Las leyendas surgían de tiempos antiguos, relatados de generación en generación. Eran relatos folclóricos, basados en hechos históricos reales, pero con elementos de fantasía. Las leyendas de la Diosa Luna eran interesantes, porque era la creencia principal en el mundo. Incluso en tiempos recientes de la edad contemporánea todavía se veneraba a la Diosa Luna.
—Park Jihyun —la voz de su profesor interrumpió sus pensamientos—, ¿qué elegirás entre mito y leyenda?
Al ser estudiante de la carrera de Historia, la materia de antropología social y cultural era muy importante para investigar y conocer los aspectos culturales que formaron la sociedad y la historia del país. El tema de ese día era mitos y leyendas, estudiando la importancia de su influencia en la cultura coreana. El profesor les explicó las similitudes y las diferencias entre esos dos tipos de relatos. Cada estudiante debía de escoger algún relato de mito o leyenda para investigarlo desde el punto de vista histórico y antropológico, después exponerlo en clase.
Por eso, el profesor estaba llamando a cada estudiante para tener listo su tema.
—Leyenda, profesor —respondió Jihyun—. Las leyendas son más interesantes para mí, porque son reales, pero también tienen características fantasiosas. Yo quisiera lograr discernir la realidad de la fantasía de la leyenda que elegí.
—Oh, ya tienes en mente la leyenda a investigar —pregunto su profesor, sonriendo con interés y emoción. Su estudiante asintió en respuesta—. ¿Cuál es?
—“Bella Luna”.
Todos los presentes en el aula le miraron con desconcierto. Aquella leyenda era complicada de investigar, pero lo peor era es que esa leyenda era tema tabú en esa sociedad machista y conservadora. Porque esa leyenda era representación de la rebeldía social y el erotismo sensual en tiempos de dinastía. Aquel omega que fue odiado por muchos, pero también amado por otros.
—¿Estás seguro, Jihyun?
—Sí, profesor. Estoy segurísimo de investigar y exponer esa leyenda.
—Aparte de ser tema tabú, el reto verdadero será la investigación profunda de esa leyenda, prácticamente podría compararse con tesis de antropología. Yo no soy de mente cerrada. Estaría encantado de que se haga la investigación de esa leyenda representante de la lucha antimachista y el comercio sexual en tiempos de dinastía.
—Estoy dispuesto a ese reto, profesor. No lo decepcionaré —le aseguró Jihyun.
El profesor asintió, sintiéndose orgulloso de su estudiante. Estaba seguro de que Jihyun llegaría a ser parte de los más importantes historiadores en el país, pese a que esa profesión no era tan valorada, pero muchas personas de la política y la cultura sí valoraban la historia de sus tiempos antiguos. Por ese motivo, todavía se requerían excelentes historiadores y antropólogos.
Además, casi nadie se había atrevido a investigar y desconstruir los paradigmas que representaban y estereotipaban a ese omega que fue apodado de “Bella Luna”.
No solamente ese era su motivo para haber elegido esa leyenda, sino que había otro motivo demasiado personal.
Por eso, deseaba valerse de su carrera universitaria para investigar y desconstruir esa leyenda.
...
Ingresó a la biblioteca de su mansión, dirigiéndose sin vacilar hacia el estante perteneciente a su tatarabuela. Era lugar sagrado para la familia por tener libros exclusivos de la historia de la Dinastía Joseon y el Imperio Coreano, también de historias y leyendas con temas tabúes. Incluso tenían libros de la historia de la prostitución en Corea. Cuando subió por las escaleras para alcanzar la última fila, logró visualizar el libro objetivo: “La Bella Luna, tan hermoso y sensual, pero rebelde”. Aunque el libro estaba prohibido desde la línea generacional de sus padres, no le importaba romper las reglas de la biblioteca. Agarró el pesado y polvoriento libro entre sus manos, intentando no tambalearse o caerse por el peso del libro. Cuidadosamente bajó por las escaleras hasta pisar el suelo alfombrado. Quiso seguir caminando, pero se encontró con su abuela mirándole con reproche.
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Bella Luna || KookMin [Omegaverse]
FanfictionCuenta la leyenda de que, en tiempos del siglo XIX de la Dinastía Joseon, existió cierto omega muy hermoso, muy adinerado y muy inteligente. Su belleza irradiaba dulzura indescriptible, incitando la intensa envidia de los omegas y la vehemente pasió...