~Espiando el Destino~

~El Verano del 2018~Parte 4~

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El paisaje era hermoso y la pregunta en el instante perfecto; sólo abrió la boca y la lágrima corrió por su mejilla perdiéndose entre sus cabellos porque estaba acostada. 

- Oi pero no es para que chilles. - Pero ella no respondió, sólo se levantó y lo abrazó, vilmente se le fue encima y lo rodeó con sus brazos; tal cual como había hecho de una cama a otra en el campamento después de haber vuelto del pasado. 

- ¿Es en serio? - 

- ¿Crees que bromearía con algo así? ¡Joder!, ¡Claro que es en serio! - 

- Pero y lo que dijiste sobre el futuro que... - 

- ¡Si o no! Ya, y nada de "tengo que pensarlo" no tienes nada que pensar si estamos salien... - 

- ¡Si!, ¡Claro que si! - Él se quedó mudo y ella se le pegó a los labios de inmediato porque en todo lo que llevaban de cita en ese día no se habían besado, al menos no en los labios, ni una sola vez. Solo Katsuki besó su sien en el recorrido en el ferry, y su mejilla cuando la dejó en el auto para preparar la sorpresa. Entonces ella recordó el lugar en donde estaba así que se levantó y se asomó entre ambos. - ¿Y esto? - Pero él seguía ido en la respuesta de la chica dándose cuenta de que lo acababa de pasar. 

- Dijiste que sí. - 

- ¡Claro!, ¿Lo dudabas? - 

- Esas cosas no se asumen mujer, por supuesto que pregunté sin saber. - 

- Ok, estás siendo demasiado tierno ahora mismo. - 

- ¡Yo no soy tierno! - Y su voz hizo eco en el lugar por lo que ella se levantó y miró alrededor. Realmente no había nada ahí más que plantas. Él se sentó y ella se miró los pies. 

- Mejor me los quito. - Dijo al ver que tenía zapatos sobre una colcha; él hizo lo mismo y los dejó a un lado fuera de la colcha y ella donde mismo. Luego miró que había una caja de mochis y un par de copas de plástico servidas con sodas y lo miró sorprendida. - ¿Cuándo hiciste todo esto? - 

- Te distraes fácilmente. - Lo cierto es que Bakugou compró las cosas que faltaban sin que ella se diera cuenta y las dejó en la parte de atrás. 

- ¡Jejejeje! - 

- Bueno, ¿quieres? - Dijo ofreciéndole el mochi y ella pronto tomó uno, se pegó a él y recargó su cabeza en su hombro. 

- Esta es la mejor cita de mi vida. -

 - Aprovéchala porque a partir de mañana nuestras citas serán idas a la cafetería. - 

- Ouh... eso se oye tan triste. - 

- ¿Al bosque? - 

- Extraño. - 

- Al gimnasio... te invito a entrenar. - 

- Ay que tierno. - Dijo torciendo la boca y él sonrió. 

- Ya pensaré en alguna mierda. - Comieron mochis y bebieron sus sodas, pero gracias a esto a ella le dio frío; entonces él sacó la otra colcha que llevaba y la rodeó con esta, la envolvió como un capullo mientras ella se reía. 

- Estás loco. - 

- Quisiera ser más caballeroso y darte mi chaqueta pero me dará frío a mí y me caga así que vine preparado. - 

- No pensé que haría frío en agosto pero aquí es más fresco. - 

- Tampoco pensé en decirte sobre el clima, yo me puse la chaqueta para combinar. -