Bakugou y Uraraka viajan en el tiempo y sin querer se topan con ellos mismos y con su futuro pero... ¿Lo podrán proteger para que se llegue a cumplir? O quizás lo que encuentren no es lo que esperaban para sí mismos.
Ship: Kacchako-Bakuraka-Katsuoch...
Apenas Ochako se sentó sobre las piernas de su novio este le sujetó por el trasero y la pegó a su cuerpo, habiendo terminado el tiempo de plática, era hora de tener algo de privacidad. Bakugou estaba tan harto de las interrupciones que se juró, mientras besaba los labios de su dama, que mataría a quien tocara la puerta, no importaba quien fuera.
Katsuki quería intimar con ella pero no sabía hasta qué punto podía llegar, tampoco pensó en preguntar porque no quería charlar más así que decidió dejarle la batuta a la chica. De esta manera Ochako le besaba el cuello y él solo acariciaba su espalda y por supuesto su baja espalda hasta donde esta perdía su nombre; estaba fascinado con esa redondez en especifico y recordaba las veces que muy disimuladamente se fijó en el trasero de la castaña cuando usaba su traje de héroe. La curvatura natural que hacía su baja espalda hacia su trasero lo tenía fascinado.
Y para fascinaciones Ochako estaba en el paraíso pues aquel monumento de músculos era todo suyo. podía tocarlo y besarlo y así lo demostró cuando lo empujó haciendo que se tumbara en la cama. Ella quedó subida sobre él y Katsuki renegó tomándola de las caderas para acercarla, pero eso hizo que ella quedara sentada justo sobre el bulto en sus pantalones.
- ¿Huh? - Se asomó y él frunció el ceño.
- ¿Qué esperabas? -
- Es...está bien. -
- Si te molesta, dime. -
- No me molesta, es normal. - Él la miraba aún con el ceño fruncido pero se le fueron colorando las mejillas, la agarró por las nalgas y se sentó un poco para besar sus labios, Ochako correspondió aquel beso que de pronto se volvió intenso, sus lenguas se encontraron y la saliva comenzó a ir y venir. Katsuki comenzó a acercarla más y más hasta su hombría que se endurecía con cada nuevo acercamiento.
- ¡Hah! Cara Redonda... - Dijo separándose de sus labios para besar su mejilla y morder su cuello.
- ¿Si? - dijo en un hilo de voz.
- ¡Me encantas, mierda! - Sus manos aferradas a su trasero lo estrujaban con fuerza, ella sonrió sintiendo aquella dureza en su entrepierna, Katsuki la llevó hasta ese punto, y restregaba yendo y viniendo justamente en donde sus bragas ya estaban mojadas por el encuentro previo. Así que lo empujó y lo hizo tumbarse, él se quedó acostado mirándola, ella se apoyó en su abdomen y dejando el meñique elevado continuó restregando su cadera. - ¡Ah! Sigue así... ¡Hmmm! - Ochako lo vio tumbarse y echar la cabeza hacia atrás; cerró los ojos y movió sus palmas a su cadera, luego a sus muslos y los apretó. - ¡Princesa joder! Me voy a correr en los pantalones. -
- Quítatelos. -
- ¿Qué? - Regresó la cabeza y la miró sonrojado y sorprendido, de hecho Ochako no conocía esa mueca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
