VII: Lágrimas

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Cuando Park Hyungsik hizo presencia en la sala principal de la hacienda, Jiwoo fue a recibirlo con felicidad y amabilidad. Sangwoo inmediatamente se dirigió a las escaleras para ir a la habitación de Jimin a anunciarle la llegada de su abuelo.

-Oh, estoy tan cansado -dijo el señor Park, suspirando.

-Mi señor, ¿desea beber algo? -le preguntó Jiwoo con amabilidad.

Hyungsik le devolvió la sonrisa.

-Sí, por favor, Jiwoo -le pidió, sentándose en el sillón-. Antes quisiera saber dónde está Jimin.

-Está en su habitación, mi señor -le respondió-. Mi esposo irá a avisarle de su llegada.

-Yo extrañé muchísimo a mi nieto -admitió con cariño-. Oh, mañana lo llevaré a la pradera de cerezos, porque sé perfectamente que está triste por la ausencia de Jungkook. Yo no quiero ver triste a mi nieto.

-Ay, mi señor. Usted realmente ama a Jimin -respondió Jiwoo.

-Yo daría mi vida por él, es la luz de mi luna.

Jiwoo quiso seguir la conversación, pero Sangwoo descendió por las escaleras con total desesperación. Jimin no estaba en ningún lugar de la casa de la hacienda. Jimin no salía sin permiso a esa hora de la noche.

-Sangwoo, ¿qué está pasando? -le preguntó Hyungsik con preocupación.

-Señor Park, Jimin no está en la casa -le respondió con la voz temblorosa.

-¿Qué? Eso no es posible -dijo Jiwoo con confusión-. Yo lo vi hace momentos para llevarle algo de beber.

Hyungsik fue corriendo a los aposentos de su nieto, gritando su nombre en el camino. No hubo ninguna respuesta por parte de Jimin. Su abuelo lo buscó por toda la hacienda, sin conseguir respuesta alguna. Jimin había salido sin permiso en pleno inicio de la oscuridad de la noche.

La ira se apoderó de Hyungsik, pero más... el miedo, porque en su alma estaba el mal presentimiento. El señor Park Seojoon le había incitado los sentimientos de protección y desconfianza por su nieto.

-¡Sangwoo y Jiwoo, vengan! -les llamó de regreso a la sala principal. Cuando ellos llegaron, Hyungsik les miró con furia-. Ustedes díganme dónde puede estar mi nieto a estas horas de la noche. ¡Maldita sea, respondan!

-Señor Park, no tenemos ni idea -respondió Sangwoo.

-Yo lo vi en sus aposentos. Jimin estaba leyendo algunos poemas en ese momento -dijo Jiwoo con la voz rota.

-Oh, mi nieto salió sin supervisión. ¡¿Cómo no se pudieron percatar de eso?! -exclamó, más enfadado-. Esa es su única labor en esta casa. Ni siquiera eso pudieron hacer bien.

A Jiwoo se le iluminó la mente tras recordar la fase lunar de esa noche. Era la fase perfecta para el recorrido de Jimin por las cascadas en la noche. Jimin adoraba ir de noche en luna llena, pero esa vez él no le había pedido permiso a Jiwoo.

-Ay, por la Diosa Luna, Jimin puede estar en las cascadas -intuyó.

-¡¿Jimin en las cascadas en la noche, peor sin ninguna supervisión?! -vociferó Hyungsik-. ¡Vamos a buscarlo!

Hyungsik salió corriendo de la hacienda en búsqueda de Jimin, seguido de sus lacayos.

...

El cuerpo de Jimin fue lanzado hacia el suelo de paja, sin poder moverse por estar atado de piernas y brazos. Jimin sollozó, sintiéndose tan débil. Había despertado en cuanto Seojoon lo bajó del caballo. Ni siquiera pudo gritar en ese momento porque le habían callado con la mordaza.

Bella Luna || KookMin [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora