17. Hermanos perdidos ⭐

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~ Benditos sean los que están malditos.

Dante

Presente

Agarro el papel con demasiada fuerza en mi puño mientras trato de buscar a la mujer causante de que haya tenido que regresar hasta aquí. Gantrick. No se siente bien el tener que estar acá nuevamente. El sentirme asfixiado es una clara señal de que no he alcanzado el perdón así hayan pasado 20 largos años lejos de todo.


Dirijo mi vista hacia el papel arrugado que muestra el rostro de una joven en forma de retrato hablado. Es increíble el gran parecido que hay, sin duda la persona que lo hizo es un gran artista, pero el premio mayor se lo lleva aquel que dio la descripción física de la mujer. Es el vivo retrato de Zaira Grendel en su época más hermosa y dorada. El título de "se busca", vuelve a hacer eco en mi mente y la preocupación vuelve a inundarme desde que lo encontré siendo arrastrado por el viento.

Capto el leve movimiento tras los grandes arbustos a unos cuantos metros de donde me encuentro esperando. Dos jóvenes van hablando y riendo mientras llevan algunas canastas llenas de algunas frutas que no alcanzo a reconocer. Creo que hoy no la veré y estoy decidido a regresar y volver mañana, pero el leve halo de energía que desprende algo detrás de las chicas me hace quedar un rato más, hasta que la causante sale con esa mirada serena y melancólica que he aprendido a reconocer a lo largo de los años. Ilaria Grendel. Esta sentada en una pequeña piedra mientras pasa sus dedos por su cabello con mechones blanquecinos al tiempo que su mirada está perdida en la nada.

No puedo siquiera imaginar la confusión que hay en su mente en estos momentos, pero no puedo sacarla de aquí hasta que ocurra algo, el problema es que no se con certeza que es lo que tiene que pasar.

Decidí enviarla otra vez a su lugar de origen y exponerla a encontrarse con Gabhan, porque sí, yo sabía que ese maldito estaba aquí. Le mentí al decirle que no sabía de su paradero, pero era lo que había que hacer. Ella debía regresar a Gantrick. La he vigilado desde lejos durante 20 años, y esta vez no iba a hacer la excepción.

La imagen de Zaira con una niña de siete años a su alrededor vuelve a surgir en mi mente, y me reitero lo que he repetido como un mantra desde hace mucho tiempo, mi deber era salvarla. Ilaria era tan solo una niña, tenía que sacarla de las manos de él, aún si eso me costaba mi lugar a su lado y el status en el mundo de los Golems.

La cicatriz que traspasa mi ojo vuelve a doler cada vez que lo recuerdo, y el enojo que no me deja en paz, vuelve a llenarme. La mujer vuelve a removerse mientras sigue en un total y sepulcral silencio. Su hechizo se está pasando, y ella lo sabe más que nadie, al igual que él puede empezar a sentirla.

Haber puesto carteles de se busca con un retrato de lo más parecido, es un claro ejemplo de que quiere terminar lo que algún día empezó. Eso no puede pasar. No puedo dejar que todo su esfuerzo y el mío se vayan al caño por culpa de esa rata, necesito acabarlo de una vez por todas. Necesito hacer algo bueno por una vez en la vida, antes de pagar por todo lo malo que un día hice.

La niña de ojos azules grisáceos me invade, mientras siento la culpa crecer al dejarla prácticamente sola en un nido de ratas disfrazadas. Siempre he creído que no tengo capacidad alguna de querer a alguien porque todo lo que alguna vez ha sentido mi amor termina tres metros bajo tierra. Mi madre, amigos, Zaira... No me he permitido acercarme Ilaria por lo mismo, pero si tengo en claro que le tengo aprecio. Sería imposible no hacerlo al conocerla desde que era una niña, y en mi tengo la necesidad de protegerla como si fuera esa hermana que el mundo no fue capaz de darme, pero siempre haciéndolo desde lejos.

No logra sentirme, de eso estoy seguro. Antes de venir hasta aquí, me conjuré a mi mismo para que nada pudiera percibirme, sería un error garrafal que el lo hiciera. Los poderes demoníacos son demasiado fuertes, y cualquiera con una pizca de magia los podría sentir, pero, así como se mostrarlos, sé a la perfección como esconderlos. He pasado mucho tiempo aprendiendo a manejar mi magia casi de forma perfecta, eso es un punto a mi favor que él ni siquiera se imagina. A veces tan solo me pregunto si él me recuerda, si alguna vez en su retorcida y enferma mente, vengo a su cabeza en forma de recuerdos.

Nubarrones negros se asoman encima nuestro avecinando una cruel tormenta. El olor a tierra mojada empieza a invadir mis fosas nasales, recordándome eso que hace mucho tiempo no sentía al estar encerrado durante mucho tiempo. La mujer parece percatarse por fin de algo a su alrededor y se coloca de pie dispuesta a regresar a la Villa. El clima se siente asfixiante, y la oscuridad se toma en el bosque de a poco, mientras los altos robles se mecen con imponencia demostrando que es mejor buscar refugio antes de que una de las fuertes lluvias que caracterizan a Gantrick se tomé el lugar.

La oscuridad y los leves susurros que recorren de un lado a otro, juegan con mi mente de forma cruel. Recuerdos, sangre, gritos, y llamados de auxilio se escuchan a lo lejos. Alzo mi cabeza buscando de dónde vienen, pero no hay nada más que un bosque a punto de ser bañado por una tormenta. El aire empieza a faltarme, y la culpa a carcomer diciendo que no tengo derecho alguno de pisar esta tierra. El odio que siento hacia mi mismo y todo lo que alguna vez fui, no me deja descansar.

Camino con rapidez esquivando los árboles, dispuesto a no seguirme atormentando. Un hombre aparece de la nada chocando mi hombro y en lo que parece darse cuenta alza su rostro para ver que ha pasado. Ojos azules escondidos en una capa profunda de tristeza me miran al tiempo que se aleja un poco. También va con rapidez debido a la lluvia, pero su cuerpo parece tan débil que en algún momento va a caer rendido en el piso. Percibo su respiración fuerte, y no hago más que mirarlo con fijeza.

- Ilaria te espera, hermano - digo suavemente al joven que me mira con sorpresa y algo de miedo al escucharme.

- ¿Hermano? - su voz se pierde en el aire y no logra decir más nada porque su cuerpo parece por fin haberse dado por vencido cayendo al suelo.

La pena me invade al verlo en ese estado. No me conoce, ni yo lo conozco, pero compartimos sangre que me hace verlo como una víctima más de todo esto. Me agachó un poco para verlo con más claridad, y tocó su frente demostrando lo que ya sabía. Está totalmente helado y débil. Venas negras se asoma por su cuello y brazos, el cabello que heredó por parte de esa mujer, está totalmente enmarañado y la suciedad parece estar en cada rincón de su cuerpo. Parece haber pasado unos días horribles, y por fin decidió venir por un poco de paz.

Antes de irme de una vez por todas, lo alzo con algo de esfuerzo dejándolo cerca de la Villa, con esperanza de que alguien lo vea antes de que empiece la tormenta.

👀👀

Cap corto pero con una bomba importante.

¿Hermano? 👁️👄👁️

En los próximos capitulos por fin tendremos más de Dashiel e Ilaria juntos 🤍

En los próximos capitulos por fin tendremos más de Dashiel e Ilaria juntos 🤍

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ILARIA [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora