Adelanto de El Leviatán parte II

47 3 33
                                    

El submarino apunta hacia la entrada de aquella cueva oscura “¡Fuego!" Ordena el capitán de la nave.

En un instante tres torpedos salen disparados a una gran velocidad, a los pocos segundos se escuchan tres explosiones consecutivas.

Tras esto, el radar manda una señal de “Blanco destruido" los tripulantes de la nave chocan puños y aplauden por su aparente victoria, el capitán sonríe satisfecho, “Bien hecho caballeros, lo que sea que viva ahí ya debe haber muerto con esos torpedos"

Pero entonces, suena la alerta de proximidad, “¿Qué es lo que sucede?" Pregunta el hombre intentando descifrar que se les acerca, al mirar hacia adelante un escalofrío le recorre la espina.

Antes de poder su quiera pensar un contraataque, una gran bola de fuego llega desde la penumbra y golpea de lleno el submarino, haciéndolo volar en pedazos.

El impacto es tan fuerte que el otro submarino es empujado hacia atrás, mientras tanto en la superficie, se puede ver la explosión, pues esta hizo salpicar muchísima agua.

Viendo lo que acaba de suceder, los soldados corren de inmediato por armas y demás artefactos bélicos, un tanque incluído.

En el océano, el submarino que fue empujando por la explosión está tumbado en la arena.

Adentro, la alerta de inundación se hace presente, pues una gran cantidad de agua, se ha filtrado y necesitan escapar.

Pero mientras planean como escapar, una profunda y espeluznante voz sale desde la oscuridad, “Tontos, ¿De verdad planearon matarme con unas armas tan insignificantes?"

Al escuchar tales palabras, los soldados tratan desesperadamente de huir, pero unos enormes ojos amarillos los paraliza del miedo a todos.

Lo último que ven es una boca de gigantescas dimensiones, seguido del sonido del submarino rompiendose sobre ellos, aplastando a todos dentro.

El Leviatán sale de su cueva, provocando ondas sísmicas. Finalmente ha despertado.

En la superficie, en la Antártida, los soldados reciben una advertencia que les llega desde abajo, pues empiezan a ser sacudidos por ondas sísmicas, las cuales provocan un violento temblor debajo suyo.

A medio camino del Atlántico, Ruby, Agatha y Gran mamá se detienen en seco, “Díganme que eso fue un temblor natural" dice Ruby empezando a ponerse nerviosa, Gran mamá se queda en frío silencio, “Eso, hija mía..." Y voltea a ver a Ruby, con un claro gesto de temor “Fue el Leviatán”

En la Antártida, uno por uno, los soldados empiezan a soltar sus armas, paralizados y temblando de miedo, pues una gigantesca bestia de casi medio kilómetro de longitud emerge del agua, con lo que queda del segundo submarino entre sus fauces.

Hasta que el general se intenta hacer el valiente, “¡Disparen con todo lo que tengan!" Ordena él, el ejército recoge sus armas y le disparan con todo su arsenal, uno le dispara con una bazuca, y otros usan el tanque, para disparar misiles.

Luego de varios segundos, de disparos de ametralladoras, rifles automáticos y de más armas, el general lanza otra orden “¡Alto al fuego!"

Por un momento, reina el silencio, pero el general lanza un aullido de terror.

Pues al disiparse el humo, lo que ven es que aquel monstruo no sufrió daño alguno, y ahora este los mira con el seño fruncido y soltando un amenazante gruñido.

Finalmente comenzará la batalla contra el depredador supremo del océano.

No sé la pierdan

Ruby Gillman y su fiel guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora