𝟎𝟐𝟓: 𝐈𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐜𝐞

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【CAP. 25】
꧁𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚 ꧂

Tocan la puerta de la habitación en la habitación en la que me encontraba pero no respondo. Sin esperar respuesta de todas formas entra Nao con una bandeja.

-Esto es a lo que llaman servicio a la habitación.- comenta bromista dejando la bandeja en la pequeña mesa cerca del tocador.

No suelto ni una palabra lo que hace que suspire levemente un poco harto de mi poco interés en entablar una conversación.

-Muchas mujeres estarían felices de ocupar tu lugar,poder tener un esposo con un barco tan grande que puedas tener una habitación gigante en él...

-No eres mi esposo.- lo interrumpo al instante.

-Oh pero pronto lo seré,cariño.- comunica y yo giro mi rostro para no mirarlo.- Ahora come.

No me muevo ni un centímetro de donde me encontraba y Nao golpea fuertemente la mesa provocando que la bandeja salte y el agua se vuelque.

-Mira lo que me hiciste hacer...

Lo miro anonadada. ¿Lo que le había hecho hacer?,era una persona sumamente agresiva y cada vez me daba más miedo.

-Traeré otro y esta vez lo comerás,¿Entendido?- pregunta pero no podía responder por lo asustada que estaba.- Pregunté,¿Entendido?

Su tono aún más autoritario hizo que asiente levemente. Me sonríe y se retira de la habitación. Mis piernas me fallan y caigo al piso.
Las lágrimas comienzan a salir y no podía evitar sollozar con todas mis fuerzas.

Escucho un pequeño sonido en la puerta y me asusto pensando que sería nuevamente Nao,pero a cambio era un chico joven que también se asusta ligeramente por mi reacción.

-Lo siento,no quise asustarla.- suelta desde la puerta.

No digo nada aún sintiendo un poco de miedo. No lo había visto antes en el barco así que aún dudaba un poco de su presencia.

-Escuché un ruido fuerte y quería asegurarme de que se encontrara bien.- me cuenta.

Su dulce voz me confirmaba que aún era muy joven. Sus gestos eran muy tiernos haciendo que ablande los míos.
Pide permiso para entrar y al otorgarcelo se acerca y me tiende una mano.

-Déjeme ayudarla.

-Gracias.- suelto un poco sorprendida por su comportamiento.

Llevaba una semana en este barco y nadie había sido tan amable conmigo desde que había llegado.

-Debo irme,el señor se molestaría...

-¿Cuál es tu nombre?- le pregunto antes de que pudiera irse.

-Soy Kino.- contesta y sonrío ligeramente.

-Gracias,Kino.- al pronunciar aquello el chico se va dejándome sola nuevamente.

Esa soledad no duró mucho tiempo porque Nao volvería con otra bandeja,esta vez con aún más comida que la anterior vez.

-Te traje más comida porque debes alimentarte bien.- dice y se acerca.

Toma mi muñeca y me obliga a sentarme delante de la mesa para comer. Yo intento no negarme para evitar problemas.

-Volveré pronto para verte,debo atender algunas cosas arriba.- informa y vuelve a retirarse.

Miro la comida y aunque tenía un buen aspecto no iba a comer. Aunque el hambre me estaba comenzando a afectar no lo haría.

Me siento en la cama y me quedo mirando un punto fijo de la habitación. El barco se movía un poco fuerte por la marea. Se acercaba una tormenta pero realmente ahora no me importaba en lo absoluto.

𝐌𝐲 𝐭𝐫𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞 | 𝖹𝗈𝗋𝗈 𝖱𝗈𝗋𝗈𝗇𝗈𝖺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora