Bland

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Chapter. 13

"Desabrida"
Oficina de la profesora
Bathsheda Babbling


Había tensión en el ambiente.

Cada uno se concentraba en un estante diferente, pero las pilas de acuerdo al alfabeto eran las mismas. Cuando casualmente debían dejar un libro a una misma pila, evitaban las miradas.

La oficina de la profesora de Runas era enorme y toda una tercera parte del espacio era ocupado por una gran biblioteca estructurada en madera. De no ser porque ahora debían limpiarla, a James le hubiera parecido espectacular.

—Esto sería tan sencillo de limpiar con un movimiento de varita —murmuró James, más para sí mismo que a las demás.

—Gryffindor, tú desempolva los libros. Python puedes subirte y empezar a limpiar los estantes —Vena fue la primera en hablar después de terminar de apilar los libros fuera de la antigua estructura de madera.

James, con la paciencia pediendo de un hilo y la cara ardiendo, estaba por refutar, hasta que escuchó a Romance estar de acuerdo.

—¿Vas a hacer lo que ella dice? —señaló a Vena indiscriminadamente.

Romance alzó una ceja, —Tú tienes la parte más fácil, si prefieres la escalera, adelante.

La biblioteca tenía integrada una escalera corrediza, por ninguna razón en particular más que por la estética, porque de quererlo así, cualquiera podría bajar los libros con un sencillo accio.

No respondió, solamente gruñó hasta la mesa donde se encontraba el plumero y empezó a desempolvar.

—Había escuchado que los Gryffindor son muy obedientes, no decepcionas, Potter.

James azotó uno de los libros contra la mesa.

—No presiones —escucharon decir a Romance desde lo alto.

Vena se rió, —Bien, bien, me retracto.

James con la furia contenida, primero por la discusión con Evans y luego por pasar el castigo con dos de las personas más despreciables que conocía, intentó hacer tregua.

No era su primera vez en un castigo, pero normalmente los profesores se quedaban a vigilar o, al menos, sabía que podían estar perdiendo el tiempo tanto como ellos. Sin embargo, la profesora Bathsheda se había ido al segundo después de repetir las instrucciones.

Uno a uno fue desempolvando cada libro, el siguiente con un título más aburrido que el anterior. Cuando iba por la pila de libros de la letra V, se le ocurrió tomar un descanso, fue cuando se dio cuenta.

—¿Tú qué se supone que haces? —reclamó.

Al pie de la escalera corrediza del librero, Vena respondió: —Cuido que Python no se caiga.

—¿Estás sosteniendo la escalera? ¿Ese es tu trabajo! ¿Sostener la maldita escalera! —se volvió hacia Romance—. ¿Y a ti no te da miedo que te tire? Literalmente su vida sería más sencilla si tú no existieras.

Romance seguía desempolvando y pasando paños húmedos, le faltaban las últimas dos hileras más altas, al escuchar el altercado solamente miró hacia abajo, donde se encontraba Vena.

Ve por mis cosas, Potter | James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora