Cap. 06 🌼

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Después de la clase de educación física, era normal que los chicos fueran juntos a ducharse y de ahí salieran a almorzar algo.

Era una pequeña costumbre creada entre ellos.

Hoy los demás chicos terminaron primero de ducharse y vestirse, eligiendo adelantarse al par que se estaba tomando su tiempo en las regaderas, TaeYong y Ten.

Johnny fue quien se dio a la tarea de avisarles esto, vociferando a todo pulmón que estarían esperando en el restaurante de la esquina, aquel que a pesar de no ser muy grande contaba con los precios más cómodos para los bolsillos desgastados de aquel pequeño grupo de adolescentes.

Por ello era el restaurante que más frecuentaban.

El pelirrubio caminó hasta su locker con una toalla azul amarrada a su cintura y otra pequeña colgando de su cuello, buscaba tranquilo su ropa cuando el sonido de agua correr proveniente de la última ducha encendida se detuvo, y el menor apareció a su costado poco tiempo después.

TaeYong no supo qué hacer cuando presenció la manera en que Ten se retiró la toalla que adornaba sus caderas sin ninguna pena, para después deslizar su ropa interior por sus blanquecinas piernas hacia arriba.

El pulso de Lee se disparó y sintió su cuerpo reaccionar de manera extraña, para empezar no debería estar sonrojado por algo como aquello, —pues no era su primera vez viendo alguno de sus amigos al desnudo en las duchas, sucedía todo el tiempo— pero este era Ten, el chico del cual gustaba y creía estar enamorado.

Las facciones en su rostro no eran capaces de actuar con menos obviedad que esa, por suerte el pelinegro andaba muy concentrado en vestirse rápido para alcanzar al grupo. Que no se percató de aquel tinte extraño en la mirada de su mayor. Uno que no era tierno ni cariñoso, mas bien, rozaba en lo perverso.

Ten peinó su cabello oscuro hacia atrás con sus delgadas manos y cerró el casillero, agachándose a recoger su mochila del suelo cuando estuvo listo para irse él también.

De pronto el suceso más mágico del día ocurrió para TaeYong.

–Le esperaré fuera para ir juntos, hyung. —pronunció Ten sonriéndole un poco y marchó hasta la salida para esperarle.

La emoción provocada por esas cortas palabras fue tanta que ayudaron a que el corazón de TaeYong bombeara sangre hacia el lugar indicado, en vez de hacia su zona sur. Terminó de ponerse su ropa, luciendo la sonrisa más brillante y gomosa que nadie jamás haya visto antes en él.





Insoportablemente Bello [TAETEN] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora