1

1K 74 3
                                    

Faye caminaba en su habitual rutina de regreso a casa del trabajo. El pelo castaño oscuro le caía en cascada sobre el hombro, por sus auriculares escuchaba la voz armoniosa de Adelle cantando "Easy on my". A su paso observaba a las personas; unos solitarios como ella, otros con sus familias o amigos e incluso algunos con sus furros. No entendía la fascinación de la gente con esas criaturas, siempre en el límite de la humanidad y lo salvaje, no le agradaban en lo absoluto. Dobló la esquina a una cuadra de su casa, su canción acabó y cambió justo frente a un callejón, escuchó un débil lamento e instintivamente miró en la dirección. Una chica conejo, diminuta y temblorosa, era acosada por unos furros de lo que parecían ser lobos. Torció los ojos y por sus mente viajó el pensamiento de "Siempre en el límite". Uno de los lobos la tomó del cuello y la conejita volvió a gemir de dolor mientras bebía sus propias lágrimas.

_ ¡Hey! Suéltenla. ¿No tienen nada mejor que hacer? - los furros se sobresaltaron ante la intervención de Faye, liberaron a la chica y agacharon  sus orejas como cachorros regañados - Lárguense de aquí o la próxima vez que los vea llamaré a la policía.

A toda prisa echaron a correr, Faye suspiró e intentó reiniciar su camino. Unas débiles manos la detuvieron, miró el agarre y luego a la dueña.

_ G-gracias - Faye observó a la temblorosa muchacha, tan pequeña e indefensa.
_ No tienes nada que agradecerme, ahora ve corriendo a tu casa antes de que te busques más problemas.

Los ojos café de la conejita se cristalizaron y agachó su mirada. Faye analizó el cuerpo de la joven, estaba un poco desaliñada y sus ropas desgastadas. Se golpeó mentalmente por su estupidez.

_ ¿No tienes casa?
_ N-no
_ Bueno, pues ve a dónde sea que te mantenga segura.

Con cuidado se soltó y siguió su camino, sintió unos pasos ligeros tras ella. Se giró y vió a la conejita siguiéndola.

_ ¿Qué se supone que haces? ¡Deja de seguirme!

La conejita se sobresaltó al escuchar la voz enojada de la humana, Faye rodó los ojos y siguió caminando. Nuevamente sintió pasos a su espalda e irritada la regañó sin molestarse en girarse para verla

_ No me agradan los furros, deja de seguirme.
_ Por favor, solo permíteme quedarme cerca, prometo que no me notarás.
_ No, ya déjame en paz - concluyó frente a su casa.

Abrió la puerta y sin voltear para ver a su perseguidora entró. Miró a través del cristal polarizado de la ventana. La conejita seguía parada frente a su puerta, torció sus ojos y volvió a su rutina. Tomó una ducha, preparó su cena y comió viendo una película. A las 9 se dirigió a su habitación para dormir, escuchó un estornudo diminuto, casi imperceptible, recordó a la furry que la persiguió "No puede ser que no se haya marchado" pensó. Se asomó por la ventana y efectivamente, seguía acurrucada frente a su puerta. Masajeó el puente de su nariz con molestia y frunció el ceño. Suspiró resignada y se marchó a su habitación, a fin de cuentas, esa niña no estaría ahí toda la noche, hacía demasiado frío, cuando viera las luces apagarse se marcharía a algún otro rincón en búsqueda de calor.

La mañana llegó, la alarma despertó a Faye como cada día. Con agilidad se levantó, cepilló sus dientes, se bañó, se vistió desayunó y salió con intención de a su trabajo. Al salir no podía creer lo que sus ojos veían, en el mismo lugar que la vió por última vez dormía la conejita, temblorosa aún por el frío.

_ ¡Hey! - llamó su atención moviéndola por el hombro con cuidado de no lastimarla -, niña testaruda ¿Qué haces aquí? Te dije que no me gustan los furros.

La conejita se despertó y se encogió de hombros por la imponente presencia de la humana.

_ Lo siento - respondió en un susurro
_ Anoche hacía mucho frío ¿Por qué no te fuiste?

Volvió a agachar la cabeza, un estornudo se le escapó. Movió su naricita colorada de un lado a otro para disipar la incomodidad. Faye intentó acercar su mano para tocarle la frente y comprobar su temperatura. Ante el gesto la chica se encogió temerosa. La castaña arrugó su expresión ante el impulso de autopreservacion de la furry "Tu vida no ha sido sencilla pequeña" pensó, continuó con el contacto y tocó su frente, estaba helada, no había fiebre pero si un frío desgarrador. Giró sus ojos y se quitó el abrigo que la cubría, con gesto cansado lo extendió hacía ella.

_ Toma, cúbrete con esto pero ya, por favor deja de perseguirme o llamaré a servicios sociales para que te lleven a algún centro de refugiados. Eres tierna, seguro que alguien te acogerá.

Los ojos de la furry se agrandaron despavoridos, se arrodilló suplicante y con lágrimas en los ojos le habló.

_ No por favor, déjame quedarme.
_ ¿Pero por qué insiste con eso? ¡Ya te dije que no me agradas!
_ El resto son malos, me golpean o me acarician demasiado, me miran raro, con ojos lascivos, por eso escapé de casa, no me gustaba como me tocaban - susurró avergonzada -. Pero tú eres diferente, no me ves así y te preocupas por mí, por favor, deja que me quede contigo, prometo que no me notarás - suplicó con las lágrimas corriendo por sus mejillas.

Las palabras le atravesaron el corazón, es cierto que no le gustaban los furros pero tampoco era indiferente ante su sufrimiento. No podía ignorar esos lamentos, ya había sufrido mucho. Suspiró molesta consigo misma por lo que estaba a punto de hacer.

_ Está bien, te puedes quedar unos días, pero solo hasta que encuentre un hogar para que te acojan, tu estancia será temporal.
_ Gracias, no te causaré problemas, te lo juro - Faye rodó los ojos y volvió a abrir la puerta.
_ Pasa, tengo que ir a trabajar, en la nevera hay comida, puedes tomar lo que quieras. Cuando vuelva te mostraré dónde dormirás. No destroces nada por favor.

La conejita asintió, Faye suspiró cansada y dejándola adentro volvió a cerrar. Definitivamente tenía que encontrar rápido un hogar para esa niña, no tenía paciencia para lidiar con una furry deprimida y traumada.

Holiiis, como había prometido aquí estoy con una nueva historia, la primera FayeYoko que escribo. Pido disculpas por demorarme tanto pero no me gusta publicar hasta que la historia está concluida. Iré actualizando poco a poco mientras voy dándole una última revisada para evitar lo más posible errores gramaticales, ortográficos y/o de contexto.

Espero que la disfruten ☺️☺️☺️ besos y abrazos de la princesa azul 🥰😘💙💙

Mi Dulce Furry (FayeYoko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora