1. Luz.

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente.

Después de haber cruzado el portal, los dos hombres con los bebés en brazos se encontraban en un bosque cercano a una ciudad humana.

- Y ahora que? — Preguntó el vampiro sentándose bajo un gran árbol con la descendiente de la Luna.

- Hacer lo que nos ordenaron, separarlas y protegerlas —El hombre lobo miró a la bebé en brazos notando su gran sonrisa y un brillo increíble — La bebé que tienes en brazos también  sonríe mucho?

León miro a la bebé notando su mirada oscura.

-No, de hecho creo que quiere matarme — Le sacó la lengua y la niña arrugó la cara en señal de molestia y varias piedritas a su alrededor fueron destruidas — Ush, vale, vale no te gusta... ¿Como se supone que las dejaremos en este mundo, podrían matar a alguien? o al menos esta bebé si lo hará.

Mail lo meditó un momento.

-Por eso hay que separarlas estando lejos sus poderes son más débiles y además —Mail sacó dos collares, uno con el dije de la Luna y otro con el dije del Sol — Cuando están separadas les pondremos esto y su marca se apagara.

-Marca? —Preguntó León confundido.

Mail asintió y señaló la parte trasera del cuello.

-Ambas tienen marcas que las señala como las Descendientes, está bebé tiene un Sol brillante.

León miró a la bebé en sus brazos y notó la marca detrás del cuello en forma de Luna creciente y también estaba brillando.

- No perdamos más el tiempo, hay que separarlas —Mail se acercó a León y le entregó el dije de la Luna — Ponle el dije cuando ya estén en un lugar
seguro.

León miró a Mail, mientras se producia un silencio.

-Cuanto tiempo? —Fue lo que pregunto león en voz baja.

-Creeme que tampoco quiero separme León, y menos sabiendo que seran veintiuno años cariño —Se quedo mas cerca de el evitando que las bebes se tocaran.

-Las hijas de Eros hablaron, el hilo no se romperan y tampoco la marca. Pero aun asi sera doloroso — León dió una sonrisa tratando de mejorar el ambiente — No te mueras y no mires a otro vampiro sexy como yo o te arrancaré los ojos personalmente.

-Tan lindo como siempre.

Escucharon una pequeña risa y miraron a la niña rubia que los miraba encantada. Despues se fijaron como agarraba la mano de la otra niña y como a esta le salia una pequeña sonrisa.

Un último beso.

Y un hasta pronto.
   

             18 años después

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  18 años después..

Summer.

Me levanto por el sonido de mi despertador.

Hoy es el día.

Con ese pensamiento voy feliz al baño donde empiezo a arreglarme con una sonrisa.

Al lavarme la cara, levanto la cabeza y me fijo en mi reflejo.

Mi cabello largo y amarillo me llegaba hasta la cintura, tenía pecas en mis mejillas y parte de mi nariz.

Gracias a que mi color de ojos es peculiar por no decir extraño, desde que tengo uso de razón uso lentes de color castaños.

Los únicos que sabían de mis ojos eran mis padres adoptivos.

- SUMMER!! — Escuché un grito desde la planta baja y reconocí la voz de mi madre.

Me apresuré a recoger lo que faltaba en mi bolso y bajé rápidamente.

Al llegar al final de las escaleras de la mansión miré a mi mamá que estaba de pie mirándome con una sonrisa.

- Hoy es el gran día — Dijimos al unísono y nos dimos un abrazo.

- Y Papá? — Pregunté esperanzada de que estuviera aquí pero mamá negó.

-Tuvo una reunión importante, te desea mucha suerte.

Suspire.

- Está bien — Le sonreí —Ya me tengo que ir, no quiero llegar tarde.

Mamá asintió y me dió un abrazo acompañandome a la camioneta.

—Gracias por convencer a papá para que me dejara solamente a mi chofer.

-Fue difícil pero lo logré — Me guiña el ojo mientras nos detenemos en la puerta — Cuidate por favor, cualquier cosa llámame.

-Lo haré mamá, te quiero mucho — Le di un fuerte abrazo y me subí a la camioneta donde mis maletas ya estaban atrás.

- Lista señorita Summer? — Me Preguntó una voz conocida y miré a mi chofer desde atrás.

-Mi mamá ya se fue no me llames así, qué me has cuidado desde que era una niña — Le sonreí — Pero si, ya nos podemos ir Mail.

Después de unos minutos en carretera mirando por la ventana, pensé sobre este nuevo paso y luego sobre lo que había pasado en mi vida.

Digamos que mis ojos no son lo unico extraño de mí, desde que tengo uso de razón con el pasar del tiempo empece a desarrollar, distintas "habilidades" por así decirlo.

La mas extraña es mi habilidad con el clima, si me pongo triste empieza a llover y caer truenos, si me pongo feliz el sol radia como nunca, si tengo fiebre prácticamente empieza hacer un calor horrible.

Al principio mis padres y yo creimos que era una coincidencia incluso haciamos bromas sobre ello, y aunque al dia de hoy siguen diciendo que no tiene nada que ver una cosa con la otra, algo dentro de mi, me dice lo contrario tal vez la razón fue que ya tenia conocimiento sobre mis otras habilidades.

Por eso aprendi a guardar mis emociones, asi tu mundo este vuelto un desastre tienes que tener una sonrisa no? Siempre sonreir y nunca hablar de mis problemas se volvio rutinario, algo de todos los días. Que si yo sufria? Tenia que proteger a la gente a mi alrededor de mis emociones.

Saber callar, saber medir las palabras, y sobre todo saber a no sentir otra cosa que no sea felicidad, es la meta que me propuse.

Suspire

- Al parecer va a llover — Escuché la voz de Mail y mire la ventana para comprobarlo y si, se habia nublado y amanenazaba con llover.

Agite la cabeza y volvi a sonreír, me acerque al asiento del conductor y empecé hablar con Mail sobre cualquier cosa.

Note de reojo como el tiempo volvía a su curso normal.

Un dia más.

Las Descendientes Del Sol Y La Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora