Cap. 11 🌼

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–Te doy cinco minutos empezando a partir de ahora. Así que, mejor deja de llorar y di lo que tengas para decir, o puedes regresarte por donde viniste. —musitó el mayor a secas.

Chittaphon tragó fuerte, ahogando con el gesto su impresión. TaeYong nunca le había hablado o tratado de aquella forma, él siempre fue amable y cálido con Ten, cariñoso. Verlo comportarse de manera diferente agrietaba su corazón.

TaeYong lo dejó entrar en su casa porque verlo llorando le causó pena, y lo llevó consigo hasta su habitación en el segundo piso para que tuviesen algo de privacidad. Una vez en el cuarto, le invitó a sentarse en la cama y de pronto el semblante del pelirrubio volvió a tornarse en uno de los más frívolos que el menor hubiera visto jamás. No parecía el TaeYong de unos minutos atrás, cuando suavizó su mirada y le invitó a subir.

–Sucede que, de unas semanas para acá... —Chittaphon sentía los labios resecos, y eso que apenas iba comenzando— los jugadores del equipo comenzaron a hacerle bullying a uno de nuestros compañeros por mirar a otro de manera "sugerente"... —imitó las pequeñas comillas con sus dedos, no quiso entrar en detalles de lo que eso significaba, pero esperaba que el mayor lo comprendiera sin necesidad de más palabras— lo tildaron de "marica" a partir de ese día. Le hicieron sentir como que era una basura, se burlaron de él, se rieron de él en su cara y nadie hizo nada por defenderlo, n-ni siquiera yo aunque estuve presente t-todo ese tiempo... él cambió mucho su aspecto y su personalidad después de eso, y yo... —a Ten se le hizo difícil no apartar la mirada del castaño— temía que el próximo fuese yo. —confesó, con un nudo en la garganta, y lágrimas que no parecían cesar por nada.

TaeYong permaneció allí parado, observándole sin expresión alguna. Tan sólo con el ceño fruncido y de brazos cruzados.

–Tenía mucho miedo de lo que JunHong pudiera llegar a hacer conmigo si se le presentaba la oportunidad, ya que él es de humillar a los demás y todos le siguen la corriente sin importar lo que diga. Él dicta, y todos los que callamos, simplememte otorgamos. —exhaló profundo— Es por eso que, cuando se acercó ese día a mí con la intención de querer exponerme como otro "marica" frente a todos, paniqueé. Y dije cosas sin pensar, hyung. Lamento todo lo que dije, no es verdad. Nada de lo que dije es verdad. —se disculpó en un sollozo el pequeño chico, el corazón de TaeYong se estrujó un poco dentro de su pecho, podía ver la sinceridad en los ojitos del pelinegro.

–Pero... —la única cosa que el pelirrubio fallaba en comprender aún se encontraba sin responder— ¿Por qué yo? ¿Por qué decir esas cosas de mí específicamente?

TaeYong no supo cuándo, sólo que sus lágrimas también caían junto con las de Ten.

–Pues porque usted... u-usted me... —el pelinegro apretó sus labios juntos, su paladar seco, necesitaba decirlo— JunHong debió verme uno de esos días, con TaeYong hyung esperándome fuera de la biblioteca... Él debió darse cuenta de cómo le miraba. Él se dió cuenta de lo que esa mirada implicaba, y quiso humillarme frente a los demás al utilizarlo a usted en nuestra conversación, como hizo con ChanHee. Y yo mentí, para evitar que me expusiera frente al equipo. No lo hice de la mejor manera, me burlé y arruiné su reputación en el proceso... Pero no estaba pensando claro, hyung. M-Me asusté, y no estaba pensando claro. Lo siento, h-hyung... —volvió a sollozar con más fuerza.

TaeYong se acercó hasta el muchacho y lo envolvió en un abrazo mientras éste continuaba disculpándose y diciendo lo mucho que lo sentía, Lee no pudo seguir fingiendo y haciéndose el indiferente frente a Ten.  Lo quería demasiado y no soportaba verlo sufrir.

Al cabo de unos minutos, el abrazo se deshizo y TaeYong se tomó un momento para limpiar las rojas mejillas del azabache. Habían manchas de lágrimas por todo su lindo rostro, y sus ojitos aún brillaban con la culpa y la tristeza en ellos.

Sus rostros estaban cerca y con cada segundo que transcurría se acercaban más, sus respiraciones entremezclándose debido a la proximidad.

No habían estado a una distancia tan corta antes y se notaba, por la manera en que ambos adolescentes parecían estar temblando con aquella desconocida cercanía, y rebosando de emociones por los pasados acontecimientos.

–¿Y cómo me mirabas? —TaeYong preguntó en un pequeño susurro, atreviéndose a hacer la única pregunta que daba vueltas en su cabeza desde que Chittaphon lo mencionó.

Los labios de Ten sobre los de TaeYong fueron la respuesta que sellaron aquella pregunta.











Insoportablemente Bello [TAETEN] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora