Mi Dulce Furry (FayeYoko)

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_ Buenos días tengan todos, para mí es un gran placer trabajar con un equipo tan talentoso. Mi nombre es Noom Nattanich, soy la directora y CEO principal de Medical-Action - se presentó la castaña frente a los especialistas de cada área -. El tema fundamental de esta reunión es dejar en claro lo que deseo hacer con mis edificios. Para nadie es un secreto que recientemente adquirí las acciones de esta empresa y para asegurarme de hacerla más rentable quiero modificarla desde los cimientos. En el documento que tienen en frente viene detalladamente cada cambio que solicito, les daré un margen de 48 horas para presentarme la respuesta técnica de forma general y plantearme el plan de trabajo que la constructora me ofrece.

Todos los presentes comenzaron a analizar el documento, algunos anotaron y marcaron secciones para un mejor análisis más tarde. Faye lo leyó con cuidado, lo que Noom solicitaba no era complejo pero si requería arduo trabajo, principalmente de los obreros. En resumen quería reforzar la infraestructura de los edificios y darle a la fachada una visión más moderna. La reunión duró unas 3 horas. Al concluir intentó salir lo más pronto posible pero Noom no se lo permitió.

_ Señorita Malisorn por favor regáleme un minuto de su tiempo - suspiró derrotada, se giró en su dirección y le siguió el juego de formalidad.
_ Claro, dígame.
_ ¿Te gustaron?
_ Si te refieres a las rosas, la verdad son lindas, no lo voy a negar, lo que no me pareció tan emocionante es que fueran de tu parte. Mi chica se las terminó regalando a un muchacho que vió en la calle. Al él sí que les encantaron.
_ Ya veo. Bueno, ya veré qué hago para la próxima.
_ Noom, para por favor, se práctica y profesional. Ya no somos unas niñas y esto no es un reto.
_ ¿Cuándo te volviste tan pragmática?

Faye rodó los ojos y analizó lo largo que se le iba a hacer este proyecto. Su celular zumbó en su bolsillo, miró el contacto de Ice parpadear en la pantalla y lo utilizó como escusa perfecta para marcharse cortésmente.

_ Dime
_ Quise ver si te ayudaba a salir ¿Sirvió?
_ Si gracias. ¿Dónde estás?
_ En mi oficina.
_ Voy para allá.

Caminó por los pasillos hasta llegar al lugar indicado. Entró sin molestarse en llamar y se sentó en uno de los sillones.

_ Este proyecto se me va a hacer eterno. No entiendo porque Noom piensa que me puede recuperar. Es como si creyera que aún estamos en la universidad.
_ Ella siempre fue así, todo lo tomaba elevado a la máxima expresión.
_ ¿Sabes que no sale de mi cabeza? La sensación de que mi abuela tiene algo que ver en su repentina aparición.
_ ¿Por qué lo crees?
_ El día que fue a mi casa, cuando le dije que estaba en una relación, despectivamente me dijo "te refieres a la furry".  Yo no la había mencionada ni nada por el estilo, si no fue a través de mi abuela ¿De qué otra forma iba a saber sobre Yoko? ¿Además, como carajos conocía mi dirección?
_ Buenos puntos, si puede ser. Creo que deberías aclarar eso con Noom y con la señora Kingthian.
_ Si, primero lo aclararé con nuestra estimada contratista, que es más sencillo.

El primer mes de trabajo pasó. Los proyectos presentados fueron alabados por la CEO y puestos en marcha. Noom había seguido mandando flores y regalos anónimos a Faye quien terminaba dándoselos a Ice. Yoko se mostraba cada vez más posesiva, gesto que la humana encontraba extremadamente tierno y a la vez ardiente. Aunque disfrutaba la experiencia de Yoko salvaje, la situación con su ex la agotaba sobremanera, principalmente porque le quedaba mucho tiempo de trabajo con ella. Había pospuesto la plática un poco para poder terminar sus quehaceres y entregarlos a los maestros de obra, pero ya era el momento indicado. Aprovechando que los jueves era el día de que Noom pasara por la constructora a recaudar información, se acercó a ella.

_ Buenos días, ¿Crees que puedas regalarme 10 minutos de tu tiempo?
_ Por supuesto, déjame recojer unos documentos.

Faye asintió y guardó distancia, observó a la castaña tomar un pequeño grupo de papeles y guardarlos en su maletín. Se giró hacia ella y mirando su reloj le sonrió.

_ Listo, tengo media hora antes de una reunión, vamos.

Ambas salieron del edificio, cruzaron la calle hasta una acogedora cafetería y se sentaron en la mesa más apartada del local. De inmediato una mesera les tomó la orden.

_ Bien, ¿Qué me querías decir?
_ Iré directo al grano. Sé que reapareciste en mi vida porque mi abuela te contactó, lo que no sabes es que eres su último recurso para separarme de Yoko. Ella tiene la tonta creencia de que mis sentimientos hacia ella son solo pasajeros o que es una especie de confusión. Para ser honesta, de ella no me sorprende, siempre fue un poco racista y clasista, lo que si no esperaba era que entraras en su juego.
_ ¡No! Jamás, yo no soy así, lo sabes. No te niego que ella me llamó y me habló de ti y de tu relación pero me dijo que tú solo querías llamar la atención.
_ Mi relación con Yoko es completamente real y sin ánimos de ofender, la mejor que he tenido en mi vida. A su lado me siento completa, como si llevará toda mi vida buscándola.

El semblante de la CEO tomó un velo de oscuridad, suspiró con pesadez y con el tono más profundo respondió.

_ Para ser sincera lo noté la primera vez que me hablaste de ella, jamás vi tu mirada tan resplandeciente como al mencionarlo, pero preferí ignorarlo y centrarme en lo que quería. Sabes que no soy buena perdedora
_ Nunca aceptas un no como respuesta, creo que por eso te va tan bien en los negocios - ambas rieron ante el comentario, Noom peinó un mechón de su cabello tras su oreja y agachó su mirada.
_ Te dejaré en paz, terminaremos el proyecto y cada cual seguirá con su vida. Aunque no lo parezca, si he madurado, ya sé perder, solo que no me gusta.
_ Gracias Noom.

La camarera llegó con los pedidos, ambas disfrutaron de sus bebidas en silencio y al terminar, cada cual siguió su rumbo. Jamás volvieron a tocar el tema, solo hablaban por temas profesionales y con la mayor cordialidad del mundo.

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_ Señora Kingthian, tiene una visita inesperada - le anuncia una de las empleadas.
_ Me imagino que es alguien importante como para que me lo informes cuando sabes perfectamente que no recibo a nadie sin cita - respondió con molestia en la voz
_ Es la señorita Nattanich - su semblante se suavizó.
_ Pídele que pase.

Noom entró a la sala de estar con el rostro estoico. Se sentó en el sillón que quedaba justo al frente, con una postura impecable.

_ ¿A qué se debe tener tu grata presencia querida?
_ Me retiro - disparó sin piedad -. No seguiré detrás de Faye, como si fuera una niña empecinada con un juguete. Ella habló conmigo, la relación que tiene con la furry es real, se aman y yo decidí respetar eso.
_ ¡Desde cuándo la gente se enamora de sus mascotas! - replicó iracunda, con la vena de su frente palpitante.
_ Faye me había advertido de su racismo pero jamás pensé que fuera tan severo. Estamos en el siglo XXI, los furros hace mucho tiempo que no son vistos como animales. Es más, en su juventud ya no eran vistos así, debería estar familiarizada con esto.
_ No puedes rendirte Noom, ya casi has reconquistado a mi nieta. Solo te falta un poco más de acercamiento, tiempo de calidad a solas.
_ No se engañe más señora, ni aunque la obligara a casarse conmigo ella dejaría de amarla. Lo único que puedo hacer por usted es recomendarle que acepte esa relación, antes de que pierda a su nieta para siempre. Es la única familia que le queda ¿De verdad cree que vale la pena alejarla por esa estupidez? Vuestra relación ya está fracturada por los temas del pasado, si sigue insistiendo se terminará de quebrar. Sin ánimos de ofender, usted está en la recta final de su vida ¿En serio quiere pasar el poco tiempo que le queda en malos términos con su única nieta? La vida es muy corta señora Kingthian, no espere al lecho de su muerte para arrepentirse de las cosas. Se lo digo por propia experiencia, ví a mi padre llorar en sus últimos minutos de vida y maldecirse por no haber arreglado nuestra relación a tiempo. Su nieta no es de su propiedad y con esta actitud solo está perdiendo un tiempo valioso.

La anciana iba a replicar, pero Noom fue más rápida, se despidió y se marchó. Dejó a la señora con un mal sabor de boca, ¿Qué tan equivocada estaba? Ese pensamiento la invadió el resto de la tarde.