Por qué no podíamos detenernos? Mi mente quería detenerse, pero había algo que no me lo permitía. Ariel tampoco me dejaba moverme, sino que cada vez me abrazaba más.
“Daniela! Puedes venir a la cocina un segundo” la voz de mi mamá a lo lejos, hizo que ambos diéramos un salto.
“Voy enseguida” grité desde mi habitación, mirando a Ariel, aun confundida.
“Ves que no es tan difícil?” comentó este intentando reír, pero sin lograrlo.
“Gracias Ariel… Vuelvo pronto…” dije bajando mi cabeza y saliendo de mi habitación.
No sé porqué, no sé que era esto que sentía, pero mil cosas pasaron por mi mente. En realidad fue una práctica? Para mí, no lo pareció. Luego hablaré con Ariel sobre eso; en estos momentos tenía que ir donde mi mamá.
No hubo conversación luego, nos envolvimos tanto en los preparativos de mi cumpleaños, que el tiempo pasó demasiado rápido. Mi papá comenzó a dar órdenes de cómo debíamos acomodar las cosas, y en poco tiempo, ya los invitados estaban comenzando a llegar.
“Te ves hermosa!” comentó Ariana luego de maquillarme un poco y peinar mi pelo.
Me levanté de la silla y me miré en el espejo. De veras que me veía diferente; nunca había usado nada de maquillaje, y Ariana me había puesto la cantidad perfecta para verme natural, pero diferente.
Al bajar las escaleras, todos opinaron lo mismo. Mi papá aun no estaba muy de acuerdo con el vestido que traía puesto, pero mamá tenía la manera de convencerlo, o por lo menos, logró tranquilizarlo en lo que pasaba la fiesta.
Estaba allí toda mi familia, y la familia añadida por parte de Ariana. Además, mis amigos de la escuela ya habían llegado, la gran mayoría. A quien me extrañó no ver fue a Ariel. Dónde estaba ese niño?
“Daniela, feliz cumpleaños” la voz de Alejandro cerca de mí, hizo que mi corazón comenzara a latir.
“Gracias, Alejandro” respondí sonriendo, mientras este me daba un regalo.
Unas de las niñas de mi salón se acercaron en ese instante, y todos comenzamos a hablar. Nos reíamos y bailábamos en grupo al ritmo de las canciones que Jeziel estaba poniendo. Sí, él era el encargado de la música por la noche.
Aun cuando la estaba pasando de maravilla, sentía una angustia al no poder ver a Ariel entre los presentes. Dónde estaba? Fernando, Lisa e Itzel estaban aquí. Qué había sucedido?
“Quieres bailar conmigo?” preguntó Alejandro, ofreciéndome su mano.
“Seguro” respondí sonriendo y uniéndonos a los demás que bailaban al ritmo de una canción lenta.
“Estás muy bonita” comentó este una vez comenzamos a movernos; mis manos en su cuello y las de él en mi cintura.
“Gracias…” por qué no podía concentrarme en lo que este me estaba diciendo, y aun continuaba buscando a Ariel?
“Vas para la fiesta de Natalia mañana?”
“Aun no lo sé. No le he preguntado a mi papá” tenía razón, aun no le había dicho nada a mi papá. Lo adoraba y él también a mí, pero a veces era un poco estricto en cuanto a las salidas. Aun era una niña, como decía él.
“Si quieres, podemos ir juntos…”
“Lo consideraré…” respondí mientras me llenaba de emoción al ver a Ariel entrar a la casa.
Este simplemente me miró, sonrió y continuó su camino en dirección a la cocina. Tal vez estaba dándome mi espacio con Alejandro, cierto?
Una vez la canción terminó, me excusé con Alejandro y caminé hasta la cocina. La mayoría de los adultos se encontraban aquí, Ariel estaba entre ellos; porqué? Si había invitado a muchos de sus amigos.
ESTÁS LEYENDO
Si tú me lo pides
Romantizm"Puedo, puedo llenarte de besos. Puedo llevarte hasta el cielo, si tú me lo pides..." Secuela de Estigma de Amor.
