver un asunto" “está bien hijo, adelantate, yo quiero estar aquí recordando lo hermoso que era nuestro hogar" responde la madre.

Juana entonces lleva su mano a su pecho, “Gloria al clan del dragón del mar" dice en tono firme, Emma imita el gesto, “Gloria al clan del dragón del mar” repite él, Emma entonces se retira del lugar.

Llegando a Oceanside, Emma está apunto de subir a la superficie, cuando al sacar la cabeza del agua, escucha una voz que le resulta familiar “tenía razón, realmente eres el dragón del mar” era Chelsea, quién estaba aún encerrada en la jaula. “¿Tu asesinaste a mi especie junto a las otras sirenas?" Pregunta Emma con desconfianza. “No mi joven dragón, esa fue mi madre” responde la sirena poniendo una actitud inocente. “Por eso quiero salir de aquí, para reparar los errores que cometió mi madre” dice Chelsea casi suplicando.

“Y entonces, ¿Qué dices del trato que te propuse? ¿Me ayudas y te ayudo?” pregunta la sirena con cierta desesperación. Emma intuye que algo anda mal, pero al final, su conciencia le dijo que la debía sacar de la jaula. Así “Está bien, te ayudaré pero quiero que cumplas tu parte del trato” le advierte Emma con apenas confianza "tenemos un trato” dice Emma mostrándose cauteloso.

Pronto vendrá el capítulo 7: “Fragmentos”