La luz holográfica alumbraba la habitación, mientras una cortina se movía tenuemente con el viento nocturno. Todo parecía estar en calma hasta que el llanto de un bebé irrumpió, Mori vio la hora y casi eran las 4 am, apago la pantalla y se levantó de la cama.
Hace 3 semanas Fukuzawa había salido a una misión en el extranjero, dejándolo solo con un bebé de 2 meses de edad, con el trabajo en la clínica y ahora su cachorro sus horas de sueño estaban más que pérdidas.
Camino a la cuna, el bebé que lloraba sintio las feromonas de su madre pero algo dentro de él sabía que algo faltaba, nuevamente el llanto.
—¿También extrañas a papá?— Mori camino con el bebé hasta el closet y saco el haori que Fukuzawa solía usar. La feromona aún en el logro calmar al bebé.
—Eres un bebé fácil de complacer —Mori acaricio la regordeta mejilla aún un poco húmeda por las lágrimas —O quizás es porque estamos muy unidos a Yukichi.
—¿No te gusta? —escuchó una voz detrás de él.
Mori vio a Fukuzawa parado en la entrada de la habitación —Asi es, no me gusta —evitó la mirada de su alfa— No es agradable que tu cachorro prefiera la feromona de alguien que no paso por todo el proceso de gestación y parto.
Fukuzawa se acercó y tomo al bebé, sus feromonas rodearon con más fuerzas al pequeño cachorro que volvió a dormir con tranquilidad —¿Existe una forma de recompensarte?
—No
Fukuzawa rodeó con sus brazos a Mori —El bebé y tu se parecen en esto, les gusta que haga esto —comenzó a dar pequeños besos en la mejilla de Mori.
—Necesitas más que besos para quitarme el mal humor —dijo Mori
—Ya lo sé —Fukuzawa lo tomo del mentón y acaricio los labios de su omega —Pero tengo toda una vida para complacerte.
—¿Qué tal tu misión? —Mori acaricio el brazo cubierto de vendas.
—Son solo rasguños, nada que no pueda manejar —Mori enarco la ceja —Eres de los que reciben una bala y fingen decir que es un raspon.
—Estoy bien —Fukuzawa le dio un suave beso —Tengo un doctor en casa que puede hacerse cargo de cada una de mis lesiones.
—¿Enserio?
—¿No me lo crees?,mi doctor tiene unos ojos preciosos, unas orejas suaves —Fukuzawa fue acariciando cada una de las partes mencionadas con sus labios.
—Impresionante que hasta que nos casamos te atreviste a decir todo esto —Mori lo abrazo —El frío Fukuzawa me gusta pero este lado tuyo también.
—Te extrañe
—Yo también
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El final lo quería hacer más relajado después de hacerlos como conejos en celo jeje.
A los del grupo de whats que les dije que ayer lo subiría... me dormí.
A todo gracias por leer y nos vemos en las siguientes actualizaciones
n.n
