7. Conociendo Un Poco.

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Summer

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Summer.

Me quedé mirando como las gotas caían lentamente.

Habian pasado tres días desde que me enterara de todo.

Guerra mágica, mi padre biológico, una chica que me odia y unas diosas que ya no están.

Yo no quiero eso.

No puedo controlar mis emociones, ¿Cómo voy a dirigir un mundo completo?

No había salido de mi departamento, y tampoco he hablado con Mail. El cual se encontraba en su propio mundo.

Mejor así.

Suspiré y me alejé de la ventana.

Uno, dos, tres.

Di varias respiraciones, tratando de calmarme para detener la lluvia, en vano.

-¿Por qué?—Pregunté con la voz rota, al sentir las mejillas húmedas—La gente necesita ver el sol, no días de lluvias, para ya.

Caí al piso sin poder dejar de llorar, provocando un trueno afuera.

-Tienes que estar feliz, por favor.

Estoy cansada, no puedo estar feliz todo el tiempo, no puedo pretender que no me afecta lo ocurrido, ya ni sé si puedo volver a mi hogar ya que pondría a mi madre en peligro.

No puedo volver a confiar en Mail y eso es lo peor.

Mail siempre había estado ahí, fue la figura paterna que yo necesitaba, y pensar que en todas esas conversaciones lo hacía por protegerme.

Me quedé en el piso, dejando de llorar a los minutos. La lluvia se detuvo pero seguía estando nublado.

Miré en dirección a Mail quien había entrado hace unos minutos.

No dijo nada y se me acercó para sentarse en frente de mí, me fijé en las cosas que traía en la mano, empezó a sacar comida recién hecha y la dejó cerca.

Fue cuando se intentó levantar que hablé.

-¿Por qué simplemente te vas?

El suspiró y se volvió acomodar.

-Por que conozco ese sentimiento Summer, y te conozco a ti, sé que cuando quieras hablar lo harás, y te voy a esperar sin presiones, luego harás todas las preguntas que quieras—Mail me miró directamente—No fue falso Summer, te quiero como una amiga, te crie prácticamente ¿Cómo no voy a quererte y protegerte? Yo tampoco quisiera que fueras a esa guerra.

Nos quedamos en silencio.

-¿Cómo es todo allá?—Pregunté mirando por la ventana.

-No tengo recuerdos bonitos para decirte de mi niñez, menos de mi adolescencia, pero sí habían cosas hermosas—Miré a Mail que tenía una pequeña sonrisa—Cuando conocí a León, él me mostró cosas que yo jamás había visto. Uno de mis lugares favoritos era una cascada que había cerca, después de la dominación de las sombras todo paisaje se destruyó, incluyendo esa cascada.

-¿León es el hombre que cuida de la otra chica no? —Pregunté a lo que Mail asintió—¿Conocías a esas diosas?

De inmediato negó con la cabeza.

-Nadie las conoció físicamente, y muy pocos pudieron hablar con ellas a traves de sueños, desde que nací se inventaban una historia nueva sobre ellas.

-¿Y a mi padre?

Mail se quedó en silencio.

-Zeus es un tanto complicado—Levanté una ceja a su corta explicación.

-¿Debo suponer que él es exactamente como lo pintan aquí en los libros sobre el?.

-El es... Ahmm, ¿Cómo el villano de una historia bien contada que se hizo pasar por héroe?— Su pregunta me hizo reír—Me alegra verte reír otra vez Summer.

Miré el cielo que se había aclarado.

-Mail es tu mundo, y en parte también mío pero no quiero hacerlo —Lo miré—No quiero dejar mi vida, o a las persoans que amo, por una guerra que yo no pedí.

-Lo entiendo, sabes que si pero por lo menos déjame entrenarte.

Hice una mueca cuando escuché esas palabras, Mail lo noto y siguió hablando.

-Las Sombras ya saben que tu y la otra chica están aquí en la tierra, vienen por ti y aunque no quieras participar, cariño, en algun momento te vas a tener que defender y necesitas saber controlar esos poderes.

Analicé sus palabras y asentí.

-Me serviría de hecho, saber controlar estos climas -Hablé con una sonrisa y abracé a Mail —Te perdonó por habérmelo ocultado, sé que necesitas escuchar eso.

Mail me devolvió el abrazo.

-Quisiera hablar con esa otra chica, conocerla —Hablé y Mail hizo una mueca.

-Ella es difícil.

- ¿Como lo sabes, me criaste fue a mi?.

- Lo se, pero con lo que ocurrió hace días pude decifrarlo, ella no quiere que tu estes cerva y pude ser muy cruel.

- Lo necesito Mail.

El me miro por último vez, antes de levantarse.

- Esta bien, vamos a su departamento.

Me levanté rápido y fui arreglarme para ir hablar con ella.

Esas criaturas no solo me siguen a mi, la siguen a ella. Podra odiarme pero ambos nos necesitamos para defender a nuestras familias en este mundo.

Las Descendientes Del Sol Y La Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora