Cuando los besos de Jungkook llegaron a cruzar el límite de lo prohibido, Jimin conoció su propia reacción a esas tentaciones de la lujuria. Jungkook no era el único en sentir tanta pasión, Jimin también se vio tentado a casi darle su cuerpo desnudo. Indirectamente Jungkook le hizo conocer sus propios deseos de lujuria.
El único secreto dentro de su amor con Jungkook eran los sueños eróticos que le asaltaban en las noches. Nunca se lo contó por la vergüenza de confesarle la pasión violenta con la que tenían el acto sexual en esos sueños. Jimin podía estarse exhibiendo desnudo ante él en las cascadas, pero siempre se limitó a eso. Todavía tenía recato en su inocencia.
Esa inocencia deseada por la lujuria maldita de Park Seojoon.
Jungkook hubiera sido el único hombre en la intimidad sexual, pero era Eunwoo quien lo desnudaba con cariño. No pudo evitar gemir por los besos delicados en su hombro. Eunwoo desató el lazo de tela de su cintura para tocarle su desnudez. La vestimenta se deslizó sobre su piel hasta caer en el suelo. Su cuerpo se vio expuesto a su amante.
Aquella semidesnudez era tan perfecta, tan hermosa.
No le tenía lujuria perversa a ese cuerpo bello, sino el deseo de venerarlo con besos y caricias. Quizás la triste circunstancia los llevó a ese momento. Jimin estaba dispuesto a entregarle su honor a cualquier hombre alfa, exceptuando a Park Seojoon. Ese hombre maldito no sería el primero en poseer su honra. Eunwoo era su salvador, importándole poco el peligro de traicionar la confianza de Seojoon.
Cuando su ropa interior cayó deslizándose por sus piernas, Jimin se sintió tan vulnerable a la mirada de Eunwoo. El sentimiento de pasión entre ellos era prohibido y peligroso, porque de esa pasión florecía su complicidad. Ante la mirada sumisa de Jimin, Eunwoo se fue despojando de su ropa para estar desnudo con él.
Jimin se dejó besar por su amante, dejándose llevar hacia la cama.
Mientras sus cuerpos se rozaban piel con piel en su desnudez, la excitación subió de nivel con los besos ardientes. El sonido de los besos era tan impuro. Los labios de Jimin incitaban a Eunwoo a pecar. El acto de romper las reglas sagradas del sacerdocio nunca se sintió tan bien. Iba romper las normas solamente por Jimin.
—Jimin, ¿estás seguro de hacerlo hasta el final? —le preguntó Eunwoo, rompiendo el beso.
Jimin asintió sin dudar.
—Yo no tengo otra opción.
Eunwoo bajó su rostro para besarlo otra vez. Mientras el beso escalaba de tono, las manos de Eunwoo fueron hacia las íntimas mejillas de Jimin. El lubricante salió de su entrada. Esa reacción corporal lo hizo sentirse más culpable. No debería estar reaccionando con excitación a otro hombre que no era Jungkook. Era estarle traicionando a su amor, pero Jungkook ya lo había traicionado tras dejarlo abandonado en los brazos de Seojoon.
A pesar de esa traición cometida para Jimin, sentía tanta culpa de estarse entregando en cuerpo a otro hombre. Iba a romper la norma de conservar su honra pura. Era el peor pecado previo del matrimonio. No tuvo otra opción en ese momento. La lujuria de Seojoon pretendería su cuerpo muy pronto.
Jimin se rindió.
A través de los besos en esa piel tan preciosa, Eunwoo bebió la tentación de la pasión. El cielo estaba fundido en el cuerpo de Jimin, incitándole a pecar en él. El enigma anatómico de Jimin le hizo suspirar de placer, penetrando su falo en las mejillas íntimas del omega. Eunwoo sostuvo entre sus manos con cariño el rostro de Jimin para consolar las lágrimas derramadas. Su pene erecto ingresó con lentitud hasta el fondo. El dolor del acto hizo sollozar a Jimin, porque era su primer coito.
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Bella Luna || KookMin [Omegaverse]
FanfictionCuenta la leyenda de que, en tiempos del siglo XIX de la Dinastía Joseon, existió cierto omega muy hermoso, muy adinerado y muy inteligente. Su belleza irradiaba dulzura indescriptible, incitando la intensa envidia de los omegas y la vehemente pasió...