Bella Luna || KookMin [Omegaverse]

IX: Abuelo

—Señores, es evidente el hecho de que Park Seojoon tiene secuestrado a Jimin —dijo Sangwoo—. Ese hombre ha estado acosando a Jimin desde su llegada.

Todos los principales miembros del concejo del pueblo estaban reunidos por petición de Wang Jia Er.

Namjoon le miró, incrédulo y burlesco.

—Sangwoo, yo vi a Jimin muy feliz dando paseos con el señor oidor —argumentó—. Si Jimin está con Park Seojoon, ¿tú crees que no fue por voluntad propia? Por la Diosa Luna, Jimin está deslumbrado por ese hombre. Ni siquiera le importó su compromiso con Jeon Jungkook.

—Usted siendo gobernador de Pusan debería de velar por la seguridad de los habitantes —le refutó Hoseok, el doctor del pueblo—. Por eso, usted es parte de este concejo, Kim. Si Jimin está con Park Seojoon, te aseguro que es en contra de su voluntad. Ese hombre tuvo intenciones perversas con Jimin desde el inicio. ¿Acaso no vieron la mirada que le dedicó en ese baile?

El mejor amigo de Taehyung, quien también era parte del concejo, tomó la palabra de la discusión. Era Park Bogum, el profesor de artes más reconocido del pueblo.

—Yo estoy de acuerdo —dijo Bogum—. Park Seojoon se la pasó acosando a Jimin. Yo conozco a Jimin desde su infancia. Jimin nunca seduciría a Seojoon por poderío o dinero.

—A ti se te olvida algo, Bogum —respondió Namjoon—. Jimin ya no es ese niño inocente y bonito. Si Park Seojoon se enamoró de él, es responsabilidad de Jimin, porque él fue quien lo sedujo.

—¡Ya basta de esta estúpida conversación sin sentido! —exclamó Sangwoo, completamente enfadado y desesperado—. Si ustedes no hacen nada, Jiwoo y yo lo haremos. Señores Kim Namjoon y Wang Jia Er, queda en sus consciencias el peligro que Jimin esté pasando.

Dicho eso, se retiró con la ira surgiendo de él.

Nada le sirvió pedir ayuda.

A pesar de eso, tenía la esperanza de que Park Hyungsik hubiera rescatado a Jimin.

...

Seojoon miró por última vez el cuerpo muerto de Park Hyungsik, sintiéndose tan triunfante y glorioso de haberse quitado ese obstáculo de su camino. Absolutamente nadie le impediría tener a Jimin para él.

—¿Qué hacemos, señor? —le preguntó Minho.

—El cuerpo de Park Seojoon debe ser dejado en las cascadas —le ordenó—. Por supuesto, no queremos problemas. No dejen ninguna huella. Yo no quiero ninguna evidencia de mi encuentro con él. El señor Park murió por infarto en plena búsqueda de su nieto, ¿entendido?

Nadie debía de sospechar su doble crimen, sino se vería involucrado en problemas.

Los hombres de Seojoon hicieron su trabajo con el cuerpo de Park Hyungsik, dejándolo en pleno pastizal, sin dejar ninguna huella del cruel crimen. Había sido asesinado por las mentiras de Park Hyungsik, pero eso nunca lo sabrían los demás.

Mientras el cuerpo de su abuelo estaba sin vida, Jimin lloraba en su encierro en súplicas para que él lo salvara de la maldad de Park Seojoon. Lanzaba golpes violentos contra la puerta de madera dura. Seulgi lo había desatado para que comiera y bebiera, pero Jimin lo lanzó todo en su ira más intensa. Ella lo dejó a solas después de ese incidente.

Las lágrimas caían sin cesar, deslizándose por su rostro triste.

No le importó el dolor de sus manos casi sangrando, continuó golpeando la puerta con todas sus fuerzas.

Cuando finalmente se cansó después de horas, le lloró a su abuelo por su salvación.

—Abuelo, ven por mí, por favor... —suplicó con la voz rota, sollozando.