10. Guardián.

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Maurelle

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Maurelle.

Salí de las sombras con una sonrisa.

-No me equivoqué, eres un lobo eso, explica el buen desarrollo de tus sentidos- Mis ojos se enfocaron en el lugar donde había visto desaparecer a las chicas con un hombre-Tantos años que me estuve preguntando ¿Cómo es posible que estas niñas se escondan tan bien? Claro, no se me vino a la mente que tenían guardianes.

El hombre frente a mí, detuvo sus pasos y me examinó.

Interesante.

Está a la defensiva eso esta claro, pero no lo demuestra, está en una posición incluso se podría decir que relajado.

No es un lobo común.

-Hagamos esto fácil-Empecé a esparcir mis sombras a mi alrededor-Dime dónde fueron y tendrás una muerte rápida.

Increíblemente el solo se empezó a reír.

-Oye cazadora o como te llames-Sus ojos tomaron una tonalidad de azul oscuro-No vas a llegar a ninguno de ellos, así me mates.

-Que fastidio.

Rodé los ojos y rápidamente mandé varias sombras por él.

Me quedé sorprendida cuando de un solo salto, cambió por completo de cuerpo y logro esquivarlo las sombras.

Aterrizó sobre sus ahora cuatros patas y me tomé la libertad de observarlo.

En el tiempo que mi gente se tomó de ir gobernando poco a poco el reino, hubieron muchos lobos muertos en el campo, y debo decir que este lobo que ahora esta en frente de mí, es el triple de grande.

Era de un color negro oscuro, sus ojos brillaban con su tonalidad azul con un ligero matiz de blanco, sus colmillos son largos y afilados, al igual que sus garras.

Su tamaño y su musculatura pondría temblar a cualquiera.

-Al parecer me darás pelea, lobito-Sonreí cínicamente y me apresuré atacar.

Era ágil, cada golpe, cada embestida con mis sombras el lograba esquivarlo.

Esquivé una mordida que iba dirigida hacía mi cuello, y le di una patada limpia en las costillas.

Retrocedió y logré escuchar sus costillas romperse.

Iba a sonreír, hasta que mis oídos captaron otra vez el mismo sonido de sus huesos.

El maldito perro tiene una recuperación acelerada de admirar.

En un descuido logré envolver mis sombras a su alrededor encerrándolo en una cápsula, justo como había hecho con Layla.

Pero esta vez fue diferente, bajo mis ojos logré ver como el lobo usaba una cantidad increíble de fuerza y logró hacer un agujero en la cápsula.

-Imposible.

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