II: Nacer

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AÑO 1800

Las personas podrían ser crueles con los omegas y las omegas que habían tenido hijos sin haberse casado, pero el asunto era mucho peor si no estaban marcados. Por eso, teniendo el corazón roto por la muerte de su amada hija, estaba decidido a irse con su nieto entre sus brazos lejos del pueblo de Jeonju de la provincia de Jeolla. Quería irse a Pusan para iniciar de cero. El pueblo de Pusan en la provincia de Gyeongsang era su lugar de origen.

No quería abandonar su hogar, pero las habladurías de las personas no se hicieron de esperar. Si su nieto crecía en ese pueblo, podría ser víctima de insultos y rechazos crueles por ser hijo “bastardo” e “ilegítimo”, sin importar si fuese omega, beta o alfa. No deseaba que su nieto creciera con rechazos. Quería que fuese muy feliz y amado.

Viendo desde el balcón la lluvia cayendo en el jardín de su hacienda, el señor Park suspiró con tristeza y nostalgia. El llanto del bebé entre sus brazos lo hizo concentrarse en la mirada dulce que había heredado de su madre.

—Señor Park, nosotros nos vamos con usted. No importa a dónde, pero Jiwoo y yo estamos dispuestos a cumplir nuestra promesa de servirlo a usted. Si debemos criar a su nieto, lo haremos con honor.

El señor Park miró a sus dos lacayos leales y fieles, sonriéndoles con cariño. Ellos eran el único soporte y consuelo que tenían en ese momento de tristeza y pesar.

—Está bien. Su más grande demostración de lealtad y respeto hacia mí será ser parte de la formación y el crecimiento de mi nieto. Quiero su promesa de amarlo y honrarlo.

Ambos lacayos se arrodillaron ante el alfa para reverenciarle a los Park, demostrando y prometiendo su lealtad y su respeto.

—Señor Park Hyungsik, honraremos y serviremos a su nieto con amor y respeto. No lo abandonaremos o defraudaremos.

Hyungsik sabía que sus siervos se habían encariñado con su nieto desde el vientre de su madre. Por eso, confiaba plenamente en ellos. Porque más allá de ser sus siervos, eran sus amigos.

—Vámonos a Pusan —pronunció con decisión y firmeza—. Allí crecerá mi nieto.

El señor Park miró a su nieto con devoción y cariño. Aunque en el principio había renegado de su existencia por el hecho de ser hijo “bastardo” en el vientre de su amada hija, ese hermoso bebé ya le había conquistado el corazón con su existencia que deslumbraba hermosura, inocencia y ternura. No le importaba la deshonra que sintió de su existencia en el inicio. Su nieto ya era amado por él.

Estaba seguro de que sería el ser más bello de todos.

Por eso, pensaría en el nombre perfecto para él, que le haga honor a su hermosa existencia.

...

El viaje a caballo durante cuatro días fue totalmente cansador, pero la brisa delicada de Pusan les dio la dulce bienvenida a los Park, haciéndoles sonreír con la sensación de felicidad intensa.

—¿Esa es la hacienda, señor? —le preguntó Jiwoo con emoción, mirando la hermosa vista de la hacienda elegante frente a ellos.

—Sí, ¿qué les parece? —les preguntó.

Sangwoo sonrió con cortesía.

—Está perfecta, señor Park. La casa es muy hermosa —comentó con honestidad.

—Sí, señor —afirmó Jiwoo—. Aquella casa es muy linda. Seguro su nieto amará vivir allí.

—Sí, es perfecta para él, porque es muy espaciosa y grande.

Bella Luna || KookMin [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora