Esos grandes y muy tiernos ojos seguían mirando a Rossi, analizando cada movimiento sospechoso por el adulto. Sin embargo sus ojos se abrieron en grande al mirar ese color de ojos de Rossi.
—¿Estás con ellos?—Preguntó fríamente, habla demasiado bien como para ser un niño de cinco entre seis años.—Si se mueve no pronto no haberle daño.
Tenía toda la intención de lastimarte cualquier parte de su cuerpo, sin embargo me quedé inmóvil al ver sus ojos. Esos ojos son del mismo color que los de papá, es por eso que mis manos dejaron de moverse.
—No estoy con ellos.
¿Quién demonios le da algo como esto a un niño pequeño? ¿Quieren daña su inocencia de está manera? ¿Que clase de tío loco ese tipo?
—¿Qué pudo hacer para que me creas?—Tenemos que movernos de aquí, esos tipos tienen pensado entrar.
—Dejarme tomarle una fota.—Se la enviaré a mi padre y al tío, de esa manera ellos sabrán a quien buscar por si me llevan lejos.
—Lo que quieras pero tenemos que salir de aquí.—Extiende sus manos.—¿Está bien si te sostengo?
Su corazón se estrujó al darse cuenta que en sus brazos sostendrá a alguien mas, algo que no logró hacer con su pequeño.
—Está bien.—Vuelve a esconder el objeto corto punzante en su peluche de ardilla.
Él es muy liviano, su temperatura es calidad y en momento en que sus pequeños bracitos abrazaron mi cuello, sentí una extraña sensación. Cómo si mi corazón muerto estuviera mostrando señales de vida.
—Si se desvía a la derecha encontraremos una puerta de emergencia, sí ellos vienen por mí entonces no hay preocupación de que lastimen a los demás.—Expresó.
—¿Cómo estás seguro que vienen por ti?—Es un niño inteligente.
—Porque soy el único que proviene de una familia adinerada y mi tío, mi padre estarían dispuestos a todo por mí...
—¡Los encontré!—Uno de los secuestradores llamaron a sus compañeros.
En ese momento Rossi puso en práctica su rendimiento físico, corriendo por todo el lugar mientras le cubría los oídos al pequeño niño y le decía que cerrar sus ojos.
En está vez Rossi no tenía pensado perderlo, ya no es el mismo de antes. Su yo actual no le importará quitarle la vida a otra persona, de todas maneras ya se encuentra en el infierno, ¿que diferencia habría entre este infierno y a dónde van los pecadores? Ninguna.
Para él no había ninguna diferencia, porque ya se le estaba castigando sin siquiera haber echo algo imperdonable cómo para merecer tal castigo.
—¿Que darte aquí?—Esconde al pequeño.
—¿A dónde va?—Su manita sostiene la mano de Rossi.—Hay suficiente espacio, podemos entrar los dos.—¡Puedes morir!
No quiero que vaya, estoy consciente sobré no confiar en desconocidos. Mi padre y mi tío me lo dicen a diario, sin embargo cuando lo miró y me abrazo con protección algo en mi se sintió tan bien, completo.
Cómo si hubiera encontrado lo que estuve buscando, ¿por qué? ¿Por qué él me hace sentir así? ¿Acaso se debe a que tiene la mismos ojos de mi papá e inconcientemente lo estoy confundiendo? No puedo confundirlo, mi papá está descansando y nadie puede remplazar su lugar en mi corazón...
—Regresaré en seguida.—Acaricia con suavidad las mejillas regordetas y muy adorables del pequeño.—Todavia no puedo morir, no sin antes de castigar a...
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¿Perdonarte? jamás
General FictionACTUALIZACIONES TODOS LOS JUEVES. Salí del fuego para caer directamente a las brasas, todo lo vivido con él fue una vil mentira y cuando vine a darme cuenta ya había perdido mi vida. -Sí, todo está listo para la operación. El doctor expresó que la c...