Los ojos Esmeralda de Turhan se abrieron con horror sin poder creer lo que acababa de escuchar. Rápidamente desecho el postre que se encontraba comiendo con emoción, ahora el sabor era amargo en su boca.— ¿La Valide insinúa que mi madre tiene un amante? — Empezó a dar vueltas por la habitación furiosa — Se está aprovechando de la presencia de Leo.
Mordió la punta de su dedo con nerviosismo, por Yildiz se acababa de enterar que la Sultana madre había citado a Hürrem para interrogarla.
Eso la enfureció.
— Llama a ese pintor a los establos. — Yildiz rápidamente colocó una suave capa sobre los hombros de Turhan mientras otra criada salia corriendo a cumplir su orden.
Era peligroso llevarle la contra a la joven sultana cuando se encontraba tan nerviosa.
Leo reverencio nervioso a la hija de la mujer que amaba.— Seré clara Leo — Lo miró con desdén — Deja a mi madre en paz, tu prometida Alessandra de la rosa murió cuando la secuestraron, ahora solo está la Sultana Hürrem, esposa legal de nuestro Sultán. Debes irte o harás que ejecuten a mi madre, ¿Eso quieres?.
El hombre nego frenéticamente.
— Por supuesto que no Sultana.
La menor lo analizó.
— Entonces vete y no mires atrás — Leo retrocedió mientras negaba — Es una pena, pero no dejaré que destruyas el honor de mi madre por un capricho.
Antes de que Leo pudiera reaccionar alguien puso un pañuelo sobre su rostro asfixiandolo, lo último que sus orbes observaron fue los fríos ojos esmeralda de Turhan, ya que su rostro estaba cubierto por una fina tela. Cuando él ruteniano cayó inconsciente fue cargado por dos hombres.
Yildiz les entrego una gran bolsa de oro.
— Envienlo en un navío a Rusia, asegúrense de que no vuelva. — Suspiro — Y si no obedece, ahogenlo en el mar.
Los hombres reverenciaron con convicción, uno de ellos saco un libro de entre los ropajes de Leo y se lo entrego a Yildiz, la cual verificó que no fuera nada malo y se lo entrego a su Sultana.
Turhan ojeo el diario escrito en ruso con despreció, pues gracias a su madre sabía aquel idioma. Sin remordimiento tiro el diario a una chimenea cercana, sus ojos estuvieron fijos en el fuego hasta que el diario se redujo a cenizas.
— Ahora debemos deshacernos de ella.
Yildiz sabía perfectamente que su Sultana se refería a la Valide. El temor paso por sus ojos como una sombra sin despegar su mirada de Turhan, le aterraba ver lo cruel que era aún siendo tan niña.
— Te encargo esto Mehpare, se que no me decepcionaras. — Una mujer mayor de ropas oscuras se acercó, y luego reverencio.
Yildiz aparto la mirada, pues Mehpare le daba miedo.
Hafsa se sentó en su diván incrédula y con los ojos llenos de lágrimas.
Su Daye la observó con pena, pues no era fácil asimilar la noticia de que el esposo de su hija, una Sultana de sangre, había tenido una aventura con una esclava dando como fruto de aquel pecado una bebé.
— No puedo creer que Hatice me ocultara semejante barbaridad. — Sintió su cabeza doler.
Una criada le entrego una tasa de Té la cual Hafsa no dudo en beber.
Turhan sonrio triunfal mientras acomodaba el velo oscuro sobre su cabeza.
Cuando cruzó las puertas del harén fingió tristeza en su rostro ganándose algunas miradas de empatía.
Rápidamente llegó junto a su madre y hermanos. Hürrem la miró de soslayo con los ojos brillosos.
— ¡ATENCIÓN, VALIDE AYSE HAFSA HATUN! — El féretro paso por el harén.
Turhan ocultó su rostro levemente cuando sonrió sin poderlo evitar, Hürrem sonrió de lado, pues Hafsa había muerto llena de agobió y tristeza.
— Lo lamento tanto padre — Se acercó a él.
El hombre de ojos azules abrió sus brazos en su dirección, por lo cual Turhan no dudo ni un segundo en abrazarlo fuertemente.
Era una hipócrita y mentirosa, y se sintió aún peor consigo misma cuando no pudo sentir empatía por el Sultán. Simplemente no sentía nada en ese momento.
— Fui un mal hijo, nunca quise escucharla, y ahora es lo que más deseo — Sollozo permitiéndose ser débil ante su adorada hija.
La menor acarició con suavidad el rostro de su padre limpiando sus lágrimas.
— Hiciste lo que mejor pudiste padre, no te agobies más, llora lo que tengas que llorar, y suelta lo que tengas que soltar, no siempre debes ser fuerte. — Sus palabras sonaban suaves pero realmente no significaban nada para ella.
Suleymán le sonrio débilmente, realmente las palabras de su hija significaba demasiado para el, y se sentía aún mejor al no ver el odió rebosante en los hermosos ojos de su hija.
Iluso.
-Turhan si se sabe la de resolver 🫡-
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𝗦𝗨𝗟𝗧𝗔𝗡𝗔𝗦 𝗗𝗘 𝗙𝗨𝗘𝗚𝗢 | sɪɢʟᴏ ᴍᴀɢɴɪғɪᴄᴏ³
Fanfiction𝗘𝗦𝗠𝗘𝗥𝗔𝗬 | "Te pondrá de rodillas y te recordara que no eres nadie, tu derrota sera su victoria. Ella llevará a Mehmet a la gloria." Fanfic basado en la série "El Sultán". 𝘚𝘢𝘨𝘢 𝘥𝘦 𝘚𝘶𝘭𝘵𝘢𝘯𝘢𝘴 #3