El Leviatán parte I: El depredador supremo del océano

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En algún lugar del Atlántico sur

Una pequeña nave de exploración militar entra en lo que parece ser un oscuro abismo.

Al adentrarse en la caberna, la oscuridad se hace total, por lo que él submarino enciende las linternas y exploran el lugar.

La luz de las linternas les permite ver una incontable cantidad de huesos y esqueletos hechos pedazos “Esto parece un cementerio de fósiles” comenta uno de los pilotos del submarino, “Si, pero debemos regresar, la presión del agua comienza a dañar el submarino” le responde el otro piloto.

La nave se da la vuelta y alcanza a ver en el fondo un esqueleto casi completo de un dragón marino. “¿Qué diablos es eso?” se pregunta el primer piloto “Parece una especie de...¿Dinosaurio acuático?”

De lo que no se dan cuenta, es que mientras se siguen preguntando que será el esqueleto que tienen en frente, de repente una gigantesca boca aparece a sus espaldas.

Desde lejos se ve como repentinamente la luz que emitía el submarino se apagaba.

Al día siguiente, Oceanside

Ya ha pasado un año desde la muerte de Emma, y lo peor es que Ruby está conciente de ello.

Han pasado horas desde que ella despertó, y no ha dicho una sola palabra, solamente está moviendo con su dedo índice la cuchara en su taza de café, está en absoluto silencio y con una mirada triste en su rostro.

Agatha se da cuenta y se acerca a su hija, “Ruby, ¿Te sientes bien hija? No has dicho nada desde que te levantaste”

Ruby deja de revolver su café y sin que lo pudiera evitar, se le escapa un sollozo “Ya ha pasado un año desde que...” la interrumpe un otro sollozo, “Desde que él murió...” comienza a decir con los sollozos que la interrumpen constantemente “Y siento como si apenas hubiera sido ayer”

Arthur, Brill y Sam se limitan meramente a escuchar la conversación en silencio “Sé que no debería pensar en eso, pero no puedo evitar recordarlo ahora que se ha cumplido un año de su muerte” dicho esto, Ruby vuelve a sollozar “Es que no puedo dejar de recordar todo...esa mirada en sus ojos, sus lágrimas callendo en mis manos...y como él...me dijo que me amaba” rompe a llorar.

“Y yo...no comprendía hasta que lo ví morir en mis brazos.... los sentimientos que había empezado a tener hacia él.... sé que está muerto...pero lo amo con todo mi corazón” y esta vez su llanto se hace más fuerte.

“Lo extraño...lo extraño mucho” las palabras de su hija, hacen que Agatha la abraze “Tranquila hija, estamos contigo” incluso Nessie en un intento de calmarla pone su cara en la pierna de Ruby, al darse cuenta de ello, Ruby le acaricia la cabeza.

Arthur es el siguiente en darle ánimos, “¿Sabes hija? Yo también recuerdo algo de esa noche, él logro evitar que el bote de Gordon se estrellara salvandonos el pellejo” “¡Si y fue increíble! ¡El dragón del mar justo frente a mis ojos!” menciona Sam tratando de hacer que Ruby sonría, cosa que consigue.

“Lo sé Sam” dice Ruby limpiando sus lágrimas, “El era... maravilloso, y debo reconocer que se veía magnífico como dragón marino, sus escamas eran resplandecientes como... una armadura dorada”

Ruby se levanta y mira a su familia “Solo quiero agradecerles por levantarme los ánimos, estoy segura de que si hubieran conocido a Emma, el les habría agradado” “Si Ruby, yo también estoy segura que él me habría caído bien” responde Agatha.

Toda la familia Gillman se da un fuerte abrazo.

Horas después, Ruby está frente a la tumba de Emma y se acerca a ella con su mano en la arena.

“Hola Emma, ya ha pasado un año desde que estás aquí, y no he venido a verte desde San Valentín y la verdad ha sido toda una eternidad, estoy aprendiendo a superarlo, pero no puedo dejar de amarte, ni de extrañarte, después de todo, tu eres y siempre serás mi caballero dorado, y mi fiel guardaespaldas, te amo Emma”

Mientras tanto en el Atlántico sur

Una segunda nave exploradora militar esta vez más grande que la anterior va al lugar en busca submarino perdido, “Por aqui es donde se perdió la señal” indica el jefe en turno.

Al adentrarse en la cueva notan dos cosas, en primer lugar, el lugar está demasiado oscuro, y en segundo, la presión del agua empieza a lastimar el blindaje del submarino.

Pero de todos modos se adentran más y más y ven aquella interminable cantidad de huesos regados por la zona.

De repente el radar del submarino se vuelve loco “¿Qué ocurre?” “Algo nada hacia nosotros” “¿Que tan grande es?” el soldado ve que el tamaño de la cosa que se acerca no para de aumentar, “Ha superado los 400 metros de longitud” dice un soldado aterrado.

“No es cierto” sin saber que hacer, giran bruscamente el submarino y ven de frente un gigantesco ojo que los mira fijamente.

La gigantesca criatura se mueve y lo siguiente que la tripulación de la nave ve es una descomunal boca que se cierra sobre el submarino, aplastandolo como si fuera un juguete.

El monstruo termina de comerse a la navecita tras atrapar con sus mandíbulas la otra mitad.

El Leviatán ha despertado

“Humanos tontos, su era debe...terminar” dice él con profunda voz.

Volviendo con Ruby, se despide de su guardaespaldas fallecido acariciando la cruz donde él está enterrado con su frente, “Volveré pronto, mi amado señor dragón” dicho esto, Ruby se da la vuelta, lista para volver a Oceanside.

“¡Hola mi super amiga marina!” dice una voz que Ruby reconoce en seguida, es Chelsea, quien parece tener algo en sus manos, un libro.

Ruby se da la vuelta y la ve “Hola Chelsea, sé que quieres hablar conmigo pero hoy no estoy de humor ¿Si?” luego de tales palabras, Ruby señala con la mirada, Chelsea ve en la arena la cruz que marca la tumba de Emma.

“Ah entiendo, ya pasó un año desde que... él muriera” comenta Chelsea, Ruby asiente “Creeme que no estoy de humor en este momento” “Estaba a punto de contarte algo del linaje de tu dragón, pero si te vas a poner así de amargada, pues... bye bye” dice Chelsea de mala gana y se dispone a irse.

Ruby se lo piensa un poco y la llama, “Chelsea” “¿Si?” “¿Qué es lo que quieres contarme?” al oír esa pregunta, Chelsea se acerca abriendo el libro “Este libro lo escribió mi madre, habla de un legendario dragón marino con quién tuvo una charla alguna vez, creo que ese dragón se llamaba... Siegfried”

“¿Siegfried? ¿Cómo el guerrero de la mitología nórdica?” “¡Exacto! Y ahí mi madre cuenta que ese dragón predijo que él algún día renacería, y que su...por así decirlo...reencarnación, siendo el último dragón marino moriría protegiendo a su amor, ¿Crees que sea una coincidencia?”

Entonces una idea llega a la cabeza de Ruby, “Emma...Emma es la reencarnación del dragón del mar Siegfried” concluye ella.

“¡Bingo mi camaroncito de agua dulce! Todo indica que tú dragón era este guerrero reencarnado” comenta la sirena.

Todo esto hace que Ruby se sienta extraña, “Gracias por hacérmelo saber Chelsea, tengo mucho en que pensar, te veré luego” dicho esto Ruby se dirige a Oceanside, “Ah, bien de nada” dice Chelsea y se va directo al reino de las sirenas.

Horas después

Ruby está en su habitación, acostada en su cama mirando el techo pensativa, (Así que Emma era la reencarnación de un dragón marino legendario, ¿Por qué algo me dice que él nunca lo supo?)

Al día siguiente

Ruby y su familia se encuentran desayunando cuando viendo la televisión llega una noticia.

“Dos submarinos han desaparecido al sur del océano Atlántico, las autoridades no tienen idea de que pasó con ellos” anuncia el reportero en pantalla.

(¿Desaparecidos? ¿Habrá sido un monstruo marino?) Se pregunta Ruby en su mente.

Próximamente, El Leviatán parte II: El despertar

Ruby Gillman y su fiel guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora