MAKE UP ! (MATIAS RECALT)

I.8

"in silent screams
in wildest dreams
I never dreamed of this..."
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SABRINA POV

me desperté a la una de la tarde, por el magnífico olor a sahumerio. Note que estaba en el sillón, tapada por una manta con peluchito. En la mesita de café que estaba enfrente, había una taza de café con unos hotcakes de avena, mis favoritos.

Busqué con la mirada a el pibe que durmió conmigo, y lo encontré en la cocina, lavando unos platos de la noche anterior. No se dió cuenta que estaba despierta, así que me acerqué hasta el y lo abracé de atrás, asustandolo un poco. Me sacaba un poco más de una cabeza de altura, y eso lograba enamorarme.

- buen día, como dormiste?.- me preguntó después de darse vuelta y darme besos en la frente. Me siento como en un sueño.

- hermoso, creo que te voy a llevar conmigo a Buenos Aires, me encanta dormir con vos.- él me sonrió y me dió un piquito. Ese fue nuestro primer beso oficial, y al darse cuenta me miró asustado, o nervioso. Se iba a disculpar, pero me acerqué y le di un beso más largo, pasando mis brazos por su cuello y el sus manos por mi cintura.

Nos dimos besos un rato, hasta que nos tuvimos que separar para comenzar el día.

Juan me había escrito que a las 18 pasaba por mi con los chicos, así íbamos a hacer la despedida en un restobar cerca de la costa, ver el atardecer y después irnos al aeropuerto. Enzo se volvía con nosotros, y creo que Sofi también.

Lo que más me asustaba de volver a Buenos Aires no es solo verlo a Matias, sino que perder a Bautista. Porque a pesar de que mis sentimientos por Mati sigan ahí, yo también siento algo por Bau y es algo fuerte y recíproco, y separarnos por un tiempo me asusta porque tal vez se da cuenta que está mejor sin mi.

- que pasa sabri?.- me preguntó Bau cuando nos sentamos juntos en el sillón. Él apoyó su espalda en el respaldo, y yo me apoyé en su pecho, después Bauti pasó uno de sus brazos por mi cintura, abrazándome delicadamente, y con el otro me hacía cariños en mis piernas, las cuales estaban apoyadas sobre las de él.

- tengo miedo de volver a Buenos Aires y perder esto.- mi tono de voz denotaba angustia de verdad, pero Bautista me dió un beso en el cachete derecho. Giré para verlo y él juntó nuestras frentes, mientras me miraba fijamente a los ojos.

- Sabri, nada en el mundo va a poder separarnos, ni siquiera la distancia. Además, solo no nos vamos a ver por unos días. Yo tengo la boda el 28 a la tarde, y el 29 a la mañana ya estoy en Buenos Aires, tranquila linda. - acuné su rostro con una de mis manos y dejé pequeñas caricias en su mandíbula. Sonreí enternecida y asentí despacio, para no romper la conexión de frentes y miradas.