Mis piernas estaban cansadas ¿por qué? Ni yo tenía la respuesta. Me sentía agotado, quería correr, correr y alejarme de aquella situación con alguien que ni siquiera conocía.
Estoy perdiendo una batalla, la cual nunca supe cómo comenzó.Aquel chico, si, ese que me agarró con fuerza mi brazo y me cuestionó groseramente el porqué me encontraba en la clase especial. Mi mirada y la de él estaban teniendo una conexión demasiado intensa, esos ojos cafés cada vez se profundizaban con mayor fuerza.
Pensé que en cualquier momento me daría un golpe en el rostro, no fue así.— Te hice una pregunta ¿no piensas responderme — enfatizó soltándome el brazo, ya me había quedado demasiado rojo por la presión que estaba ejerciendo sobre el. Yo solo me quejé, el dolor se había apoderado de mí.
— ¿De que hablas? — respondí tratando de que mi voz sonara firme, no fue así, porque parecía que estaba asustado, aunque no era así, sin embargo, su presencia imponía mucho a mi cuerpo demasiado frágil y débil. — Yo no te conozco, no entiendo porque me tratas así — lancé sin titubear.
Sus ojos emitían ira, evidentemente algo no estaba bien con él, había un problema y lamentablemente el problema era yo.
— Ahora resulta que no te acuerdas, entonces creo que debo refrescarte la memoria — alzó su mano para darme un golpe pero alguien dijo mi nombre, era Queen babe.
Ella se acercó sin problema hasta donde estábamos nosotros, se puso a mi lado y le tiró una mirada amenazadora al chico.
— ¿Ocurre algo? — frunció el ceño mientras miraba a él fijamente y a mí de reojo.
— No, no pasa nada — dije con la cabeza inclinada parcialmente y mirando al suelo — es mejor que nos vayamos de aquí.
Queen babe me tomó del brazo y me jaló con dirección al salón, ella parecía estar molesta, ¿Acaso vio todo lo que pasó? Mi cabeza estaba fuera de lugar, mis sentidos tenían el control sobre mi, no estaba bien, pero no podía hacer nada al respecto.
Creo que voy a desmayarme en cualquier momento.Ella me arrastró hasta las gradas del campo ¿En que momento caminamos tan rápido? De tanto pensar en aquel chico no me di cuenta de nada hasta ahora que estoy aquí parado con el viento soplando fuerte sobre mí y despeinando mi cabello.
Intenté decir algo pero ella me ganó.
— ¿Se conocen? — preguntó curiosa pero con un tono bajo.
— No, nunca lo había visto — respondí trabando de estabilizar mi aliento — Yo tampoco entiendo porque hizo algo así — rematé. Ella solo se me quedó viendo y con su mano se rascó el cuello ¿Por qué hacía eso? ¿Estaba nerviosa? No, aquí el nervioso era únicamente yo.
— Será mejor que volvamos al aula, la próxima clase está por iniciar, andando — Quería seguirle el paso pero me fue imposible, mis piernas no respondían a mi llamado, todavía seguía asustado después de lo ocurrido con aquel chico.
— En un momento voy — me senté en la primera grada y puse mis manos sobre mi regazo para calmarme un poco.
Ella hizo un gesto y con su dedo me dio aprobación, solamente veía cómo se alejaba cada vez más dejándome ahí solo.
Mi vista se perdió por un momento, no estaba bien, para nada. << Soy un tonto >> murmuré en voz baja. Un sentimiento se apoderó de mí, quería volver a mi antiguo lugar, ese donde ya tenía a mis amigos, en donde nadie me molestaba y sobretodo donde era feliz. Cuando me di cuenta unas cuantas gotas estaban cayendo directamente sobre mis manos y otras tantas en mi pantalón azul. No solía llorar, solamente una vez lo hice, sin embargo, me fue inevitable.
Y de pronto una voz un poco ronca cerca de mí habló:
ESTÁS LEYENDO
EL CHICO DE LA CLASE 53
Teen FictionNunca pensé enamorarme, y menos de ese chico. Sé perfectamente que estoy enamorado de él, sin embargo... ¿También lo estará de mi? Llega una nueva historia de amor adolescente entre dos chicos, la cual, no solo te hará reflexionar sobre la importanc...