capitulo 34

238 50 29
                                    

Detenidamente observa su reflejo en el espejo, increíblemente asombrado por lo bien que le quedaba esa bata blanca, haciendo poses serías mientras simula escribir en una libreta. Ciel estaba contemplando e regalo dado por su tío, Axel. Ellos decidieron darle los regalos a Ciel antes de que los invitados lleguen, más bien; unos de de los cuántos regalos que han preparado.

Los adultos solo se le quedan viendo sin hacer ningún comentario porque podrían poner tímido a Ciel, en vez de eso preferían tomar unas cuantas fotos y guardar por siempre su lindura. Ciel vestido todo de blanco si parecía un ángel a sus ojos hasta se imaginaban las grandes alas detrás de su espalda.

‹Fuí un gran tonto al pensar que se habían olvidado de mi cumpleaños cuando ellos se estaba preparando para sorprenderme, y si que lo hicieron, me lleve una gran sorpresa sobre todo al ver a Rossi sosteniendo ese pastel en forma de ardilla. El mejor pastel que he probado en mi vida y no es porque Rossi y mi padre lo preparo sino porque en verdad estaba rico, no era nada empalagoso tanto que hasta mi tío que no es bueno con la azúcar lo disfruto. Eso sí, solo le dí una pequeña rebanada ni crea que le daré más, solo es mío.›

Ciel guardó el pastel en la nevera y les advirtió que todo aquél que lo llegue a pellizcar se debe de atener a las consecuencias, porque solamente es para él y tiene pensado que le dure mucho.

‹Mis ojos siguen estando un poco rojos por haber llorado y lo peor es que hice llorar también a Rossi, no era mi intención pero cuando sentí su abrazo las lágrimas solo salieron sin poder detenerse. Me sentí tan bien como ser arrullado en los brazos de mi mamá.› Sonríe mientras mira el bolígrafo con su nombre y de diferentes colores, fue mandado hacer especialmente para Ciel por parte de Kostya. El pequeño tenía afinación por coleccionar bolígrafos.

—¿Te gusta?—Pregunta Axel, despeinado el cabello de Ciel.

Ya son seis años desde ese día en que se fue mi mejor amigo, esperó que donde este ve que su hijo está creciendo bien, que cariño nunca le faltará... Si le faltará uno y es de su madre, por el egoísmo y maldad de esas personas este pequeño no pudo crecer junto a mi mejor amigo.› Más no sabía que su gran amigo está justo a su lado, siendo testigo de la felicidad en Ciel.

—¡Sí, me gusta mucho!—Mete sus manitas en las bolsas.—Muchas gracias, tío.—Abraza con cariño.—Me veo y me siento como todo un doctor.—Vuelve a mirar su reflejo.

—Pero no lo eres falta mucho para eso, si es que logras pasar los exámenes.—Axel le gusta molestar a su sobrino.—A mis ojos pareces mas una pequeña libre.

—Padre, Rossi, ¿lo están escuchando?—Baja la mirada.—Mi tío me está intimidando y burlándose de mis sueños.

—Tampoco es así... ¡¿Ay?!—Frota su nuca ese manotazo casi lo deja sin cabeza.—¿Quién se atrevió a tocarme...?

—Fuí yo, ¿algún problema.—Responde sin miedo.—¿Que harás al respecto?—Desafia.—Si Ciel dice que es un doctor así es y punto.—Pellizca las mejillas regordetas del pequeño.

Axel iba a responder cuando hizo contacto con la mirada de Kostya detrás de Rossi, "dí algo y eres hombre muerto." Fue las señales del ojos heterocromia.

—Tres contra uno así que chiste.—Chasqueo su lengua.—Nada justo.

Sin embargo, ese golpe se siento tan familiar, idénticos a los de la mano pesada de mi mejor amigo. ¿En serio por este mocoso se parece tan en personalidad a mi mejor amigo?

—Ire a ver cómo sigue todo allá afuera.—Sale de la habitación.

—¿Le tuviste miedo a Rossi?—Cuestiona.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Perdonarte? jamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora