Capítulo VIII

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Capítulo VIII:

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#8. Te deseo en cada reloj que marca las 11:11.

Deseo que el mundo nunca olvide tu nombre.

Y que tu nombre nunca deje de ser parte de mi mundo.

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DEMONS HIDE

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Te deseo un insomnio lleno de recuerdos míos.

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―Me duele―

―Lo sé―

Yo aguante las ganas inmensas que tenía de llorar cuando vi aquellos ojitos vidriosos. Yo tenía ya diez años en ese entonces y ese pequeño había llegado hacia tan solo tres días luego de perder a casi toda su familia en aquel accidente.

―No llores ¿Si?― Murmure pasando el algodón con alcohol por su espalda porque era lo único que tenia para curarlo ―Se enojaran aún más― Advertí.

El pequeño asintió en silencio, apretó la almohada entre sus manitos y hundió su rostro en ella aguantando el llanto. Supongo que su primera lección había sido aprendida.

No berrinches en el orfanato.

Yo ya me había acostumbrado a aquel lúgubre lugar, a guardar silencio cuando Sarutobi hablaba, a despertar cinco minutos antes que Magna llegara al dormitorio a gritar que nos levantáramos, a sonreír cada vez que llegaba aquel extraño sujeto de visita que siempre acababa adoptando una niña, sujeto que años más tarde acabaría siendo quien me adoptaría y llevaría a aquel horrible lugar.

―¿Cuándo acabara?―

Yo me sentí sumamente culpable al oír su sollozo, porque nunca acabaría, al menos no antes de cumplir la mayoría de edad. Deje su magullada espalda de lado y le quite despacito la almohada que cubría gran parte de su rostro, él me miro con mucho miedo cuando pase mi mano por su frente quitando los cabellos que se pegaban  a su frente.

―Tranquilo, pequeño― Murmure ―Yo cuidare de ti―

Él sonrió.

―Gracias―

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―¿De quien eres?―

Yo mordí mi labio inferior evitando sonreír porque ese mocoso me traía loca.

―Tuya―

―Buena niña― Murmuro apretando mis mejillas con su mano derecha y beso mis labios con fuerza.

Yo gemí en su boca cuando me penetro con más fuerza.

―Sasuke, voy a acabar― Avisé cuando sentí como todos mis músculos se tensaban.

El Uchiha apretó su mano enredando sus dedos en mi cabello y aumento el ritmo de las embestidas.

―Hazlo― Ordeno penetrándome tan fuerte que la cama choco contra la pared produciendo un sonido sordo ―Así puedo acabar yo también―

Demons Hide. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora