Llegaron a casa, Faye pasó todo el camino pensando en lo agotador que es hacerse cargo de una furry coneja y en el cuidado a la hora de comer. Alomejor sí deberían consultar a un especialista, con suerte su dieta no es necesariamente tan estricta. Miró de reojo a Yoko, estaba preparando la cena, su postura era recta y pulcra, tenía las orejas agachadas, hasta parecían parte de su cabello. Se rió por lo bajo de lo adorable que lucía. La furry giró una de las orejas hacia ella, el acto la sobresaltó y redirigió su mirada a otro lugar. Un rato más tarde, con la comida ya servida se sentaron a la mesa.
_ Yoko, ¿A qué hospital te llevaba tu abuela?
_ Al Furro: Sacred Heart.
_ Ya veo - había escuchado antes de ese local, no era el mejor pero si era bueno - ¿crees que tu familia te esté buscando?
_ No estoy segura, a Khun Kun no le agradaba mucho, siempre los escuchaba cuando susurraban en la sala sobre lo molesto que era tenerme con ellos allá. Alomejor se aliviaron de que escapara.
_ Ya veo. Igual no sería conveniente llevarte a ese hospital.
_ ¿Me vas a dejar vivir aquí para siempre?
_ No, ¿Por qué piensas eso?
_ Le dijiste a Khun Ice que no me llevarías porque mi estancia aquí era temporal.
_ Sí, pero pensé mejor y creo que es bueno consultar mínimo a un nutricionista a ver si me aclaro bien con tu dieta.Yoko asintió y se quedó callada. A la mañana siguiente Faye se fue a trabajar, en un momento libre llamó a la clínica que le recomendó Ice y agendó una cita para esa misma tarde. Adelantó sus deberes todo lo que pudo para poder salir antes de la oficina.
_ ¡Yoko ya estoy en casa! - Anunció abriendo la puerta.
La conejita se asomó desde la segunda planta, sonrió al ver a su cuidadora y se acercó a ella. Se extendió para abrazarla pero la humana frenó su avance.
_ No seas tan efusiva.
_ Pero ayer me dejaste abrazarte.
_ Porque estabas nerviosa y lastimada - Yoko hizo un puchero en un último intento de ganar -. No seas molesta, anda ve a cambiarte que tenemos cita con el doctor.Yoko ladeó la cabeza y bajó sus orejas. Faye la ignoró y se dirigió a la cocina para tomar agua. La conejita soltó un pequeño bufido de resignación y se alejó dando saltos hasta su cuarto. No tardó mucho en bajar otra vez, su cuidadora ya la esperaba en la sala.
_ Vamos, nos iremos en el auto.
_ ¿Tienes auto?
_ Si, pero no me gusta manejar y como mi trabajo está cerca de la casa aprovecho para ir andando.Se dirigieron al garaje, un Ford del año pasado en tono azul marino reposaba en él, tenía una pequeña capa de polvo por encima. Faye resopló, lo limpió con una aspiradora de forma apresurada y se montaron. Un ligero aroma a humedad las azotó en el interior, encendió el sistema de ambientación y se pusieron en marcha. Unos 20 minutos después se estacionaron frente al BNH Furro-Hospital.
_ Buenas tardes, tomen asiento por favor Soy la doctora Benoist - las saludó una mujer rubia de ojos azules y profundos.
_ Buenas tardes, gracias - Faye se sentó en el lugar del acompañante y Yoko en el principal.
_ ¿Qué las trae a nuestro centro? ¿Pasa algo con esta encantadora conejita?
_ No, para nada. Solo quería consultar con un especialista sobre su dieta.
_ Ya veo, si no le molesta le mandaré unos exámenes extra y luego nos reunimos aquí de nuevo para hablar sobre la alimentación de esta nenita tan dulce - Yoko se sonrojó y Faye gira los ojos ante la reacción de la furryLuego de varias pruebas en las que se incluyeron algunas de sangre, volvieron al consultorio con los resultados en la mano. La doctora los revisó con una sonrisa de satisfacción y luego de escribir algunas notas volvió su atención a sus pacientes.
_ Tengo buenas noticias, Yoko es una furry saludable.
_ Me alegra saberlo, ahora, mi verdadera preocupación es sobre su dieta. Ella no es una furry legítima, su papá era humano, nisiquiera puede convertirse en conejo. ¿Qué cosas puede comer?
_ Tenía esa duda sobre su legitimidad desde que la ví. Por esa condición Yoko es semi omnívora pero recomiendo que coma bajo en grasas.
_ ¿¡Puedo tomar café!? - preguntó la conejita entusiasmada.
_ Una taza no te matará pero podría sobrecargarse de energía, a menos de que tu chica tenga mucha paciencia no lo recomiendo.
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Mi Dulce Furry (FayeYoko)
FanfictionFaye es una mujer a la que definitivamente no le gustan los furros, Yoko es una dulce conejita, tierna y adorable, acosada por ser una furry tan débil. _ No me agradan los furros, deja de seguirme _ Por favor, solo permíteme quedarme cerca, prometo...