Capítulo X

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Capítulo X:

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#10. No me trates bien porque me estas dando más razones,

de quedarme aquí hasta que me eches a golpes.

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DEMONS HIDE

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Cuando el pasado fue presente, si eras el amor de mi vida.

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―Sakura―

Yo abrí los ojos despacito al oír su voz, el cuarto de aquel hospital estaba en una semi oscuridad iluminado más qué nada por todas aquellas maquinas que monitoreaban los signos vitales de mi madre.

―Sakura, ven― Me llamo quitándose la máscara de oxigeno.

Yo me levante rápido del sillón donde estaba dormida y me apresure a su cama.

―¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal?― Pregunté preocupada tomando el timbre para llamar a la enfermera, mi madre apretó mi mano entre las suyas evitando que lo presionara y llamara a la enfermera ―Mamá―

―Tranquila, mi ángel― Susurro en voz baja ―Estoy bien―

Yo respire más tranquila y la ayude a sentarse acomodando sus almohadas detrás de la espalda, se veía tan pálida y delgada, hizo un amague de sonrisa y estiro su mano hasta la mesita de noche. Creí que tomaría el vaso de agua pero en su lugar tomo aquella cadenita de plata entre sus dedos.

―Mi madre me la regalo― Susurro y estiro su mano tomando la mía para dejar aquella delicada cadenita de plata en la palma de mi mano, yo clave los ojos en aquella medalla redonda que tenía un extraño grabado en ella ―Es mi ángel de la guarda― Explicó.

Yo tome la pequeña medallita redonda entre mis dedos y observe aquel grabado de un hermoso ángel.

―Ahora te debe proteger a ti― Hablo, yo negué con la cabeza entendiendo lo que quería decir con esas palabras.

―No. Es tuyo― Llore y mis ojos se empañaron al mismo tiempo que mi voz se comenzó a romper ―Aún debe cuidar de ti―

―Sakura― Susurro y acaricio mi mejilla con cariño ―Yo ya tengo mi propio ángel― Sonrió y paso la cadenita por mi cuello acomodando el dije en mi pecho.

Me tire a sus brazos llorando y mi madre permitió que me acurrucara en su pecho, yo sabía que no iba a salir de ese hospital.

―Te amo, mamá―

―Te amo, ángel

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―Creo que las niñitas están enamoradas de tu novio―

Yo sonreí al oír las palabras de mi amiga. Serian cerca de las nueve de la noche y era el entre tiempo de aquel partido de rugby. Sasuke por supuesto era el capitán. Ese niñito no dejaba de sorprenderme. Lo vi quitarse el casco y acercarse a las gradas, la castaña tiro de mi mano bajando de prisa ya que quería felicitar a Neji y el Uchiha sonrió galán al verme a unos metros de él, Tenten me abandono a los pocos segundos. Las porristas se colaron al campo de juego para hacer su presentación en el entre tiempo y yo largue una risita baja al ver aquellas niñitas más pequeñas rodear a los jugadores para brindarles botellas de agua y toallas limpias. Saque el labial rojo del bolsillo de mi campera de jean y lo pase por mis labios mientras me iba acercando a él.

Demons Hide. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora