—Jungkook.
Cuando su padre ingresó a la celda, Jungkook se puso delante de él para enfrentarlo, sin temor de desafiarle la autoridad.
—¡Padre, esto es absurdo! —exclamó Jungkook, totalmente enfurecido—. Yo nunca le perdonaré esto. ¡Nunca!
Además del rencor por haber sido encerrado bajo la orden de su propio padre, Jungkook estaba tan enojado con él por desproteger a quien sería su omega y su esposo.
Jaesang le miró con frialdad.
—Al contrario, tú me darás las gracias.
Esas fueron sus únicas palabras, porque luego se salió de la celda. No tuvo ningún remordimiento de haber enviado a encerrar a su propio hijo. Era parte del enderezamiento contra la ira pasional de Jungkook, porque no consentiría que perdiera la cordura por ese amor.
Jungkook gritó del enojo.
El militar cerró la celda, dejándolo en la fría soledad.
La incertidumbre de no saber nada de Jimin lo estaba desesperando, casi matando la voluntad de hombre enamorado. A pesar de la intensidad del lazo tirando de sus almas, Jungkook lo sintió débil y roto, pero también el dolor intenso del otro lado del vínculo.
Algo pasó con Jimin.
...
>> —Seojoon es el juez más importante del Reino de Joseon, porque es el delegado del rey en la administración de la justicia. Eso lo hace alguien con dinero y poderío —le dijo Eunwoo—. Tú puedes ser el más beneficiado de todo esto.
Ante la insinuación, Jimin se enojó.
—¿Cómo puedes decir eso, Eunwoo? —espetó—. Si mi único pensamiento es cómo salir de este maldito lugar.
—Jimin, no estás entendiéndome —le contradijo el alfa con voz dulce—. Al contrario, no dejes que Seojoon sea quien te use, sino tú debes ser quien tenga el control de la situación. Utiliza a Seojoon.
El consejo de Eunwoo era demasiado riesgoso, pero Jimin debía dejar de ser el sumiso de Seojoon. Si quería tener algo de salvación, el omega debía manipular a ese hombre cruel. Jimin era la obsesión de su lujuria, pero también podría convertirse en su debilidad más peligrosa. <<
Jimin miró la vestimenta junto a varias cajas repletas de joyas en la cama. Todo se le fue regalado por Seojoon. Estaba tentado a romper y tirar esos regalos, pero controló ese impulso tras recordar la conversación con Eunwoo. Hablaron de ese asunto en la cama después de haber tenido relaciones sexuales. Eunwoo le convenció de inclinar la balanza a su favor para tener la oportunidad de manipular a Seojoon.
—Jimin... —le nombró Jiwoo, ingresando a la habitación, seguida de Sunmi y Seulgi.
—Jiwoo —le dijo, sonriéndole.
—¿Todavía no te cambiaste la vestimenta?
Jimin bufó.
—Yo no deseo salir con Seojoon. Ese hombre cree tener el poder de hacerme lucir de su trofeo, pero no será así.
Sunmi le miró con reproche, pero sin perder su postura elegante. Esa alfa era demasiado hermosa para ser tener esa personalidad tan intransigente y controladora.
—Jimin, Park Seojoon es el único hombre con el que cuentas —le dijo ella—. Si ya todo el pueblo te abandonó, ¿Jeon Jungkook creerá tus palabras? Nadie se cree que tú estás con Seojoon por miedo.
—¡Esa es la verdad! —exclamó Jimin.
—Cualquier omega daría por estar en tu lugar —le contradijo Sunmi—, porque Park Seojoon tiene dinero y poderío. Ese hombre pertenece a la nobleza del Reino.
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Bella Luna || KookMin [Omegaverse]
Fiksi PenggemarCuenta la leyenda de que, en tiempos del siglo XIX de la Dinastía Joseon, existió cierto omega muy hermoso, muy adinerado y muy inteligente. Su belleza irradiaba dulzura indescriptible, incitando la intensa envidia de los omegas y la vehemente pasió...