11. Lazo Del Sol.

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Summer

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Summer.

Me quedé en el piso sin moverme siquiera un centímetro.

Miré a un costado de mi viendo a Raven, desmayada en el piso. Y después miré a esa mujer frente a mí.

Cuando León nos trajo al departamento, estuve cegada con la idea de que Mail estuviera solo, que no sentí la presencia de otra persona en la habitación.

Fue después de unos segundos que noté la mirada de León fija en un lugar atrás mío, así que giré la cabeza.

Y fue que la ví.

Era hermosa, alta, con una larga caballera rubia, sus ojos eran lo mas llamativos. Y eso que lo digo yo que mis verdaderos ojos son de un amarillo intenso.

Eran una especie de gris con algo de azul.

Era difícil poder apreciarlos.

Se le notaba molesta, ella y León empezaron hablar en un idioma que tanto Raven como yo desconocemos.

León nos miro a las dos.

-Ella es una aliada, tengo que ir por Mail, volveremos sanos—León nos abrazó a las dos y después se volvió a teletransportar.

Raven me miró.

-Este día se va al top de mis dias más extraño —Ella giró la cabeza hacía la mujer—Y¿Cómo deberíamos llamarte desconocida?.

Ella no se tomó la molestia de responder, había sacado unos polvos de sus extrañas ropas y se la rocío a Raven en la cara.

Provocando que cayera al piso inconsciente.

-¿QUÉ LE HICISTE?-Me arrodillé de inmediato al piso, verificando que siguiera respirando—¿Por qué le hiciste eso?

-Mi diosa—Vi la inclinación que ella hizo, vi un poco de adoración en sus ojos dirigido hacia mi persona—Todo este tiempo las estuve observando, y la diosa de la luna sería una carga al momento de irnos. Es mejor que la llevemos en ese estado.

-¿Qué? ¿Irnos a donde?—Agarré con fuerza la ropa de Raven, cuando empecé a presentir algo malo.

-A nuestro mundo, por supuesto.

-Pero...—No estaba entendiendo nada—Mail y León ya vienen.

Ella rodó los ojos.

-Esos incompetentes. Nunca estuve de acuerdo que ellos fueran los guardianas. Y al final tenía razón, ustedes tenían que encontrarse a los veintiuno, hicieron tan mal su trabajo que ahora todo está de cabeza—Ella se frotó la cabeza y me miró con una especie de adoración e ira.

Me estaba empezando a dar miedo.

-¿Y qué planeas hacer?.

-Las voy a llevar al mundo y pondrán fin a esta guerra, de una vez por todas ¿Sencillo no?.

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