𝑺𝒐𝒚 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐.

Extra 6

—Vamos a rotar a los compañeros cada día, así que la señora Lee Jung-hee se encargará del orden.

El gerente puede compartirlo, pero deliberadamente le dio a Lee Jung-hee el papel para acercarse. Gracias a esto, Tae-soo, que se quedó solo, miró a las mujeres que lo rodeaban con la sensación de un estudiante transferido. Se sintió incómodo, así que inclinó la cabeza una vez más y se presentó.

—Soy Yoon Tae-soo. Por favor, dejenme el trabajo duro a mí.

Tae-soo se tocó la parte posterior de la cabeza con una sonrisa, y hubo un sonido de aleteo aquí y allá, como si movieran las manos con urgencia. Giraron la cabeza como si estuvieran recogiendo los guantes de goma caídos o abrochándose los pantalones, y había sonrisas en sus rostros.

Sin embargo, hubo una persona que miró a Tae-soo con ojos particularmente feroces. Era Kim Hae-in, que había estado hablando con Lee Jung-hee antes, quien a menudo estaba de mal humor e insatisfecha.

—¿Crees que un joven puede hacer esto? Esto no es algo que se pueda hacer por pura fuerza de voluntad.

—Oh, ¿es así?

¿Es esto territorialidad?

Mientras Tae-soo la mira con incredulidad, Kim Hae-in entrecierra los ojos.

—Cuando eres tan alto, no puedes ver el polvo en el suelo. No puedes hacer eso.

Kim Hae-in hizo un gesto con la mano. Era hora de que Lee Jung-hee detuviera su fuerte insatisfacción.

—Quédate conmigo hoy. Me aseguraré de que lo hagas bien.

Cuando se revelaron sus verdaderas intenciones de convertirse en su primera compañera, los ojos de los demás, incluida Lee Jung-hee, se volvieron feroces. ¿Estás jugando?

—Sólo un día. No te preocupes, te convertiré en un buen limpiador. ¿Entonces seré yo la primera? Vámonos.

—¿Qué? Sí.

Tae-soo, que temblaba como una ola arrastrada, rápidamente se puso detrás de ella.

No sé qué demonios está pasando. No sé si le gustaba o no. Estoy confundido porque ella actuó como si yo no le gustaba porque yo era alto e ignorante, pero terminé con ella.

《Simplemente no pensemos en ello.》

De todos modos, no sé nada, así que haré lo que me digan.

—Espero contar con su amable cooperación.

—Sí. Quédate cerca de mí. Nunca debes alejarte, ¿de acuerdo?

—Sí, seré el pegamento perfecto de la señora Kim Hae-in.

Tae-soo exclamó enérgicamente, y las comisuras de la boca de Kim Hae-in se curvaron.

                                    ***                                             

—No puedes levantar el sofá así. ¡Manos fuera!

—¡Sí!

Tae-soo estaba a punto de levantar el sofá para limpiar debajo de él, pero rápidamente lo soltó.

—Cuando levantas cosas, tienes que doblar una pierna para asegurarte de que tienes una buena postura. He visto a mucha gente romperse la espalda levantando cosas.

—Tendré cuidado.

—Así es. Tu espalda es importante.

Tae-soo hizo lo que le dijeron, se agachó, empujó suavemente el sofá hacia un lado y limpió el suelo con el trapo que llevaba. Nunca pensó que estaría limpiando cada rincón de la habitación de esta manera. Es el primer día, así que va a tener que aprenderlo todo.