𝑺𝒐𝒚 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐.

Extra 27

—Es un verdadero malentendido. Si no me hubiera topado con hyung, lo habría descubierto.

Kang In-hyuk murmuró su excusa, encogiéndose como un globo sin aire. A su manera, fue una serie de momentos increíbles.

—No lo sabía porque el internet no funcionaba bien en todos los países en los que estuve fotografiando y no he hablado con nadie correctamente.

Mientras hablaba, Kang In-hyuk hizo un puchero, tal vez porque era injusto.

—Ahora que estaba en Corea, iba a llamar a cualquiera, pero dio la casualidad de que Park Han-soo me llamó..... ¡Ag!

Enfurecido mientras hablaba, Kang In-hyuk saltó de su asiento. Estaba a punto de gritar, pero cuando vio a Yun-soo comiendo dulces y a Hyun-soo bebiendo leche a un lado, simplemente giró su cuerpo sin hacer ningún sonido.

—Si no fuera por Park Han-soo, no habría malinterpretado esto.

—Perdiste la cabeza después de que te golpeara de esa manera.

Tae-soo sacudió la cabeza mientras veía cómo Kang In-hyuk seguía persiguiendo a Park Han-soo hasta el final. Los humanos que no reflexionan sobre sí mismos no se desarrollan. Chasquea la lengua, pensando que no puede convertirse en un ser humano mejor, y Kang In-hyuk se da la vuelta con cara de enfado.

—Eres una persona tranquila y delicada. Por eso.

Kang In-hyuk miró a Tae-soo y se cruzó de brazos como si le pidiera que dijera algo. Tae-soo miró a Se-hun como si no fuera a ser difícil. Ante esa mirada, Se-hun sacudió el polvo de las manos de Yun-soo y dijo.

—Pensabas que el Tae-soo que conocías siempre iba a ser animado. Pero ahora Tae-soo es padre de dos hijos y un trabajador completo.

—¿Pero cómo puede cambiar la personalidad de una persona de la noche a la mañana?

—Entonces deberías saberlo. Cómo era Tae-soo en el pasado. Por lo que he oído, era un chico tranquilo.

Ante la pregunta de Se-hun, Kang In-hyuk no podía hablar como si tuviera pegamento en la boca. Podía estar malhumorado y nervioso, pero no era naturalmente tan alborotado ni ruidoso. Por supuesto, el Yoon Tae-soo que Kang In-hyuk tiene en mente no está ahí ahora mismo, pero no lo dice en voz alta, así que Tae-soo no lo sabe.

—Entonces, qué diablos es lo delicado.....

—Averígualo tú. O ve a preguntarle a Park Han-soo.

Tae-soo, que ya no tiene la intención de recordar los sentimientos de injusticia de Kang In-hyuk, se levantó de su asiento. Venir a ver a su Jeong Hae-jin noona y quedarse con Kang In-hyuk fue inesperado, así que iba a poner las cosas en su sitio.

—Noona, ¿quieres pasar por mi casa?

—¿En serio? ¿Puedo ir? Me gusta, pero….

Jeong Hae-jin, que estaba alimentando en silencio a Hyun-soo y pensaba guardárselo en el bolsillo, estaba a punto de aceptar la propuesta cuando notó a la otra persona. Se-hun negó con la cabeza como si no le importara y se puso de pie. No habían salido del aeropuerto porque era hora de alimentar a Hyun-soo, por lo que era hora de ponerse en marcha.

—¿Eh? ¿Qué hay de mí? Ha pasado mucho tiempo desde que no vengo, ¿por qué no me invitas a tu casa?

Kang In-hyuk agarró el hombro de Tae-soo mientras empacaba sus pertenencias y estaba a punto de irse. Podía sentir que todos intentaban dejarlo atrás, así que forzó una sonrisa y suavizó la voz.

Pero su oponente era Tae-soo. Arrancó uno a uno los dedos de Kang In-hyuk y los tiró.

—Los mayores deben estar esperándote. Vete a casa y pórtate bien… Si quieres volver a verme, ven a la fiesta.