‡≈Mar Nocturno≈‡

Mirada Extraña Después De La Ventana

Pov:Andrei

Llegó la hora de la comida, todo estaba listo pero jimmy aún no llegaba, y no entendía por qué, le pregunté a dimitri por qué no estaba, y ni el lo sabía, es el que lo controla todo por debajo mío.

-¿¡maxim no debería haber llegado ya con jimmy!?. -estaba impaciente, y como no, una hora esperándolos, a que el venga a comer y a que maxim lo traiga.
-me ha dicho maxim que ya están viniendo aquí, calmese zar ¿si? -hablaba suave intentando que su voz me relajará.
-hace diez minutos dijieron lo mismo y ¡hace veinte minutos dijieron lo mismo!
-grite ya sin una menucia de paciencia.

Me levante de la mesa caminando hacia la puerta con la cabeza hirviendo, la paciencia no es lo mio, justo cuando iba a agarrar el picaporte de la puerta esta se abrió sola, dándome un portazo en la cara, una risa baja sonó entre los guardias, ira y poder más burla no era una combinación favorable para alguien.

Veo que la puerta se hecha atrás y que alguien se asoma con lentitud, jimmy, ¿quien sería si no?.

Un suspiro salió de mi, pude ver a jimmy ahí, con un rostro un poco preocupado, y una sonrisa media, no dije nada ante esta situación.

Jimmy donaldson, vestido de traje, sin saco, con un chaleco negro de cuadritos blancos y una corbata igual, peinado y todo, con laca en pelo,  el cual estaba tirado hacia atrás, aunque un solo mecho se tendía sobre su frente, ¿corrió hacia acá?.

Le mire unos segundos más y me gire de vuelta de donde vine, fulmine con la mirada a dimitri, la señal de irse, de que se vayan ya, dimitri solo asintio y camino directo a la puerta mirando a maxim el cual, solo se giro y lo acompaño junto a lo demás guardaespaldas.
Me senté con cuidado en la punta de esa mesa, jimmy, a mi izquierda, como el primer día.

-¿estas cómodo haci?.  -el me miró espectante.
-oh... Si -me respondió al segundo.
-y... El pelo, ¿no te molesta?.
-bueno, haber siento como si no me hubiera bañado en  un año, la laca te lo deja tieso -explicó con una risita nerviosa.
-¿el que?. -¿acaso no se dio cuenta ni de lo que ha dicho?.
-pues el peeee.... Lo. -jimmy no tardo en fulminarme con la mirada.
-¿es en serio?.
-totalmente -reí mirándole.
-jimmy... Disculpame, yo tuve la culpa. -pude notar su sorpresa, literalmente abrió los ojos y la boca como nunca lo haría.
-entiendo... -¿que le pasa a este?, no parece el.
«quizás eso funcione hasta que llegue...» pensaba mirándole desconcertado.
-vamos a comer antes que se enfríe ¿okey?-pronuncie con tranquilidad agarrando los cubiertos.

Pov:jimmy

Hace ya dos horas que se fue, la comida fue tranquila pero incómoda, el me preguntaba como estaba, me habló bastante sobre la ropa, y la tela que llevaba puesta, y la comida es portada del mediterráneo.
Ahora, una semana, sin el.

«¿que harás cuando vuelvas?» me preguntaba acostado en la cama, mientras miraba, el mismo techo en donde estaba la cámara.
«el habrá puesto más cámaras, pero no soy capaz de verlas, que odioso» decía mi cabeza loca.

Un suave aleteo, la alas de la paz y la verdad, una paloma blanca se poso sobre un nido mientras llevaba hojas con las cuál cubrir a sus crías, unos huevitos, pequeños, tanto que esos cuatro cabrían en la palma de mi mano sin dificultad.

Nunca me había fijado con tanta atención al árbol fuera de este ventanal, es hermoso, se nota su cuidado, el verde que se ve, no creo haberlo visto en carolina del Norte, aunque este a la costa...

A lo abajo, había una jardín, inmenso, a lo hermoso, de flores rojas, aquellas rosas, con sus espinas espantosas.

Con una hamaca colgada de la unión de dos árboles, en los cuales, sus raíces, crecían flores, de colores. Lo más importante era un hombre, ahí sentado, observándolo todo, ¿quien era?, sonaba por mi cabeza.
Derrepente sin avisar, una mirada fría se gira y me mira, con curiosidad, ¿como supo que lo observaba?, parecia un adivino, su sonrisa se muestra ante mi sorpresa, que emotivo era este tipo.

Su gesto, un claro "ven" me decía aquella mano de tez oscura, solo pude sonreír y asentir, el extraño sujeto de pelo blanco, se gira en su posición original, cabizbajo, mirando las flores que crecían bajo la sombra de la hamaca, blanca con almohadas grisáceas, ¿quién eres? Ojitos verdes.

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Hasta aquí el capítulo de hoy, espero les haya gustado.
Gracias por leer <3
Nose por qué alfinal me dio por poner a hacer un poema de esta escritura. Pero bue.